Juan Manuel Contreras
Foto tomada del Facebook @EuItu
La Jornada Maya
Mérida, Yucatán
Viernes 31 de marzo, 2017
“Se habla de racismo como si fuera únicamente la discriminación hacia otra persona por su aspecto físico; es mucho más que eso, es una forma de pensar y de ver el mundo”, sostiene la doctora en antropología Eugenia Iturriaga Acevedo, quien en días anteriores presentó su libro [i]Las élites de la Ciudad Blanca. Discursos racistas sobre la otredad[/i], en el marco de la Feria Internacional de la Lectura Yucatán (Filey) 2007.
En entrevista con [i]La Jornada Maya[/i], Iturriaga habla de su más reciente publicación, así como de sus percepciones sobre el racismo que se vive en el estado. El libro es producto de su tesis doctoral, en el cual la académica se enfoca en los discursos que tienen las élites sobre “los otros” haciendo uso de diversos métodos de investigación con el fin de conocer el discurso de las élites yucatecas, respecto a este fenómeno social. Tal estudio la hizo acreedora al premio Fray Bernardino de Sahagún.
El proceso de recolección de datos para dicha investigación representó un reto, pues se trata de un tema cuya complejidad dificulta, en algunas ocasiones, la obtención de información precisa respecto a las prácticas cotidianas de los sujetos de estudio. “Tuve que hallar formas distintas de dar cuenta de este fenómeno, pues uno no puede ir preguntando ‘¿es usted racista?’ La mayor dificultad radicó en encontrar formas para que estos discursos se hagan evidentes”, afirmó.
Entre las técnicas de investigación utilizadas, destaca el análisis del discurso para obtener datos respecto a programas de televisión, artículos de prensa, así como la fotointerpretación. De igual manera, cuenta con un capítulo dedicado a los antros de la ciudad, ya que su autora considera que es uno de los espacios en donde la discriminación es “bien vista” entre los asistentes, pues la exclusividad forma parte de los mecanismos operativos de estos lugares.
Iturriaga enfatiza en que su libro no se enfoca en sujetos individuales, sino en un grupo, su discurso y sus prácticas. “Mucha gente se ha sentido molesta de que se aborden estos temas. Si leyeran el libro entenderían que su objetivo es dar cuenta de un fenómeno que se presenta tanto en Mérida como en otras partes de México y que la tarea de un antropólogo consiste en explicar estos fenómenos sociales”.
En referencia a la buena aceptación que tuvo su publicación en la Filey (2017), manifiesta su sorpresa y satisfacción, “se trata de un tema difícil y, aún más, al hablar del racismo en un estado del que no eres parte, por más que me siento yucateca y llevo casi 20 años viviendo en la entidad”.
Otra de las razones de su éxito radica en la elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos. “Estamos en un momento en el que es un tema que no se puede ocultar y todo mundo está ávido de saber; asimismo, puede producir cierta curiosidad respecto a un grupo que ha sido poco estudiado, como las élites”, indica.
[b]Tipologías de racismo[/b]
Para la investigadora, en México se tienen interiorizadas ciertas jerarquías dentro de las relaciones sociales, en donde unas personas se consideran mejores que otras. “En un país como el nuestro, el color de piel ha jugado un papel fundamental, pues hay una aspiración hacia lo blanco, hacia lo europeo, lo occidental”, apunta.
Iturriaga considera que en el país se puede dividir el racismo en dos estratos: por un lado, el que existe hacia el color de piel y otro el que se efectúa hacia la población indígena. “En Yucatán hay un racismo hacia la comunidad maya, la cual representa una gran parte de la población y cuyas características han sido estigmatizadas”.
Hace hincapié en que el racismo es una cuestión estructural de la cual todos somos partícipes, “por supuesto que no se concentra en las élites; está presente en todos los estratos sociales”. La razón por la que decidió estudiar a las élites se relaciona con el papel que desempeñan en la reproducción de estos discursos. “No estoy buscando culpables, sino comprender lo complejo que es el racismo y las formas en las que somos partícipes de él, considero que es un fenómeno social que hay que entender para poder erradicar”, puntualiza.
