Reciclando dunas, un respiro para la zona costera de Sisal, Yucatán

Un grupo de egresados de la carrera de Manejo Sustentable de Zonas Costeras de la Unidad Académica Sisal, de la UNAM, trabaja desde hace casi 5 años en la restauración y conservación de las dunas del puerto con el objetivo de mejorar las condiciones de este ecosistema.

Con sus acciones, el equipo de Reciclando dunas ha logrado la reforestación de más de media hectárea de la duna de Sisal.  

Además, Patricia Guadarrama, Diana De Yta Castillo, Laura Vidal, Rosario Acosta, Eduardo Muñoz, Elena Juarez, Vanessa Oviedo, Baruch Aguilar,Fatima Puuc y Victoria Cob también promueven educación ambiental a través de diversas actividades que involucran a todos los miembros de la comunidad de Sisal, comisaría del municipio de Hunucmá.

“Ahorita tenemos un programa con los niños de primaria que se llama Guardianas y Guardianes de la Costa en colaboración con otra asociación que se llama Mujeres, Niñas y Biodiversidad y organizamos talleres con diferentes grupos de la comunidad, con palaperos, con mujeres, con prestadores de servicios turísticos, también hemos trabajado con los restaurantes para hacer como composta y hacemos prácticas dirigidas a conocer la importancia y el beneficio que tiene mantener la duna conservada”, detalla Baruch Aguilar, representante del colectivo Reciclando dunas.

Todo comenzó como un proyecto de culminación de la carrera, pero la aceptación positiva llevó al equipo a seguir trabajando en el tema, al que poco a poco se van incorporando personas voluntarias.

Quienes integran Reciclando dunas se encargan de que las dunas sigan teniendo su función protectora contra los impactos negativos del cambio climático. Para ello restauran todos los accesos a la playa que son abiertos por particulares y que fragmentan el ecosistema.

Reciclando dunas trabaja con los propietarios de casas con vista al mar para que no generen accesos individuales y que respeten las entradas oficiales y así no causen daño a este espacio.

De la misma forma trabajan con los palaperos de Sisal para que no ocupen el espacio de las dunas.

Tras delimitar esta zona, el equipo hace un trasplante de vegetación para permitir la restauración de la duna o se encarga de vigilar que el ecosistema se recupere por sí mismo.

“Lo más satisfactorio es que la gente de Sisal está muy consciente de las dunas y los beneficios que tienen y porqué es importante conservarlas… Nos reconocen como grupo de trabajo de Sisal y ya saben cómo convivir con las dunas y al mismo tiempo aprovechar la playa”.

El colectivo ha trasplantado más de 2 mil plantas con una tasa de sobrevivencia de casi 100 por ciento y con todos estos resultados tan exitosos, la organización pretende seguir trabajando en el aprovechamiento sustentable de la playa, ahora en coordinación con Kalanbio el Programa de Pequeñas Donaciones del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), es implementado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

“Hay todavía actividades, principalmente para seguir sumando a la gente del pueblo, principalmente gente de Sisal y replicarlo en otras playas de Yucatán y de toda la península”, declaró Baruch.