Esta mañana, decenas de trabajadoras y trabajadores de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) Yucatán realizaron una protesta para exigir que la institución revise a sus dirigentes, pues acusan a la encargada del despacho, Jayne González Alvarado, de malos tratos a su personal.
Wilberth May Alfaro, secretario general del Sindicato de la Semarnat, sección 58 en Mérida, explicó que hoy se manifestaron en contra de la maestra porque desde su llegada las y los trabajadores, tanto de base como de contrato, han tenido problemas con ella.
Señaló que el propio sindicato ha tenido dificultades de comunicación e incluso han solicitado entablar una reunión con ella, sin que hasta el momento les hayan dado la misma.
Además, informó también que continúan a la espera de los uniformes que les corresponden para desempeñar su labor, pues debieron entregárselos desde noviembre de 2022, pero esto no ha ocurrido hasta el momento.
Entre los carteles y consignas que visibilizaron están: “los tiempos de la prepotencia y la arrogancia, ya habían quedado atrás”, “fuera a la autoridad con su prepotencia”, “no al autoritarismo”, entre otras con la misma exigencia, un trato justo por parte de la encargada del despacho.
Las acusaciones, en general, fueron realizadas hacia González Alvarado por dar un trato déspota, por lo cual exigen a la SEMARNAT tener una intervención inmediata para que la situación cambie, pues alegan que desde noviembre intentan establecer comunicación a través del sindicato, sin que esto sea posible hasta ahora.
“Solicitamos a las autoridades de oficinas centrales analicen bien a las personas que contratan, ya que al parecer la I.M.C. Jayne no tomó clases de recursos humanos”, señalaron con una pancarta.
Edición: Laura Espejo
Los probables responsables fueron asegurados portando armas de fuego y posible droga
La Jornada
Gobernanza y Sociedad
La Jornada Maya
Las escuelas son más que escenarios en los que ocurre la labor docente
Margarita Robleda Moguel
La agresión ocurrió a cinco días de la muerte del comunicador Marco Aurelio Ramírez
La Jornada