Supervisa Vila Dosal labores de evacuación en Río Lagartos y San Felipe

Ante el avance del huracán Zeta hacia territorio yucateco, el gobernador Mauricio Vila Dosal acudió a los municipios de Río Lagartos y San Felipe, para constatar el buen funcionamiento de las acciones y medidas de protección y asegurarse de que la gente de estas localidades se encuentre reubicada en sitios más seguros.

El gobernador recorrió las calles y visitó los hogares de estas poblaciones para exhortar a quienes todavía se encontraban en sus domicilios, para que, por su propia seguridad, abandonaran sus predios y se trasladaran a los refugios temporales, ya que, hasta el último reporte, el huracán Zeta había alcanzado la categoría 1, por lo que se pronostica que pueda tener fuertes efectos en esta zona del estado.

Luego de encabezar la tercera sesión extraordinaria del Comité Estatal de Emergencias del Consejo Estatal de Protección Civil de Yucatán, Vila Dosal se dirigió a Río Lagartos para visitar a los vecinos e invitarlos a evacuar esta comunidad, que se pronostica será afectada por el fenómeno natural. Para ello, se dispusieron refugios en Tizimín y Panabá, los cuales ya se encuentran avituallados para recibir a la población que así lo requiera.

Ante habitantes de Río Lagartos, el gobernador dijo que aquellos que decidan evacuar sus casas por seguridad, podrán contar con el apoyo de camiones para trasladarse a los refugios temporales habilitados en Panabá y Tizimín donde podrán recibir alimentos y contarán con un lugar seco y seguro para dormir e incluso, aquellos que lo necesiten, recibir atención médica.

Posteriormente, Vila Dosal recorrió las calles de este municipio costero y acudió a la zona donde se encuentra la Capitanía de Puerto para supervisar las labores de desalojo de lanchas que realizan los pobladores con apoyo de grúas de arrastre y de camas planas provistas por el gobierno estatal.

Acompañado del titular de la Secretaría de Desarrollo Social, Roger Torres Peniche; y de Pesca y Acuacultura (Sepasy), Rafael Combaluzier Medina, el gobernador platicó con pescadores de la localidad a quienes también invitó a refugiarse en las instalaciones habilitadas en los municipios cercanos.

Posteriormente, en San Felipe, Vila Dosal visitó el hogar de Antonio Pomol Chalé, de 93 años, a quien invitó a acudir a uno de los refugios temporales instalados en la zona a manera de prevención o a algún sitio seguro, pues su vivienda está construida a base de tablas y láminas, además de que cuando la creciente incrementa, el agua suele entrar ocasionando inundaciones y dañando sus pertenencias.

Junto con su hijo José Armín Pomol Noceda, con quien vive, Antonio se encontraba resguardando sus pertenencias de valor y finalizando los preparativos para poder dejar su casa, ya que tiene la experiencia del paso del huracán Delta, que ocasionó que el agua alcanzara importantes niveles.

Al respecto, su hijo platicó que debido a la avanzada edad de su padre lo más conveniente es moverse a un lugar donde se encuentre más seguro, pues lo más importante es su salud y bienestar, por lo que se trasladarían a Tizimín, donde serán recibidos por su hermana.

José Armín se dedica a la pesca, por lo que desde temprano fue a resguardar su embarcación.

Posteriormente, el gobernador supervisó el abordaje de la población que se movilizó como parte del operativo de evacuación. Los autobuses transportarán a todos los habitantes que así lo requieran hacia Tizimín y Panabá, cuidando las medidas de higiene y prevención.

Ante la alcaldesa de San Felipe, Juana Baltazar Santos, Vila Dosal reiteró a la gente que está siendo trasladada la importancia de no bajar la guardia en las disposiciones sanitarias para prevenir la transmisión del nuevo coronavirus.

Cabe señalar que personal del Instituto de Infraestructura Carrera del estado (INCAY) se encuentra trabajando para reparar de manera provisional la carretera federal que comunica a los municipios de Panabá y San Felipe, la cual presenta afectaciones desde el paso del huracán Delta.

Para ello, se están realizando labores de desazolve y se instalará una tubería que permita flujo del agua. De igual manera, se harán trabajos de rellenado con pedraplén y escombro para dejarla compacta y la gente pueda trasladarse de forma más segura ante la emergencia climatológica. Las tareas la están realizando 40 trabajadores del INCAY y se están empleando cinco volquetes, una retroexcavadora, una motoconformadora, así como dos tráilers.

Edición: Elsa Torres