Los ciclistas hacen ciudades más humanas

Katia Rejón
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Lunes 31 de julio, 2017

El pasado 9 de julio, los ciudadanos de Guadalajara votaron “sí” a la ciclovía de un bulevar, en una consulta ciudadana organizada por el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC), después de que algunos vecinos se negaran a su construcción. Para muchos ciclistas, esto representó una victoria al defender el espacio público y un ejemplo de una ciudad más amplia y menos contaminada.

En un artículo publicado por el portal español Ciclosfera, el fotógrafo y ciclista Fernando Mafé, afirma que al ciclista se le ve como un estorbo: “Se nos tacha de irresponsables e inconscientes por circular con nuestras bicis por carreteras nacionales, avenidas y calles de tránsito más o menos intenso”, escribe.

Los ciclistas de la capital yucateca, lo perciben de una forma similar: “No creo que haya una especie de cultura de convivencia entre ciclistas, automovilistas, transportistas o peatones. Ves la calle como un duelo con coches y camiones, tienes que estar muy pendiente porque llevas la desventaja. En ocasiones, han tirado el auto para que me quite del camino”, comentó Jesús Cámara, ciclista urbano desde hace 16 años.

“Me han gritado varias veces. Aunque admito que algunas ocasiones han sido porque no llevo precauciones justas para la carretera, como luces o reflejantes”, opinó Luis Tun, meridano que utiliza la bicicleta para ir a la escuela.

Son muchas las razones por las cuales una persona decide utilizar la bicicleta como medio de transporte: movilidad sustentable, deporte, economía o para uso recreativo. La mayoría de los ciclistas considera este medio como eficiente, social, saludable y ecológico, como comentó Goretti Herrera, ciclista urbana desde hace cuatro años.

En Mérida, existen en la actualidad varias actividades en las que la bicicleta es protagonista: la [i]Biciruta[/i] de los domingos, las rodadas nocturnas organizadas por [i]Cicloturixes[/i], la [i]Semana de la bicicleta[/i], las carreras a Progreso o Chicxulub, la exhibición de bicicletas antiguas, y recientemente la [i]BiciEstación[/i], una nueva zona de la [i]Biciruta[/i] que se realizará por primera vez en el Gran Parque La Plancha A.C. el próximo domingo 6 de agosto, de 8:00 a 11:00 horas.

[b]La comunidad ciclista en Mérida[/b]

Tal como menciona Luis Tun, los ciclistas tienen una serie de recomendaciones para transitar por la ciudad con mayor seguridad, como casco, o luces, y reflejantes en las llantas y chalecos si manejan de noche.

“Lo mejor que puedes hacer es hacerte visible, los automovilistas siempre manejan pensando que sólo hay autos, y si no te haces notar puedes terminar atropellado”, menciona otro ciclista.

A partir de estas necesidades, han abierto más tiendas de bicicletas. Sólo en Mérida, hay más de 25, contando las sucursales de las más conocidas, y otras tiendas especializadas como Bikestore, Top Bikes, Specialized, Br, Ciclomundo, Motoces y Rodada 21.

Algunos colectivos promueven el uso de la bicicleta y dan talleres de cultura vial o reparación de bicis. Uno de ellos es [i]Cicloturixes[/i], perteneciente a la Red Nacional de Ciclismo Urbano (Bicired) desde el 2011, grupo que motiva el uso de la bicicleta de forma responsable, respetuosa y segura.

[b]Inseguridad vial[/b]

En entrevista con Everardo Flores Gómez, uno de los integrantes de Cicloturixes, comenta que a pesar de llevar seis años solicitando seguridad para los ciclistas así como infraestructura, estacionamientos y ciclovías, las autoridades correspondientes han hecho caso omiso.

“Los ciclistas hacen ciudades más humanas, más habitables. Son los ojos en la calle. Cuando sucedió el caso de Emma Molina, fue un ciclista quien denunció lo sucedido”, comentó.

Al preguntarle acerca del incremento de uso de la bicicleta, comenta que no ha notado a más personas utilizándola como medio de transporte: “El tema de las tiendas de bicicletas es un fenómeno muy raro, obedece al uso de la bici deportiva. No habría que confundir. Al interior del estado y al sur de la ciudad el número de ciclistas ha descendido, y esto contrasta con que el transporte público es cada vez más caro”.

La infraestructura destinada a las bicicletas es limitada y no hay un marco legal que otorgue seguridad a los usuarios.

Según explica Flores, lo anterior es visible en el número de personas fallecidas mientras manejaban bicicleta. En 2016, se registraron 27 muertes de ciclistas, y 18 en lo que va del 2017. En su página oficial, Cicloturixes lleva un registro de los decesos y un mapa donde han ocurrido los accidentes. La carretera Mérida-Progreso representa una de las vías más peligrosas, donde han muerto cinco ciclistas este año.

[b]La brecha entre el ciclismo deportivo y el ciclismo urbano[/b]

Andrés Dibildox Garza, atleta yucateco y ciclista profesional quien también utiliza la bici como medio de transporte, coincide que Mérida no es un espacio seguro para andar en bicicleta.

“Los automóviles, motos y transporte público necesitan más educación vial. He visto que transportistas avienten el camión al ciclista y que los policías no hagan nada”, comenta en entrevista.

Igualmente, considera que hay una diferencia entre la atención de las demandas de los deportistas y de los ciclistas urbanos: “En el caso de las rutas de los ciclistas deportivos hay más vigilancia. Hace año y medio más o menos cuando comenzaron a registrarse muertes en la carretera Mérida-Progreso, la comunidad deportista exigió seguridad y ahora las carreteras están más vigiladas por los policías”.

Más allá del uso deportivo, piensa que la bicicleta es un medio de transporte con muchas ventajas, y que incluso puede ser más efectivo que el automóvil en algunos trayectos, pues es más rápido al evitar todo el tráfico. “Es una manera más económica y saludable de moverse por la ciudad”.