Adolescentes, un grupo vulnerable ante depresión en medio de pandemia por COVID-19

Día a día, se ha hablado poco de cómo los adolescentes han enfrentado la situación ante la pandemia por coronavirus (COVID-19), sin embargo, especialistas advierten que es un sector vulnerable, capaz de sufrir depresión y ansiedad en silencio.

“De mis tres hijas, la que más me preocupa es la que tiene 14 años, porque sabemos que lleva sus clases en línea, pero no sabemos más nada de ella. La pasa todo el día en el cuarto desde que empezó todo esto por coronavirus”, compartió el señor Rodrigo, quien antes de la llegada del virus a Yucatán, trabajaba para una empresa que distribuye productos de plástico.

El padre de familia que al quedarse sin trabajo ha tenido que optar por trabajar como conductor de Uber, dice que le gusta sentir que sus hijas están seguras en casa, pero eso sí, está consciente de que su hija, la mayor, no esté disfrutando su etapa tal como debiera ser.

“Me pongo a pensar en ella y no está viviendo su adolescencia como yo la viví, como usted la vivió, con esos juegos de secretitos de conocer a un chico y entonces contarle a sus amigas cómo se siente y todo lo que le pasa. Ahora ni conoce a chicos, ni le cuenta a sus amigas y menos a nosotros”.

El caso de la hija del señor Rodrigo no es aislado, ya que es una situación que viven 534 mil 918 niños y niñas de 0 a 14 años en Yucatán y que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en su estadística actual indica que representan el 27 por ciento de la población de la entidad.

Sobre lo que viven en medio de pandemia las y los adolescentes de Yucatán, el psicólogo Jorge Navarrete Regalado, quien ha formado parte del Colegio de Psicólogos de Yucatán, expuso que es un grupo muy diverso y tienen una pequeña ventaja: pueden adaptarse a las circunstancias y procesos con demasiada rapidez.

Sin embargo, la afectación directa que viven es que ellos, en esta etapa de confinamiento han perdido contacto con sus redes de amistades, porque el hecho de ir a la escuela, para ellas y ellos va mucho más allá de un asunto académico, sino precisamente es construir sus redes sociales.

“La etapa de confinamiento ha hecho que en muchos de ellos se exacerben o se destapen cosas que ya estaban ocurriendo, pero que ahora se han agudizado y esto puede ir desde la ansiedad, la tristeza hasta la depresión ante el agudo aislamiento o en otros casos que esto se debe a que la convivencia familiar no es tan buena”. 

El riesgo mayor que se corre es que en ellos se despierten pensamientos suicidas y ante esto, el sicólogo que ha trabajado de manera directa con adolescentes, recomienda a las mamás y papás estar pendientes incluso hasta de lo que publican en su Facebook, sin caer en el acoso.

“Hay adolescentes que en sus redes recurren mucho a este tipo de insinuaciones, pero a veces es complicado distinguir si es una persona en riesgo o es parte de su búsqueda de individualidad  y autonomía”.

A manera de signos de alerta, el especialista sugirió a madres y padres de familia, observar acciones que las y los adolescentes hagan en exceso o dejen de hacer; por ejemplo, si es un adolescente que la pasaba encerrado jugando videojuegos por mucho tiempo y de repente sólo está encerrado y ha dejado de jugar, ahí es un momento de alerta.

“También pueden ver si el adolescente comienza a comer de más o menos o si duerme mucho o duerme poco, son signos”.

Navarrete Regalado, aconseja a padres y madres que si notan algo distinto en sus hijas e hijos, lo preciso es primero mantener comunicación directa, de manera que siempre pondere la comodidad y el flujo de conversación y si se considera preciso, entonces ir a terapia.

En México, el número de jóvenes entre 12 y 24 años con depresión es de aproximadamente 2.5 millones, y 9.9 de cada 100 mil ha tenido ideas suicidas, de acuerdo con estudios que conserva la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Edición: Elsa Torres