Las fusiones gastronómicas orquestadas por el chef Garnica (La Negrita, Casa Chica y La Fundación Mezcalería) se caracterizan por su frescura y particularidad. Hoy, La Mezca cuenta con nuevos platillos para el disfrute de sus comensales.
La función del chef Vicente Manuel Garnica en estos establecimientos radica en que los menús sean lo suficientemente dinámicos “para que la clientela no se aburra”.
“Según las épocas, tratamos de sacar platillos especiales. Tenemos gente especializada, sobre todo en la comida yucateca, la cual tratamos de hacer un poquito diferente a la que se hace en casa”, comentó.
Un común denominador en la cocina del chef es que busca generar fusiones, especialmente para la gente que visita Yucatán: “Que no sea tan pesada la comida de noche, por ejemplo”.
En La Mezca, La Negrita, y Casa Chica “tenemos un poco de fusión de algo, tratamos de que sea algo diferente para que el cliente tenga varias opciones”, señala.
En el caso específico de La Fundación Mezcalería, el chef Garnica subrayó que ahora es un establecimiento diferente, ya que se pone especial atención en la parte gastronómica.
“Ya tiene más de la cocina, lo que es la comida, porque anteriormente sólo había hamburguesas y esas cosas. Ahora el menú es mucho más variado”, celebró. Platillos a base de camarones, pulpo, e incluso innovadores hot dogs figuran hoy en el menú de La Mezca.
En cuanto a los nuevos platillos, el chef Garnica recalcó que también son una fusión: “Son calzones, que en realidad no son como uno italiano, más bien es una tortilla grande y abierta. Tratamos que sea vistoso”.
La panadería empleada en los platillos de los tres establecimientos, recordó, es propia; y los calzones los rellenan con pulpo, camarón y otros insumos.
Fue hace 10 días cuando se lanzaron estos platillos y el chef celebró la buena respuesta que han tenido por parte de los comensales, aunque hay personas que siguen ordenando lo tradicional.
El chef Garnica tiene más de 35 años de experiencia en el ámbito gastronómico. Comenzó a los 13 años en su natal Argentina, en donde estudió Educación Física; y al mudarse a Europa encontró su pasión en los platillos.
“Vi que era algo totalmente a lo que yo pensaba; y empecé a viajar, a buscarle en países como España y Estados Unidos. Todo eso me dio la gastronomía, la cosa era siempre aprender, especialmente lo tradicional”, sentenció.
El chef lleva 12 años en Yucatán y cinco trabajando en La Negrita, Casa Chica y La Fundación Mezcalería. Fue la tranquilidad meridana lo que lo motivó a quedarse. Sus platillos pueden degustarse en cualquiera de los tres sitios.
Edición: Ana Ordaz
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