Se casa primera pareja homosexual sin necesidad de amparo en Yucatán

El martes pasado, tras 18 años de relación, Luciano Martínez Tzuc e Irving Suárez Pérez se convirtieron en la primera pareja homosexual en contraer matrimonio civil en Yucatán, sin necesidad de un amparo. La boda se celebró en Progreso.

Desde el principio, contó Luciano Martínez, tomaron la decisión de casarse sin interponer el amparo, esto en solidaridad a las parejas que no podían pagar por el procedimiento: “no quisimos hacerlo hasta que fuera algo cotidiano”, sentenció.

A la ceremonia acudieron familiares, amigos y gente que les han acompañado de cerca en el activismo que han llevado a cabo por años en el estado. Michelle y Paola, dos chicas transgénero, fungieron como damas de honor. 

“Somos la primera pareja en contraer matrimonio sin necesidad de un amparo; y no hay diferencia con cualquier otro matrimonio. Todos son matrimonios ante el Registro Civil, que nos brindó todo el apoyo”, aclaró el recién casado.

Pese al logro del matrimonio igualitario, Luciano señaló que aún quedan asignaturas pendientes en Yucatán como la ley de identidad de género -lo que sigue en la agenda del activismo-; la erradicación de la discriminación y la adopción homoparental. 

En cuanto a la discriminación, Martínez Tzuc lamentó que continúa imperando en varias esferas de la sociedad, manifestándose en varias formas como el llamado cyberbullying; la homofobia, transfobia y una gran lista de fobias que circulan en la red.

Otra de las metas en su vida personal, prosiguió, consiste en adoptar: “queremos darle la oportunidad a un niño o una niña de tener una familia”, sostuvo.

La boda se realizó el martes 8 de marzo a las 19 horas en un local llamado El Milagro. Inicialmente se iba a llevar a cabo en el Pabellón del Amor -del Malecón de Progreso- sin embargo, por cuestiones técnicas, aseguró, se vieron obligados a trasladarla a esa locación.

Pese a las complicaciones, el próximo 10 de abril -aniversario del día que se conocieron- ofrecerán una reunión en ese sitio con los amigos y familiares que no pudieron asistir, pues varias de ellas, al ser activistas, acudieron a la marcha para conmemorar el 8M. 

“Vamos a tener una acción de gracias por la iglesia incluyente de Yucatán el mismo día que Irving y yo cumplimos 19 años de conocernos; y ese lugar será parte del momento. Ahí será la sesión de fotos, como quisimos desde el principio”, comentó.

Pasado y futuro

Luciano e Irving se conocieron en la sala de un chat por internet que ya no existe, tenían 16 y 19 años respectivamente. Desde que comenzaron a platicar, recuerda, hubo química entre ellos; tanta que a los tres meses decidieron empezar una vida juntos.

“El primero de agosto ya vivíamos juntos e iniciamos una vida desde cero; continuamos con nuestros estudios y comenzamos a pensar en nuestro futuro. Pusimos una capacitadora en donde damos cursos a empresas de los tres estados de la península”, abundó.

A la par, compartió Luciano Martínez, ambos se fueron involucrando cada vez más en el activismo, el cual hacen posible mediante certámenes de belleza de la mano de diversas asociaciones de la sociedad civil como el Oasis San Juan de Dios, Hogar de Loreto y Sueños de Ángel.

“A pesar de que nos creamos fuertes en muchas cosas, siempre continúa habiendo alguien que quiere pasar por encima de nuestros derechos y tenemos que alzar la voz. Fue así como tomamos la decisión de solidarizarnos con las parejas que no podían acceder al amparo”.

A lo largo de su relación, cuenta, hubo muchas personas que se ofrecieron a cubrir el costo este procedimiento, pero ellos se negaron. Querían hacerlo cuando todas las parejas pudieran hacerlo también, con todas las de la ley.

Ambos esperan que el hecho de ser la primera pareja gay en contraer matrimonio sin amparo en Yucatán represente una lanza que abra brecha para que más parejas puedan hacerlo. Mientras tanto, continuarán en su lucha personal para lograr adoptar. Eso es lo que sigue.

Edición: Laura Espejo