Yucatán > Ecología
Rodrigo Medina
02/10/2024 | Mérida, Yucatán
En el marco del Día Nacional del Maíz 2024, el cual se celebra el 29 de septiembre, el Centro de Investigaciones Científicas de Yucatán (CICY) realizó una serie de actividades entre charlas, proyecciones documentales e incluso un mercado de venta de productos de la milpa maya en las instalaciones del Jardín Botánico Regional Roger Orellana.
Algunas de las actividades del Día Nacional del Maíz incluyeron la conferencia magistral Panorama y perspectiva de la milpa en Yucatán de Elia Ku Pech; el foro El futuro de la milpa maya desde la voz de jóvenes milperos, de José Luis Simá y la proyección del cortometraje Petricor, de Alejandro Chay.
Foto: Rodrigo Medina
En la inauguración del evento se dio un panorama general de la condición del campesinado y la producción de alimentos en el país.
“Este evento obedece a una serie de reflexiones que tenemos que hacer como sociedad, en términos de quienes producen los alimentos como las familias campesinas mexicanas, que producen maíz, frijol y muchas otras especies producidas por ellas mismas y sin procesos industriales”, explicó Jorge Urdapilleta Carrasco, responsable del Proyecto Red de Producción de Alimentos Sanos (ALISA).
El evento, que llevó por subtítulo Porque el maíz es nuestro tesoro, congregó a expertos en el tema de la producción de alimentos de forma agroecológica y sustentable y a campesinos de comunidades. Los investigadores evidenciaron en sus charlas cómo en 40 años la mayoría de las familias campesinas han dejado de producir sus alimentos, cambiando no sólo su dieta básica sino también la relación con el territorio y su economía.
“Su ingreso monetario aumentó pero su dieta básica y su alimentación se deterioró. Pensemos que para 1940 el 65 por ciento de la población de este país vivía en el campo y prácticamente tenía como actividad económica la producción agrícola o pesquera”.
Foto: Rodrigo Medina
El reconocimiento de la producción de recursos en lugares como la milpa en el estado, funcionan de contrapeso a las ofertas de alimentos hechos a base de agroquímicos. La oferta de venta de productos de la milpa maya realizada en el Jardín Botánico del CICY incluyó a productores y productoras de comunidades como Tzucacab, Kantunil, Xoy y Dzitás. Entre los insumos de las milpas están las variedades de maíz regionales, la calabaza, el pepino, la miel, ejotes, y semillas de chile habanero o sandía. Tortillas hechas a mano o tamales de frijol y carne de cerdo fueron algunos de los alimentos que también se vendieron en el recinto.
Foto: Rodrigo Medina
Uno de los grupos más importantes de producción agroecológica del interior del estado es Chuk Je’el, que significa Buscando responsables. Es un proyecto que desde el 2017 tiene la idea de enaltecer el pueblo de Dzitás y vincular a los jóvenes con las semillas y su cultivo.
“Nuestra intención es encontrar a los nuevos responsables de las semillas criollas. Determinamos que existe una problemática, un abandono del campo. Una nula participación de jóvenes en la milpa, y sobre todo la pérdida de maíz criollo. El campesino le estaba apostando al transgénico y a los maíces químicos. Lo que nosotros queremos es volver a integrar que nuestros productores tengan maíces criollos y que los tengan a fácil alcance con Guardianes de las Semillas de Chaksinkín”, expresó Jesús Alejandro Salazar Chay, parte del colectivo Chuk Je’el.
Foto: Rodrigo Medina
Edición: Fernando Sierra