Si bien durante los meses de la cuarentena, los suicidios en Yucatán se contuvieron, a partir del mes de julio se dispararon, esto principalmente por la crisis económica, la desesperanza, sumado al consumo de sustancias como el alcohol, señaló el doctor Paulino Dzib Aguilar, director de la Clínica en Justicia Terapéutica de Yucatán.
El especialista advirtió que de no reactivar la economía pronto, así como generar apoyos para afrontar la crisis económica, podrían aumentar los casos y problemas mentales.
Apenas el pasado 8 de noviembre, se informó que una persona de la tercera edad, de 91 años, se suicidó con arma de fuego, en la colonia Alemán.
De enero a julio de este año, Dzib Aguilar ha documentado, a través de los medios de comunicación, por lo menos 75 suicidios, 80 por ciento de hombres.
Según sus cifras, en enero hubo 16 suicidios; los números fueron bajando conforme el paso de los meses, registrándose entre cinco y nueve casos, algo atípico ya que los meses de más calor suelen detonarse las muertes auto infligidas, subrayó el especialista.
Para el coordinador del Laboratorio de Psicología Jurídica y Criminológica de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), esto se debe a que fueron los meses de la cuarentena por COVID-19 y llegaron las medidas de aislamiento, con lo que se perdió una característica principal de los suicidios: la privacidad.
“El suicidio todavía es un acto privado, pocas veces vas a ver a alguien que lo haga públicamente”, indicó; no obstante, con las medidas de aislamiento muchas personas se vieron obligadas a estar reunidas con otras, ya fuera amigos o familia en un mismo espacio y se “rompió” la privacidad.
Sin embargo, en junio y julio los casos aumentaron otra vez, con 16 y 15 respectivamente, según expuso el especialista; esto se debe, principalmente, al aumento de la desesperación, aunado al consumo de alcohol u otras sustancias.
También a que la persona tuvo una desavenencia alrededor de su vida, se divorció, perdió el trabajo, una discusión, además que se afectó la estructura del sueño, lo que impacto el metabolismo cerebral.
Por lo tanto, para el experto, si no se reactiva la economía lo más rápido posible, la desesperación va a aumentar, así como otros delitos.
Otro fenómeno que ha detectado los últimos años, y que no es propiamente de la pandemia, es que ahora se matan más jóvenes y personas de la tercera edad, a partir de los 10 años. Hay otro: adultos mayores que dejan de comer, de tomar sus alimentos, pero estas muertes no se registran como suicidios, sino como “muertes socialmente aceptadas”.
Apoyo sicológico al teléfono 800-108-80-00, es gratuito y está disponible todos los días de la semana, en el día y en la noche, y los días festivos. Es atendido por sicólogos especialistas en la salud mental de las diversas áreas de atención como Servicios de Salud Yucatán, DIF y la Secretaría de las Mujeres.
Línea de Apoyo Emocional (9994-54-10-81) del Ayuntamiento el Colegio de Psicólogos del Estado de Yucatán.
Edición: Elsa Torres
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