Los Leones están en la Serie de Campeonato de la Zona Sur por sexta vez en las últimas siete temporadas, en búsqueda de su tercer gallardete en cuatro campañas.
Lo lograron al dar cátedra de cómo pelear cada turno y salir adelante generando oportunidades ante un férreo pitcheo, pese a batear .246, y de cómo nulificar a una ofensiva, en este caso la de los Olmecas, a la que limitaron a .197.
Tras una tremenda serie de zona frente a un gran rival con un futuro interesante como Tabasco, las fieras esperaban rival previo al partido de anoche en Veracruz entre Diablos y el Águila, con el México arriba 3-1. Yucatán se impuso 4-2 a los jarochos en la primera ronda, bombardeando el puerto con ocho cuadrangulares; hace dos años, barrieron a los escarlatas en la final sureña. La serie de campeonato arranca este viernes.
La dura batalla con los Olmecas preparó bien a los pupilos de Luis Matos para lo que viene. Hubo de todo: home run de Alex Liddi en la novena entrada para empatar contra el estelar Fernando Salas, luego de que los melenudos estuvieron a un straic de perder; dos “walk-offs” (uno de cada equipo); par de encuentros de entradas extras; dos blanqueadas de los rugidores y un duelazo de pitcheo, en el que el león Casey Harman, casi intocable, se impuso a Juan Pablo Oramas, actualmente el Pítcher del Año en la LMP. También, un caótico octavo episodio en el quinto choque del domingo, en el que se revisaron en video tres acciones, incluyendo un home run de Yadir Drake que no se debió cambiar a doble (no había toma contundente que mostrara que no fue cuádruple). Igualmente una jugada en segunda, en la que Alex Liddi le ganó al tiro del antesalista Ronnier Mustelier, tras batazo de Sebastián Valle, que puso cifras definitivas en la victoria de 3-0. Liddi fue puesto fuera apretadamente en el plato y expulsado por Vicente Madero después de aporrear su casco.
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Como contra Veracruz, cuando sacaron el mayor provecho del duelo entre su ofensiva, con su combinación de poder, paciencia y bateo de contacto, y un pitcheo vulnerable, los melenudos explotaron ante Tabasco el choque que les favorecía entre su cuerpo de serpentinas, el segundo más efectivo de la liga, y un ataque que anotó la tercera menor cantidad de carreras. Los Olmecas sumaron 10 registros, siete en el primer desafío.
Sea quien sea el rival, los selváticos serán un rival muy duro en la final. Su experiencia en playoffs -pusieron su récord en 19-8 desde 2019-, la mejorada ofensiva bajo el mando de Carlos Sievers, disciplinada y explosiva, y pitcheo (su WHIP en la postemporada es 1.16 y era el mejor, por encima del de los Diablos, 1.19) lo hacen gran contrincante. La mano del piloto Matos, quien aprendió en una organización modelo como los Dodgers de Los Ángeles y que ya tiene mucha experiencia en finales en su corta carrera, se nota.
Entre los conjuntos que quedan, los Leones son tal vez el más completo y equilibrado.
Contra el pitcheo número uno de la liga negociaron 29 pasaportes, por 24 ponches. Eran líderes de carreras limpias admitidas (2.92) y segundos en anotadas (70). Sólo falta correr un poco más. Dos robos de base es muy poco para el talento que hay.
Edición: Emilio Gómez
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