A las mujeres no les hace falta una media naranja: Dulce María Sauri

María Briceño
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Jueves 19 de octubre, 2017

En el marco del Festival de Cine y Video Kayche’ Tejidos Visuales, se llevó a cabo la mesa panel [i]Construcción y de[/i]-[i]construcción social del Género[/i], con la participación de las especialistas Diana Canto Moreno, la ex gobernadora Dulce María Sauri Riancho y la directora del museo Regional de Antropología Palacio Cantón, Giovana Jaspersen García.

Con la proyección de cuatro documentales, las especialistas compartieron comentarios acerca de la de-construcción de género y el rol desarrollado en la sociedad por hombres y mujeres.

“El género es una construcción social, toma la forma de los valores y los principios que la sociedad tiene respecto a las mujeres y los hombres” explicó Sauri Riancho para dar pie a su participación.

Respecto a la participación de las mujeres mexicanas en el ámbito político, Sauri afirmó que no se puede generalizar su activa participación solo porque hay cargos ocupados por elección popular. Sin embargo, afirmó que actualmente tienen más participación política, comparado con generaciones pasadas.

Sauri Riancho explicó que los hombres continúan siendo los proveedores del hogar, mientras que la mujer es la responsable de la administración y el aprovechamiento justo de los recursos aportados, tal como se menciona en las bodas en la entrega ceremonial de las arras.

“Alrededor del 45 por ciento de la comunidad económicamente activa está conformada por mujeres. Cuando la mujer se vuelve la proveedora el alcance que tiene, es que la masculinidad de su pareja queda erosionada”.

Con respecto al ámbito amoroso, afirmó que “no me gusta el concepto de las medias naranjas, yo soy una naranja completa. No podemos seguir reproduciendo la idea de que a las mujeres les hace falta una mitad”.

Por su parte, Diana Canto Moreno, con 16 años de labor en comunidades indígenas, señaló que la mujeres mayas tenían el papel importante de enseñar la lengua, pero ahora la mujer sale a trabajar y se ha perdido esa transferencia de conocimiento.

Consideró que la diferencia de género comienza desde el embarazo; en el caso de la península de Yucatán, el ritual del hetzmek es diferente si se trata de una niña o niño.

Llama la atención también que la homosexualidad en las comunidades indígenas es vista de manera “normal”, ya que los hombres homosexuales se casan con una mujer, pero es aceptado que sostengan relaciones sexuales con personas del mismo sexo. Sin embargo, las mujeres casadas no pueden relacionarse sexualmente con mujeres.

[b]Aportes históricos[/b]

La primera gobernadora de Yucatán leyó en voz alta unas líneas del tratado de educación Emilio, escrito por Jacques Rousseau en 1762. “Después de casi 300 años, este tratado sigue estando vigente” apuntaló.

“La opinión es sepulcro de la virtud para los hombres y para las mujeres es su trono”, despojando así la capacidad de raciocinio de las mujeres, limitándolas a simplemente opinar.

Otro aporte histórico de valor fue agregado por Giovana Jaspersen, quien compartió la definición de la palabra mujer según El Tesoro de la lengua castellana o española, de Sebastián de Covarrubias, que apareció en 1611.

“Tormento de la casa, naufragio del hombre, embarazo del sosiego, cautiverio de la vida, daño continuo, disfrazado veneno y mal necesario”.

El diccionario de autoridades, que fue hecho entre 1726 y 1739 y sirvió de base en la redacción del Diccionario de la Lengua Española, define la palabra “mujer” de la manera siguiente: “Se entiende regularmente a la que está casada con relación al marido”; la mujer de la casa es “la que tiene gobierno y disposición para mandar y ejecutar las cosas que le pertenecen y cuida de su hacienda y familia con mucha exactitud y diligencia”.

Durante el intercambio de opiniones de género, Giovana Jaspersen se preguntó “¿Cómo habrá sido gobernar hace unos años a Yucatán?”, refiriéndose a Dulce María Sauri y a la transgresión de género en el estado.

Jaspersen explicó que desde la primera infancia, las mujeres son marcadas por los roles de género, se les inculca a jugar con un bebé de juguete, a alimentar, vestir y educar a un juguete, mientras que a los varones se les compra juguetes de superhéroes, ingenieros, coches, motos, etcétera, en donde forman un papel más activo en la sociedad.

“Desde niña, quise estar cerca de los hombres porque me di cuenta que este mundo estaba hecho para ellos, y quería pertenecer a eso. A las niñas se les enseña a cuidarse mientras que a los hombres se les enseña cómo divertirse,” afirmó Jaspersen.

Al término de la mesa panel, se proyectaron cuatro documentales de México, Brasil y España, mismos que fueron analizados por las panelistas.