Más de mil artesanos se benefician con la fabricación de uniformes escolares

Ochenta talleres de Mérida y del interior del estado, que emplean a unas mil personas, pudieron afrontar la pandemia de coronavirus al fabricar los uniformes escolares que el gobierno del estado se encuentra entregando a niños y niñas de escuelas primarias públicas, a través del Programa Impulso Escolar.

“Por intermedio de este programa se confeccionaron 422 mil 414 camisas, en unos 80 talleres de confección, que si bien son pequeños en cada uno de ellos hay entre cinco y 10 personas, o sea que fue una buena derrama económica para esos municipios, de más de 20 millones de pesos”, indicó el titular de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (Canaive), delegación Yucatán, Fernando Muñoz Carrillo. Este año se hicieron cinco mil prendas más que el año pasado.

Muñoz comentó que ahora viene la segunda parte, donde se fabricarán 211 mil 207 chamarras, lo que dejará para los artesanos una derrama de poco más de 25 millones de pesos.

Los pequeños talleres se ubican en Tekit, Espita, Acanceh, Motul, Temax, Hunucmá, Hocabá y Mérida, donde trabajan alrededor de 750 personas, “independientemente que para el corte de esas prendas, también involucramos a otra gente, por lo que creo que hay más de mil beneficiados en este proyecto en particular”.

“Lo importante es que este es un dinero que queda aquí en el estado, porque hay entidades que compran a otros lugares y la derrama económica no se queda en su estado”, abundó el dirigente.

Aseguró que este trabajo fue una gran ayuda en este momento de la pandemia, ya que la industria textil fue muy lastimada, “iniciamos la confección a partir de marzo y entregamos en tiempo y forma el 15 de julio”.

La tela de las camisas es 65 por ciento polyester y 35 por ciento de algodón, “es una prenda fresca, ligera, fácil de lavar, secar y planchar, en tanto las chamarras son de una tela deportiva, un tipo de microfibra, con una felpa por dentro, que no encoge y de color firme”, detalló sobre los uniformes.

Capacitación y asesoría

Muñoz explicó cómo eligen a los beneficiados para realizar esta labor. “Vamos a los municipios de Yucatán donde hay pequeños productores, son talleres familiares; los capacitamos para que confeccionen prendas de vestir para que más adelante tengan sus marcas propias y sus líneas de ropa. En este caso les enseñamos cómo etiquetar y los protocolos de calidad, pero también los asesoramos con el protocolo de seguridad, para que manejen el uso del tapete sanitizante, del gel antibacterial, que se laven las manos y que guarden la distancia”, explicó.

A través de un programa de la Canaive, denominado “Así es la guayabera, así es Yucatán”, realizan un estudio previo para ver qué comunidades cuentan con algún tipo de máquina o realizan ese oficio, “de ese modo vemos quiénes pueden trabajar con nosotros. También recibimos un mapeo por parte de la Secretaría de Fomento Económico y Trabajo (Sefoet) de los municipios más necesitados que pudieran hacer esa labor”.

La Canaive es la encargada de distribuir la materia prima para los uniformes y recepcionar el producto terminado y etiquetado, el que recibe luego la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) que es la entidad que coordina el programa.

“Nosotros les damos a los talleres el corte, la talla, la etiqueta, los botones y el hilo. La cantidad de prendas que confecciona cada taller depende de la capacidad, pero es en promedio de tres mil 500 a cinco mil prendas”, señaló.

Por último precisó que el requisito para la capacitación es que los talleres deben ser formales. “Lo importante es que después de la labor de confeccionar ropa escolar, varios socios de la Cámara van con ellos para que les maquilen sus propios productos, por lo que el beneficio es mayor”, concluyó.

Edición: Elsa Torres