Cementerio General de Mérida, 200 años de arte inmortal

Felipe Carrillo Puerto, Alma Reed, Ricardo Palmerín, David Vivas Romero, entre otros personajes ilustres, descansan a tan solo unos metros de diferencia en el interior de una zona que es considerada como Patrimonio Cultural por la Unesco: el Cementerio General de Mérida. 

A un bicentenario de su construcción, el Cementerio General continúa fungiendo como el hogar del descanso eterno para cientos de personas que honraron al estado en sus años dorados, sin embargo, ahora lo que los une es una vecindad en un cementerio que está de aniversario.  

Por ello, el Ayuntamiento de Mérida lleva a cabo el Simposio Académico Cementerio General con la colaboración de dos comités científicos nacionales: Arquitectura, Arte, Espacios y Cultura Funerarios, y el de Ciudades y Pueblos Históricos de México, que pertenecen al Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, organismo de la Unesco; y este miércoles 3 de noviembre develarán una placa en el Cementerio General para conmemorar los dos siglos de aniversario.  

Su historia toma forma desde la inauguración del cementerio, que fue el 3 de noviembre de 1821, la ceremonia la encabezó el último gobernador español de la península, el Capitán General Juan María Echeverri, según cuenta Manuel Zavala Gómez, investigador que ha dedicado sus últimos 25 años a estudiar a Mérida.   

El cementerio fue construido en terrenos de lo que fue la hacienda-estancia ganadera San Antonio X-Coholté ubicada en el Camino Real a San Francisco de Campeche. 

Sus antecedentes, remontan a la promesa católica de conservar el cuerpo que resucitará después del juicio final, los cuerpos eran resguardados en el interior de los templos o iglesias, sin embargo, debido a los olores fétidos que esto provocaba, las prácticas cambiaron. 

“Esto se empezó a complicar en el clima tropical de Yucatán, porque sepultamos al difunto y tapamos con madera, y se empieza a podrir” dijo el doctor Raúl Rivero, quien impartió la ponencia “Historia y Arquitectura del Cementerio General”.  

A partir de ello, surgieron los cementerios coloniales en el interior del estado, como en Teabo, Oxkutzcab y Motul, que se caracterizan por estar alrededor de las iglesias, y tener una muralla perimetral, un acceso y el interior.   

En Mérida, Santa Lucía fue una de las primeras iglesias en incursionar en el entierro de difuntos fuera del templo.      

Monumento a los Creadores de la Canción Yucateca 

Por iniciativa de la Sociedad Artística Ricardo Palmerín, surge la idea de tener dentro del cementerio un espacio para los artistas, compositores y poetas destacados.  

En el lote 80, comenzó a construirse el monumento en marzo de 1957 por el arquitecto Carlos Castillo Montes de Oca y el escultor colombiano Rómulo Rozo, quien talló las piedras del conjunto.  

“La funebridad del recinto quise contrastarla plásticamente desarrollando un tema alegre, para lograrlo, compuse una mestiza yucateca ataviada con el típico terno multicolor, reboso de Santa María y portando una guitarra con un listón que termina en cascabeles. Usa aretes de oro, anillo de jade  y pulseras….”, describe el  destacado escultor sobre su obra emblema del cementerio.     

El basamento central del monumento es ocupado por los más grandes representantes de la canción yucateca:  Ricardo Palmerín, Guty Cárdenas y Pepe Domínguez. 

Antes de que el monumento  a los Creadores de la Canción Yucateca quedara completamente concluido, en abril de 1958 llegaron los restos del compositor Guty Cárdenas.   

También, yacen el compositor Cirilo Baqueiro Preve Chan Cil, padre de la canción yucateca, así como Antonio Medíz Bolio y José Peón Contreras, Daniel Ayala, Pepe Gómez, Pastor Cervera, Juan Acereto, entre otros. 

Mujeres célebres     

Entre las mujeres célebres que reposan en el cementerio, están las artistas Judith Pérez Romero, quien fundó la agrupación Las Maya Internacional, la pianista  Ligia Cámara Blum, Lía Baeza, así como la maestra Consuelo Zavala Castillo, informó la investigadora y arquitecta Nicte Há Gutiérrez durante la ponencia “Mujeres célebres en el Cementerio General, el arte de la última morada”. 

También se encuentran, Elvia Carrillo Puerto, defensora por los derechos mayas,  Alma Marie Sullivan Prescot Reed,  periodista del New York Times. 

La investigadora recalca que las tumbas se encuentran “ un poco abandonadas y descuidadas”, pues la maleza tapa la mayoría de estas tumbas.  

Sus voces y su historia 

Siendo un lugar lleno de historia, el cementerio enamora a varios especialistas, pero ninguno como el arqueólogo Limbergh Herrera Balam, quien escribió el libro El Cementerio General de Mérida, sus voces y su historia. 

El cementerio fue su segundo hogar mientras realizaba el proceso de investigación para su libro, el cuál comenzó en su carrera como arqueólogo pues fue el tema de su tesis. 

“Yo dije, quiero hacer algo diferente, la mayoría de los arqueólogos estudian lo que hay del suelo para abajo (excavaciones), pero yo quiero hacer arqueología histórica: hacer hablar a los monumentos del suelo para arriba”.

Comparte que tuvo que estudiar disciplinas que no dominaba, y recibió asesoría también de lingüistas, sin embargo, logró su objetivo “logré que los ángeles hablaran, a esa parte de la arquitectura necrológica”.  

Con la tesis de la licenciatura, comienza las bases del libro y le comparte la idea al ayuntamiento de Mérida, el cual, consolida la impresión de un libro de mil ejemplares. 

Para su estudio, dividió el cementerio y lo conoce con los ojos cerrados. Limbergh subraya que como en otros panteones, las diferencias sociales son visibles, “hay una declarada condición social muy marcada entre los pudientes y la gente del pueblo, y lo podemos ver también en la iconografía funeraria, mármoles traídos de Italia o de Francia ángeles de mármol y por el otro lado  vemos reproducciones de yeso hecho por lapidarios yucatecos, sí vemos una marcada diferencia, yo diría hasta política”.

Además, fue quien propuso elevar al cementerio con una declaratoria de Zona Patrimonio Cultural  y colaboró con el sustento histórico que conlleva dicho trámite. 

“El Cementerio General de Mérida es uno de los más importantes a nivel mundial porque es uno de los pocos  que cumple 200 años de existencia y con una declaratoria municipal en 2013 cuando estaba Renán Barrera en su primer período”, explicó.

Para finalizar, Limbergh dijo: “Yo siempre digo que es un cementerio vivo, cuando uno recorre las calles  y entra a las calles secundarias, uno se topa con nuevos detalles. Hay alemanes, hay sirio-libaneses, italianos, franceses, mausoleos de chinos, masones, pisos ajedrezados, etc. Es un cementerio va pa' largo, puede cumplir 200 o 300, 400  y siempre va a estar lleno de vida”.

Edición: Laura Espejo