Abraham Bote
La Jornada Maya
Mérida, Yucatán
Martes 24 de marzo, 2020
José Batún Dzul, de 58 años, se levanta todos los días a las tres de la mañana para empezar su trabajo de barrendero a las cinco. A pesar de la contingencia por el COVID-19, sigue trabajando para mantener limpio el centro de Mérida. Por su edad no tuvo el beneficio de dejar de trabajar, ya que dijo que el Ayuntamiento de Mérida aplicó esta medida a personas mayores de 60 años. No se le nota molesto, le gusta su trabajo y admite que, ahora que ya no hay mucha gente en las calles, hay menos basura. "Eso es bueno, ya no contamina tanto las calles", indica.
Así como don José hay decenas de personas que no pueden aislarse en sus casas. Deben salir a trabajar para ganarse el dinero que los mantiene a ellos y sus familias, lo que demuestra una vez más que la cuarentena no aplica para todos en un país con desigualdad social y laboral.
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Este 24 de marzo, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció durante su conferencia de prensa la firma de un decreto para que tanto en el sector público como el privado se otorgue permiso a los adultos mayores para que puedan estar en su casa con goce de sueldo y con todas las prestaciones, para así cuidarlos de la pandemia de COVID-19.
Mientras tanto, don José sigue limpiando las calles. "No queda de otra, tenemos que mantener limpia la ciudad, dar buena imagen", comenta. Agrega que ahora que ya no hay mucha gente la basura ha disminuido, sólo ha recogido hojas de los árboles y una que otra envoltura.
Su bote, a casi el mediodía, no se ha llenado ni a la mitad, cuando antes a esas horas ya estaba casi lleno y con puras botellas de pet, envolturas de frituras o galletas, bolsas de plástico, entre otras cosas. "Ya redujo la basura hasta en 70 por ciento", expresa feliz.
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El barrendero anda con su botella de agua y jabón, para limpiarse las manos frecuentemente, pues comenta que el Ayuntamiento no les proporciona ninguna medida o equipamiento especial para hacer sus labores durante esta contingencia sanitaria.
José sigue limpiando las calles con una sonrisa, pareciera no estar preocupado por la pandemia, ya sea porque no le han informado o simplemente no le preocupa. Mientras las autoridades no le digan nada, él continuará con su labor. Esperemos que mientras mantiene limpias las calles del centro, él permanezca sano.
Edición: Gina Fierro
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