Paul Antoine Matos
La Jornada Maya
Mérida, Yucatán
Viernes 20 de enero, 2017
Los rebeldes transfronterizos se enfrentan al muro de la división, ese que planean construir físicamente, pero cuyos cimientos ya existen mentalmente. Los rebeldes, artistas, transgreden el sentido común y rompen los ladrillos del racismo, el odio y la discriminación.
La ex Penitenciaría Juárez se convirtió en el espacio donde los artistas derribaron las barreras de lo políticamente correcto. La Pocha Nostra transgredió las buenas costumbres. [i]Coyotes [/i]a la inversa, 26 artistas yucatecos y extranjeros se convierten en migrantes del arte; traficantes de cultura.
Los Estados Unidos de América violan a la [i]Libertad [/i]vestida de luto. Su vestido negro es arrancado por [i]El Gringo[/i] y el [i]Pimp Cowboy[/i], dos de los personajes que forman parte del performance presentado el miércoles.
El [i]Gringo[/i], con un paliacate de la bandera de las barras y las estrellas, cubriendo su boca, y el [i]Pimp Cowboy[/i], con su sombrero vaquero pero con su [i]bling bling[/i] de proxeneta neoyorquino, arrebatan la inocencia de la Libertad.
Ya lo dijo el presidente electo de los Estados Unidos de América, Donald J. Trump: el sueño americano está muerto. La Pocha Nostra agrega: la Libertad ha sido violada.
La [i]Libertad [/i]violada se convirtió en una mujer musulmana. Cara tapada, excepto los ojos, cuerpo casi desnudo. [i]Superman [/i]la domina. Es incapaz de escapar del yugo imperial. Dos veces revolucionaria, [i]la Adelita anonymous[/i] baila un corrido norteño con su máscara de Guy Fawkes; mientras [i]la Comandanta Ramona[/i] de los arrabales se enfrenta a la represión.
Los actores llevan el arte al extremo en un ambiente que parece recrear al motín del 79, en el que los presos se levantaron contra los policías hasta que llegó el Estado mexicano a reprimirlos y asesinarlos.
Pero los artistas rompen con la represión, celebran la diversidad sexual y la libertad de expresión.
La escena se transforma en un mural renacentista entre barrotes y muros. El botón rojo ha sido oprimido y los misiles nucleares vuelan por el cielo, alrededor del mundo; es el apocalipsis total.
Las paredes parecen gritar [i]Build that Wall, build that Wall, build that Wall[/i]. Pero La Pocha Nostra ensordece con la exigencia del muro de la vergüenza.
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La Jornada
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