Conocer el mundo a través de las personas

Katia Rejón
Foto: Francisco Martín
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Lunes 31 de julio, 2017

La posibilidad de conocer otras culturas, diferentes maneras de hablar y pensar sin estar en otro lugar es lo que Andrés Avelino Chan Estrella disfruta más de su trabajo en el Holiday Inn.

“El primer contacto que tiene el huésped”, así es como Andrés describe su función como botones en el Holiday Inn. Entró en 1981 cuando el hotel tenía apenas un año de haber sido fundado. Comenzó en el área de seguridad pero cuando se abrió una vacante como botones, solicitó el trabajo.

“En esa época estudiaba en las tardes inglés en la Benjamín Franklin, y tenía dos turnos en el hotel en la mañana y en la noche”. Chan Estrella cuenta que en esa época hablar inglés no era tan común como ahora, por lo que esto le ayudó a conseguir el trabajo. “He platicado con personas que vienen de África. Allá, por ejemplo, tienen otro tipo de vida y son las cosas que uno aprende. Es bonito porque sin estar ahí, llegas a conocer parte de cómo viven”.

También ha conocido a Thalía, Elton John, José José, Rafael, Pavarotti, entre otros famosos. “Siempre hay que ser muy respetuosos con los huéspedes, sí platico a veces con ellos pero manteniendo la cordialidad. Antes que todo son nuestros invitados y nuestros clientes”, afirma.

Andrés Chan se acuerda cuando un grupo venezolano muy popular en los años ochenta, Los Chamos, llegaron a hospedarse al hotel. “No se imagina, lo que ahora es el estacionamiento antes era un jardín, y cuando llegaron había 300 fanáticos jóvenes gritando. Los músicos salían a los balcones para saludar y todo el mundo se alborotaba”. En unos cuantos minutos la situación se salió de control, y alguien les dio el pitazo para que entraran por la parte de atrás y subieran al cuarto de Los Chamos. “Tuvimos que llamar a la policía para pedirles que se bajaran, era un caos en los pasillos”, recuerda riendo.

“Yo estudié la educación básica e inglés y este trabajo me ha dado muchas satisfacciones, cursos, me han ayudado mucho. Después de un tiempo logré tener mayor facilidad para atender a la gente, tener contacto con las personas”. Aunque ahora el trabajo es menos ajetreado, pues cuenta que en la primera década el Holiday Inn atendía a 300 personas todos los días. “Era el único hotel de la zona, acá venían todos los políticos, turistas, famosos. Ahora vienen más empresarios y el público se reparte en el área”.