Primaria busca ser un plantel seguro

Sandra Gayou Soto
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Lunes 3 de abril, 2017

El maestro Marcos Javier Maldonado Aguilar vive en Progreso, todos los días sale de su casa antes de las seis de la mañana (si le toca “alcanzar” a su hija tiene que salir un poco más temprano) para llegar a su centro de trabajo en la colonia Amapolita de Chenkú, en Mérida, donde es director de la primaria Juan Pablo Sabido Sosa. Al concluir su jornada se dirige a la Secundaria Federal número 4, de la que también es director. Está a cuatro años de jubilarse.

Hace poco más de dos años está a cargo de la primaria. [i]La Jornada Maya[/i] estuvo con él para platicar de su trabajo, sus pendientes, necesidades y la comunidad escolar.

Lo urgente: un techo. El patio central de la escuela no cuenta con ningún tipo de protección para resguardar a los alumnos de los rayos del sol. Ya se realizaron las gestiones ante la Secretaría de Educación del estado, ya les dijeron que sí lo harán, pero no cuándo.

Recientemente la escuela recibió fondos para arreglar los baños; se cambiaron los lavabos, mingitorios e inodoros. El estado de la tubería hacía que el mal olor se colara al salón contiguo. El director espera dentro de poco tener un espacio a modo de bodega para almacenar cosas que por el momento tiene en los baños o en otros salones. La escuela tiene los espacios necesarios para los grupos, la dirección y uno más que hace de biblioteca, sala de juntas, audiovisual o lo que requiera; literalmente “de usos múltiples”. Además le gustaría poner un pequeño escenario en el patio, para que los niños hagan ahí sus representaciones artísticas, y una cancha para practicar deportes.

La primaria carece de señal [i]wifi[/i], porque el módem no funciona, por lo que los niños no tienen acceso a ningún tipo de tecnología digital en el plante. La dirección cuenta con servicio de Internet por cable de fibra óptica, aunque es el mismo de los parques. Esto es indispensable porque todos, absolutamente todos los trámites administrativos son en línea: boletas, certificados, listas de grupos, plantillas de personal, todo se registra por Internet.

[b]Los casos especiales[/b]

La principal preocupación y ocupación son los niños. En segundo grado la maestra Elizabeth tiene un niño con esquizofrenia bajo tratamiento. Sin embargo tiene episodios de violencia; por lo menos una vez a la semana agrede a sus compañeros y a la maestra. Cuando esto sucede llaman a su abuela, quien ve por él ya que su madre trabaja. Entonces debe irse a casa; esa es la sanción.

La maestra tiene otras estrategias: sale del salón con todo el grupo y realiza distintas dinámicas bajo la sombra de un árbol, para que los niños cambien de ambiente y no se sientan encerrados.

Lo importante para los docentes es alejar a los niños de la violencia. Sin embargo, el [i]bullying[/i], los golpes y los robos de objetos son cotidianos. Actividades como concursos de cometas, reina de la primavera o la gestión de alguna excursión para los alumnos de sexto, en lugar de una fiesta, son iniciativas de los académicos para guiar a los niños hacia otros conocimientos. Un alumno de sexto participó en la olimpiada de matemáticas, quedando entre los semifinalistas. El director lo acompañó y apoyó en cada etapa del concurso.

La comunidad académica está integrada por 23 personas, entre maestros frente a grupo, de educación artística, física, auxiliares, intendencia y servicios. Atienden a una comunidad de 331 alumnos. Las situaciones y problemáticas son tan complejas como cada familia que conforma la comunidad escolar. Desde la escuela, el maestro Maldonado y su equipo realizan lo que está a su alcance en las cuatro o cinco horas al día que están con los niños, por tener un plantel seguro y adecuado a las necesidades de los menores.