Paul Antoine Matos
Foto: Lilia Balam
La Jornada Maya
Mérida, Yucatán
Martes 16 de mayo, 2017
La música es un lenguaje maravilloso que lo puede todo, incluso desarrollar habilidades emocionales y valores para etapas fundamentales en la vida como la niñez y la adolescencia, afirmó Leandro G. Cantón Gamboa, director de [i]En Tono[/i], un programa sicológico de regulación emocional con música.
En entrevista con [i]La Jornada Maya[/i], señaló que a través de la música se pueden conocer las emociones propias y regularlas de la mejor manera.
“Donde las palabras fallan, la música habla”, afirmó, por lo que el programa de tres meses permite que los niños y jóvenes encuentren una forma alternativa para expresarse.
[i]En Tono[/i] busca el significado de los sonidos que realizan los niños y jóvenes con sus instrumentos, por medio de las historias que la música puede contar. En una etapa más avanzada se conversa con ellos para encontrar el significado de los sonidos e identificar sus significados para trabajarlos, explicó.
Entre los instrumentos que los niños y jóvenes podrán usar hay guitarras, bajos, teclado, tambores, bongos, platillos, maracas, cítaras u ocarinas, entre otros.
El ambiente es una “explosión de creatividad” con actividades lúdicas y artísticas, aunque existen reglas de convivencia y cuidado de los instrumentos, que son parte de la enseñanza emocional.
El programa se dirige a tres grupos de edad. El primero es para pequeños, entre 6 y 8 años, en el que se fomentan y trabajan las emociones primarias como alegría, tristeza y enojo, así como los momentos adecuados para expresarlas.
El segundo es para chicos, entre 9 y 11 años, donde se explican las emociones como repulsión, asco, miedo y angustia, que son más complejas, al igual que se les muestra cómo relacionarse con las otras personas; en especial, con sus compañeros y familias; también se trabaja con valores.
El tercer grupo es el de adolescentes, entre 12 y 15 años, quienes ya tienen una capacidad mental reflexiva más compleja para identificar las emociones. Se les presenta un programa adecuado que aborda la toma de decisiones y la creación de un plan de vida.
Los cambios emocionales ocurren de forma gradual durante los tres meses del programa, porque se tiene el objetivo de que adquieran habilidades y las afiancen.
La intención de crear un programa de desarrollo emocional a través de la música comenzó por su interés en la música, ya que fue integrante del grupo KDP, a la par que estudiaba sicología en la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY).
En una ocasión encontró las nuevas tendencias de la sicología, y una de ellas era la música, entonces trabajó en su tesis y en un albergue para niños con instrumentos, hasta que en el Centro Equilátero encontró la oportunidad de aterrizar las ideas.
El programa iniciará en mayo y se puede encontrar en su página de Facebook.
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