Ciudadana denuncia abuso policial en fiesta de Komchén

P.D. y su novio, quienes asistieron este sábado 18 a una fiesta en Komchén, fueron detenidos junto con el DJ y uno de los organizadores de la fiesta, alrededor de las 22 horas; sin embargo, asegura que la detención fue arbitraria y de forma violenta, mostrando por medio de Facebook que presenta rasguños, motivo por el cual ya emitió una denuncia ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey).

Aunque la detención ocurrió aproximadamente a las 10 de la noche, la víctima asegura que no llegó a los separos sino hasta las 2:00 de la mañana, siendo el tiempo de espera para ella de terror sicológico por las amenazas que los policías ejercían en su contra.

La afectada explica que la fiesta fue en un terreno al aire libre con un estimado de 70 asistentes, ella y su novio entre los invitados a la fiesta privada; señala que en el sitio cumplían con protocolos sanitarios como toma de temperatura y gel antibacterial para poder ingresar, así como una mesa para quienes iban juntos, con distancia entre las otras.

En el lugar, asegura, no hubo venta de alcohol, ella y su novio llevaron una botella de Whiskey que posteriormente tiraron cuando los elementos de la policía estatal les indicaron que no podían salir del sitio con bebidas alcohólicas.

Llegaron al lugar alrededor de las 20 horas y un par de horas más tarde la Secretaría de Salud y la Policía Estatal, también llegaron a realizar una revisión, no supo detallar cuántos elementos eran, “pero eran muchos”, viendo las circunstancias, uno de los organizadores se acercó a decirles que mejor se retiraran.

Cuando intentaron salir, todas y todos los asistentes se vieron detenidos de su acción por la policía estatal, pues sus elementos les dijeron que no podían irse, pues les realizarían un cateo; dada la situación, comenzaron a grabar lo que ocurría.

Los elementos de la policía, inconformes con las grabaciones, cuenta, les exigieron que dejaran de capturar lo que ocurría y, a quienes descubrieron con videos les hicieron eliminarlos; para el cateo, los dividieron en fila de hombres y fila de mujeres, siendo una revisión más exhaustiva para los primeros, conforme recuerda la afectada.

Una vez que ella logra salir, espera en la puerta a su pareja, junto con otras mujeres que también esperaban a sus novios, evitando ir a una zona muy oscura que las hacía sentir inseguras, a pesar de que los policías les decían que estaban estorbando.

Otro de los invitados logró salir y alertó a P.D., diciéndole que se llevarían a su novio porque estaba grabando, seguido de lo cual ella comienza a recibir las llamadas de él y se acerca, acusa que a su novio le pusieron una bolsita con dos cigarros marcados con “101” y, con ese pretexto, lo detendrían.

Cuando ella intenta agarrar las pertenencias de su novio, narra, a ella también la detienen, apunta que desde allí la sostuvieron con mucha fuerza “me sometieron” y la esposaron; pero las circunstancias empeoraron cuando la subieron a una patrulla, sola entre cuatro elementos de la policía.

Dice que estando en la patrulla, la llevaron a la carretera, a la salida de Komchén, donde intentó pedirles ayuda a otros automovilistas, situación que detonó en que sacaran un arma diciéndole que se callara, “en ese momento yo me callé”.

Ya estando asustada y llorando por lo que vivía, recuerda, comenzaron a amenazarla con abusar sexualmente de ella o dejarla tirada en la carretera, diciéndole que nadie se iba a enterar; le preguntaron si alguien la esperaba en casa o solo su novio, de dónde era y si tenía familia en la ciudad.

Estima que a las 2 de la mañana llegó a los separos, en donde volvió a ver a su pareja, aunque aún continuaba esposada, luego de que le permitieron ir al baño y el médico del lugar la revisó diciéndole que si no tenía fracturas estaba bien, finalmente entró a los separos.

Una vez allí, con diversas burlas, detalla, le pidieron firmar un papel, el cual no alcanzó a leer, pero recuerda haber visto que decía que la detención fue por alterar el orden público y que fue a las 2 de la mañana, pero al preguntar le dijeron que no era para que leyera, sino para que firmara y seguido de eso se lo quitaron.

Luego de toda la noche, calcula que a las 9 horas le dejaron hacer la llamada que le correspondía y alrededor de las 11 horas dejaron salir a su novio, minutos más tarde, también la liberaron.

Edición: Laura Espejo