Nuestra voz debe ser escuchada en la remodelación de San Benito: locatarios

Rafael Xool es de los pocos locatarios que tiene abierto su local en la planta alta del mercado San Benito; ofrece sus servicio de sobador. En su negocio se puede leer la leyenda: “Servicio del sistema corporativo en cuellos, cervical, lumbar, nervio ciático, miembros superiores e inferiores”.

Lleva apenas un año en esta zona la cual se encuentra prácticamente desierta, la mayoría de los locales están cerrados, ya sea porque no tienen dueño o las personas sólo van un rato y se quitan o el local sólo les sirve como bodega, pues se dedican a vender en las calles como ambulantes.

“Así es cariño, está todo muerto en esta zona, nadie viene”, dice el locatario mientras acomoda productos de higiene personal. 

Locatarios y líderes de agrupaciones de este mercado, ubicado en el centro de la ciudad, piden que las autoridades municipales tomen en cuenta sus opiniones respecto a los trabajos de remodelación contemplados para el lugar. 

De acuerdo con datos del ayuntamiento de Mérida, hay mil 905 locatarios en el Mercado Lucas de Gálvez, de los cuales mil 801 se encuentran activos. En el caso de San Benito, en la planta baja hay mil 381, de los cuales mil 374 se encuentran activos; en el primer nivel se tiene un total de 819 locales con 45 activos, y en el segundo nivel, 316 locales, con seis activos.

Las actividades que se realizan de manera cotidiana en ambos lugares comprenden trabajos de mantenimiento en materia de albañilería, electricidad, drenaje, plomería, así como la reparación de las instalaciones, herramientas y equipos de trabajo para el debido funcionamiento de los mercados. 

En días pasados, el alcalde Renán Barrera Concha informó que los 350 millones de pesos (mdp) que el Congreso del Estado aprobó al ayuntamiento el pasado 30 de junio se invertirán en movilidad urbana, pavimentación de calles y obra pública productiva.

De esta cifra, según detalló, 45 mdp se destinarán a espacios públicos, 30 mdp de pesos para los mercados de San Benito y Lucas de Gálvez y 275 mdp a la construcción de vialidades y obras complementarias a los proyectos ya mencionados.

Comerciantes de San Benito indicaron que hasta el momento, las autoridades no han señalado qué trabajos de remodelación van a realizar, no obstante, les gustaría mejoras en la limpieza de los pasillos, cambiar el área de basura que se ubica en el sector de carnes, trabajos de fumigación, mayor vigilancia, mayor promoción del lugar y certeza jurídica en sus locales.

También piden un censo para conocer de manera concreta cuántos locatarios hay y qué locales sí se están usando, así como una reasignación de los “espacios muertos”, pues reconocen que existen locales que no se están usando como debiera. 

En un recorrido se pudo observar que a diferencia del Lucas de Gálvez, en San Benito hay menos afluencia tanto de personas como de locatarios; la mayoría de los accesos y algunos pasillos están ocupados por vendedores ambulantes.

La planta alta se encuentra vacía, pasillos sin luz, sin comerciantes, locales cerrados; algunas personas solo los usan como bodega para sus mercancías. Paredes pintadas, pisos sucios. Es hogar de gatos y otros animales que han encontrado un lugar donde descansar.

Carlos Koyoc Uribe, presidente de la Unión de Locatarios del Mercado San Benito, comentó que una de las exigencias que han solicitado al ayuntamiento de Mérida es darle mantenimiento a los desagües, ya que para la temporada de lluvia rebosan las aguas negras del sumidero, y una limpieza general y fumigar de manera constante.

También arreglar las lámparas que no funcionan correctamente, entre otras cosas de electricidad. No obstante, dijo que hasta el momento no les han informado nada sobre qué trabajos van a realizar con el recurso que se aprobó.

Koyoc Uribe opinó que la autoridad municipal debería hacer una encuesta y preguntarle a cada locatario qué necesitan, qué remodelaciones ven más urgente; además de explicarles que necesitan y qué piensan hacer. “Que se escuche la voz de todos los locatarios y no sólo de algunos grupos, que no haya favoritismo”, pidió. 

El líder de locatarios reconoció que muchos locales están cerrados, porque muchos cerraron por la pandemia del Covid-19, otros ante la falta de ventas cerraron sus cortinas, o sólo abren en determinados días y horas.

Por eso, indicó que es urgente hacer un censo para conocer cuántos vendedores hay, y qué locales sí se están usando de manera correcta.

Certeza jurídica 

También solicitan certeza jurídica para los locatarios y sus locales, pues no les han otorgado concesiones, sólo una asignación, lo que es preocupante porque en cualquier momento pueden perder sus lugares de venta y sus derechos laborales. 

Aseguran estar dispuestos a pagar una cuota para poder tener la concesión el lugar durante varios años.

Reasignación de lugares 

Para Salvador Quintal Arrocha, presidente de la Alianza de Tablajeros y Abastecedores de Yucatán, es urgente hacer una reasignación de lugares de puestos en el mercado, ya que considera que no están bien ubicados. “Está un poco laberíntico el mercado”, resumió.

Se tiene que aprovechar todas las zonas del mercado, hay lugares desocupados, necesitamos más espacios donde se pueda vender y usar, apuntó. “La parte de arriba nunca ha sido funcional, es un espacio muerto que debería usarse”, indicó. 

El líder carnicero comentó que el área de carnes debería contar con aire acondicionado.

Joyeros en extinción 

Un locatario del área de relojería, quien prefirió el anonimato, comentó que se necesitan más trabajos de vigilancia por parte de la policía municipal, más limpieza y retirar a los vendedores ambulantes que obstaculizan las entradas del mercado.

Comentó que con el paso de los años el área de joyería se ha ido apagando, ocupando el lugar vendedores de zapatos, ambulantes de accesorios para el teléfono, productos chinos, entre otros productos. 

Aseguró que muchos han dejado esta labor ante la crisis económica, mucha gente ya no está interesada en comprar oro, incluso llevan sus joyas, alhajas, para vender. “El oro ya no es negocio”, afirmó.

Edición: Ana Ordaz