Organizan excursión a las trincheras que defendían a Mérida de los piratas

6 kilómetros al sur del puerto de Chelem se erige un complejo que fungió como defensa de la ciudad de Mérida. No mucha gente está al tanto del miedo que la población de la capital yucateca tenía ante una posible invasión pirata; y los senderistas de Ecoaventura Yucatán, de la mano del doctor Jorge Victoria Ojeda, organizarán una expedición para develar los secretos de estos bastiones escondidos en el monte.

Esas trincheras responden a la protección de Mérida. Siempre se ha pensado que la piratería se limitaba a Campeche y Bacalar, cuya arquitectura militar es evidente; sin embargo, desde el siglo XVII el constante acoso de los piratas a la región peninsular con intenciones de llegar a la capital de Yucatán ocasionaron que también se proteja.

“Hay que tener en cuenta un factor muy importante: el miedo. Hago hincapié en ello, porque ahora lo vemos distante -a más de 30 kilómetros de la costa- pero ¿cuál sería el sentir de la población de aquel entonces?”, sentenció el doctor Victoria en entrevista para La Jornada Maya.

Desde finales del siglo XVII, prosiguió, comenzó a armarse toda una estrategia defensiva para proteger Mérida. Esto comenzó en el siglo XVI cuando se instalaron vigías en la costa norte, sobre todo en la región del golfo que comprende Campeche; y algunas en la costa oriental de Quintana Roo.

“La vigía de Chuburná, de Ixil, de Sisal, de Santa Clara. Era una torre de madera en donde el sujeto se subía para observar el mar y ver si pasaban barcos. Fue el primer elemento de prevención en la costa”, detalló el investigador.

Posteriormente, explicó el doctor Victoria, en el mismo siglo XVII, se mandaron a hacer trincheras, una especie de parapetos para proteger los caminos que venían de la costa hacia la ciudad de Mérida, donde se encontraba la ciudadela de San Benito, construida en la segunda mitad del siglo XVII.

“Este sistema defensivo se componía, en el vértice de Sisal-Mérida-Santa Clara. Para 1722 había 17 grupos de trincheras que protegían esos caminos. Si regresamos al siglo anterior, de nueva cuenta hablamos del miedo”, expuso.

Así como los campechanos, dijo, lograron que la autoridad real les concediese una muralla; los encomenderos de Mérida solicitaron al rey que les autorice construir la propia. Si no fuera por ese temor, ellos no iban a gastar este dinero en dicha empresa.

“Sin embargo, la solicitaron y le dijeron al rey que la pagarían, pero cuando se terminara de construir no le darían un céntimo. No existe ningún documento que diga que no, pero en 1685 todavía se seguía hablando de la muralla que solicitaron los encomenderos meridanos”.

El miedo materializado

Otra cuestión relacionada con este tema radica en los túneles subterráneos de Mérida. Existe un documento en el Archivo General de la Nación, según el Dr. Victoria, de 1690, en donde el gobernador Juan José de la Bárcena informa al virrey que el ingeniero, además de construir los arcos de la ciudad -que se piensa eran parte de esa muralla- se construyan los subterráneos en la catedral, la compañía de Jesús, La Mejorada, las Monjas y el convento de San Francisco el Grande.

“Para que se abrigue la población en caso de invasión de piratas. En ningún momento dice que tuviesen conexión, yo creo que forma parte del agregado colectivo. Pero el documento de que se están haciendo los subterráneos para que se abrigue la población existe”, señaló Victoria Ojeda.2

¿Qué tan grande debió de haber sido el temor para que esta gente invirtiese esfuerzos físicos y económicos en construir una serie de defensas en contra de una posible invasión de piratas?”, cuestionó el académico.

Esto, continuó, nos lleva a considerar a la arquitectura militar de Mérida -aunque suene poético, aclaró- como el miedo materializado. 

No existe documentación que haya registrado una invasión pirata en Mérida. Ha habido intentos en Campeche, Hampolol, en donde los detuvieron; y algunos ingleses que llegaron hasta Ixil; a Sisal, pero no a Mérida.

Difusión patrimonial 

Las milicias, sobre todo de pardos -afrodescendientes- fueron quienes ocupaban estas trincheras en donde el puesto más destacado era el del vigía, cuya tarea consistía en vigilar el horizonte a la espera de intrusos.

En la expedición, se les explicará el contexto de lo que sucedió; y la manera en la que deben reaccionar con respecto a estas construcciones y las cosas que se encuentren, haciendo énfasis en la protección de Mérida, lo que eventualmente llevará a las trincheras.

“Nuestro interés es difundirlo para que las autoridades competentes se den cuenta. Si a ellos les gusta lo turístico, pues que bueno, que lo vean desde ese punto. A nosotros nos interesa como un bien patrimonial de los yucatecos que se está perdiendo”, dijo.

Según algunas fuentes, hubo enfrentamientos con ingleses en la época colonial, es decir, a finales del siglo XVIII. Se trata de conjuntos de muralla de casi dos metros, con 90 centímetros (cm) de espesor y 60 metros de largo, aproximadamente. Son tres complejos de piedra.

“Es un intento de hacer visible la destrucción de estos monumentos históricos que forman parte de un patrimonio poco divulgado en Yucatán, sobre la presencia de piratas en nuestras costas. Cuando escuchamos piratas, nos referimos a Campeche, pero aquí también hubo”, añadió Roberto Casares, impulsor de la iniciativa.

Para asistir se puede visitar la página del Facebook de Ecoaventura Yucatán, en donde también impartirán un taller teórico-práctico sobre el tema.  Se trata de una ruta para intermedios a razón de la sinuosidad de sus caminos., se recomienda llevar agua y ropa cómoda. Asistir no tiene costo y salen a las 6 horas del Carls Jr. de carretera a Progreso.

Edición: Estefanía Cardeña