Graciela Ortiz, Abraham Bote, Juan Manuel Contreras
Foto: @mauriciovilad
La Jornada Maya
Mérida, Yucatán
Martes 7 de abril, 2020
La pandemia de COVID-19 llegó de repente, sorprendiendo a todos, sin respetar fronteras ni nacionalidades, ni poder adquisitivo, ni raza, ni religión, y en las crisis los seres humanos reaccionan de diferentes formas; están los inescrupulosos que sólo intentan salvarse a sí mismos, pero también aquellos cuyo corazón se hincha de solidaridad, empatía, responsabilidad y generosidad.
Las acciones individuales dejan de serlo cuando se suman otras personas que piensan igual, comparten valores y apoyan desde sus trincheras a esa brigada de médicos, enfermeras y todos los trabajadores de la salud que hoy se entregan para cuidar a quienes han contraído el COVID-19, que mañana podríamos ser nosotros.
La casa en Bugambilias
“En este momento es lo que podemos ofrecer, porque sabemos que hay necesidades en muchos lados”, comentó Dhania Landazuri, quien junto a su esposo Stephan Ortiz, posee una casa que usualmente rentan por Airbnb en Bungambilias, Chuburná. Hoy la destinan para que personal hospitalario en general pueda residir allí durante la contingencia, no sólo para descansar sino para evitar un posible contagio a sus familias.
Dhania puntualizó que de por sí el personal que labora en hospitales sufre un alto grado de presión, ve poco a su familia y a ello se agrega la pandemia y que muchos están doblando jornadas, “y luego viene la presión de que cuando regresan a sus casas existe la posibilidad de que contagien a sus seres queridos, es algo muy duro. Por eso pensamos, de alguna manera, darles un poco de paz, a través de un espacio que esté limpio, adecuado, donde estén cómodos y se sientan seguros”.
Precisó que algo que le pareció muy doloroso fue que “en lugar de que los aplaudamos por la labor que realizan, la gente les tiene miedo; creo que estamos en una época muy complicada, pero no podemos perder el humanismo”.
Refirió que ya han llamado muchas personas y tienen lista de espera para la propiedad, que cuenta con nueve habitaciones. Aún les falta completar una recámara de tres camas, donde pretenden ubicar a tres personas del mismo sexo y que trabajen en el mismo nosocomio, a fin de evitar la contaminación cruzada.
También se comunicó con otras personas que rentan por Airbnb, pero nadie quiso apoyar.
Gasolinera solidaria
Con el lema "Todos podemos ayudar a los verdaderos héroes", durante el mes de abril, la gasolinera La Completa, ubicada en Periférico Poniente, entrada a Chenkú, regalará 100 pesos en gasolina a todo el personal médico que haga una compra mínima de 100 pesos.
La iniciativa surgió con el fin de valorar el trabajo que realiza el personal de la salud para combatir la pandemia de COVID-19, y se dirige a médicos, enfermeras, administrativos y auxiliares, indicó Michel Alonzo Godoy, administrador de la estación de servicio.
En Yucatán ya se ha documentado maltrato y actos de discriminación contra el personal médico, al cual no se le permite abordar el transporte público e incluso se le obliga a bajar de éste, todo por el temor infundado a que contagiarán a los pasajeros.
Debido a esto, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) llamó a la población a no estigmatizar ni realizar acciones discriminatorias y violentas en contra de los trabajadores de la salud, que encabezan la respuesta del país a la contingencia actual.
Por tal motivo, la administración de La Completa decidió emprender esta iniciativa para darles un poco de ayuda “a quienes están en la guerra", y que sepan que hay personas que valoran su trabajo; esto a pesar de que las ventas de gasolina han decrecido por la contingencia.
Quienes trabajen en salud deberán mostrar únicamente una identificación que avale su desempeño para alguna institución o los acredite como profesionales del área.
Tacos de apoyo
La Taquería Yucatán, propiedad de Patricio Romero, no es nueva en esto de la solidaridad y el apoyo, ya que para el 25 de diciembre y 1 de enero suelen llevar mil desayunos y almuerzos a la gente que espera en el hospital O’Horán.
El pasado domingo brindaron a médicos, enfermeras y personal de la salud en general un desayuno gratis, compuesto por tres tacos, un refresco y postre, y un sincero agradecimiento por su labor.
“No tuvimos mucha venta, pero sí muchos vinieron a disfrutar de las promociones. En estos tiempos difíciles es duro para todos”, señaló el encargado, Raúl Ceballos, quien aclaró que el domingo volverán a hacerlo pero para los policías, “ya que todos están sobre ellos en estos tiempos; que son los malos, que no dejan salir, cuando en realidad son ellos los que están en las calles arriesgando el pellejo”.
Aseguró que mientras dure esta contingencia seguirán con ese tipo de acciones, y en breve les tocará nuevamente a los trabajadores de hospitales y clínicas.
En Pamplona no paramos
Pese a la pandemia, cientos de recolectores de residuos sólidos no peligrosos continúan su ardua labor surcando cada calle de Yucatán para recoger la basura generada en viviendas particulares y comercios. Una medida efectiva para preservar su integridad es rociar las bolsas con cloro.
Armados con cubrebocas, los llamados “basureros” se han sumado a las filas de quienes laboran en las denominadas empresas esenciales para el funcionamiento de la sociedad, arriesgándose – ellos y sus familias – a cualquier tipo de infección.
Con la emergencia del virus, la situación no ha mejorado para ellos. Sin embargo, el ánimo con el que realizan su imprescindible trabajo permanece intacto.
“En Pamplona no paramos”, reza la cartulina que porta uno de estos recolectores y que la compañía tuvo a bien compartir en sus redes sociales, a fin de concientizar a la población sobre la importancia de la labor de estos trabajadores.
Los servicios que Pamplona y otras paraestatales brindan, encargadas de la recolección de basura, son de suma trascendencia tanto para la preservación del planeta como para hacer frente a una contingencia sanitaria que tiene en alerta al mundo entero.
A través de esa publicación, tres trabajadores de la añeja compañía fundada en 1935, solicitaron a los usuarios rociar con cloro las bolsas que posteriormente recogerán en sus recorridos y colaborar, así, para que puedan seguir realizando cabalmente su labor en favor de todos los yucatecos.
Edición: Gina Fierro
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