Polémica por una puesta en escena sobre un soldado judío

Juan Manuel Contreras
Foto: cortesía Asalto Teatro
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Jueves 8 de junio, 2017

A raíz de la puesta en escena del proyecto [i]Bulldozer[/i], que se llevó a cabo los días dos y tres de junio en la terraza de la Escuela Superior de Artes Visuales de Yucatán (ESAY), el colectivo [i]Asalto Teatro[/i], integrado por Ángel Hernández, Estefanía Vega y Sabina Hernández, manifestó su deseo por puntualizar ciertas situaciones que surgieron durante el encuentro

El proyecto [i]Bulldozer[/i], que trata sobre el testimonio de una soldado israelí en relación a lo experimentado en la guerra con Palestina, es un claro ejemplo de los movimientos que emergen en favor de la vinculación y el establecimiento de foros de discusión frontales e íntimos, hecho que los integrantes de Asalto Teatro agradecen, en especial al colectivo Murmurante, quienes se han dado a la tarea de crear estos puentes.

“Nos gustaría hacer una aclaración que consideramos pertinente frente a los contenidos que se exhiben en el proyecto, los cuales pueden ser fácilmente malinterpretados u orientados hacia otra dimensión”, expresó Ángel Hernández, director del colectivo, en entrevista con [i]La Jornada Maya[/i].

El dramaturgo expuso que [i]Bulldozer [/i]no trata de generar una visión de solidaridad o apoyo hacia ninguna de las dos partes que conforman el conflicto; sin embargo, la pieza puede ser apreciada de esa forma cuando el espectador forma parte de alguno de los dos bandos.

Ángel toma como ejemplo a su padre quien años atrás formó parte del teatro político y trabajó de cerca con comunidades víctimas de la agresión del 68 en Tlatelolco. Como partícipe del movimiento, desarrolló un trabajo denominado Tlatelolco 68: La Represión, en donde escenificó aquel movimiento estudiantil.

“Esto comenzó a ser visto por hijos de militares participantes, y tuvo que enfrentarse continuamente a situaciones relacionadas con el desagrado de gente que decía que era injusta la visión que se estaba planteando, pues también entre los militares había un ejercicio de represión, ya que fueron obligados a disparar, no tenían alternativa”, relató.

En este contexto, Hernández considera que no se puede coincidir en un punto de encuentro, pues tanto para el lado de las víctimas como para los agresores, siempre habrá un escenario de justicia que se pueda considerar importante defender.

“En el caso de [i]Bulldozer[/i], que toca una temática similar, desde luego que se evidencian ambas situaciones, si una persona perteneciente a la comunidad israelí, ve la postura que planteamos, seguramente tendrá conflictos”.

Hubo ciertas polémicas en torno a ese tema, pues durante la realización de la obra se contó con la presencia de gente perteneciente a la comunidad israelí, “quisiéramos dar una explicación pertinente en un momento en el que no sabemos las consecuencias de esta situación”.

A continuación, el comunicado íntegro emitido por el colectivo [i]Asalto Teatro[/i]:

"El proyecto [i]Bulldozer [/i]a cargo del colectivo [i]Asalto teatro[/i] se encuentra basado en el libro [i]La ocupación[/i] de Ahron Bregman. Testimonio de una soldado israelí en relación a lo experimentado en la guerra con Palestina. Con esta propuesta escénica se pretende aperturar una discusión sobre las condiciones del conflicto sin establecer una visión particular que apoye a cualquiera de ambas partes. Un acto provocador que extienda alternativas de negociación con la realidad cercana a una guerra continua y diversificada por las diferentes ópticas en que puede ser apreciada. El colectivo lamenta si esto puede herir la susceptibilidad de las visiones promovidas y naturalizadas por este suceso en la historia de dos naciones, cuyos efectos de violencia pueden ser calificados de lamentables en ambas partes que lo componen."