Foto: Cortesía de El Predestinado
El Predestinado es el nombre del primer largometraje documental dirigido por los cineastas Mario Galván y Pepe Perruccio. La idea se gestó en 2015 a raíz de una investigación que llevó a Galván hasta Oscar Pinkus, “un anciano hiperactivo y ansioso por dejar un legado”. Él le pidió rodar una película sobre su vida; y el resultado de la documentación del proceso se estrenará el día de hoy a las 20 horas.
“Me pareció una buena oportunidad, pues se trata de un personaje muy complejo y entrañable. Hacer su película; y a la vez otra sobre el proceso de realización de la misma”, explicó Mario Galván en relación a la pieza que desarrolló sobre quien fuera el primer candidato independiente a la alcaldía meridana.
Mañana se transmitirá el seguimiento a este trabajo, el día a día de la convivencia con Pinkus. Los directores acompañaron al personaje durante año y medio en su vida cotidiana para tener un panorama completo de lo que representa.
“El Predestinado refleja la vida de una persona de la tercera edad que lucha contra sus padecimientos físicos, pero también contra el tiempo”, añadió.
“Es alguien que quiere dejar un legado histórico, algo para la posteridad. En la película hablamos de sus ideales políticos, humanísticos y toda la lucha social que atravesó, que, según él, son resultado de cuestiones paranormales”, adelantó.
A lo largo del filme, podremos ver a Oscar Pinkus hablando del día en el que nació, mismo en que se descarriló un tren; y es por eso que nació hiperactivo, dice. También comparte sus visiones futuristas y una serie de ideas que lo convierten en un sujeto entrañable y divertido.
El día a día de Oscar Pinkus
El director del filme recuerda que el día a día de Oscar Pinkus fue frenético, desde que el señor se considera hiperactivo y tiene una gran determinación para seguir sus ideales. Es inquieto y quiere -necesita- resolver varias cosas al mismo tiempo.
“Tiene una sensibilidad muy aguda para los problemas sociales y con grandes instituciones, a las que piensa puede combatir a través de su particular estilo consistente en escribir mensajes en las paredes de Mérida”, detalló.
Es por lo anterior que Mario Galván considera a Oscar Pinkus un personaje quijotesco, pues vive en la ensoñación de lo que es ser una figura pública; de ser un gobernante y un político en el mejor sentido de la palabra. Uno de esos que fomentan la organización social y buscan el bienestar de las personas.
Al haber viajado por todo el mundo, explicó, Pinkus tiene una visión sui generis. Para él, el personaje tiene ideas de ultraderecha -relacionadas con la promoción del nuevo sistema penal y los retenes-; pero a su vez es ecologista y partidario de la austeridad gubernamental.
“Esa dicotomía de pensamientos propicia que cualquiera pueda situarlo en uno u otro sector político y eso lo convierte en un personaje muy complejo; eso aunado a la vitalidad de la que goza a pesar de su edad”, sentenció.
Mensajes encriptados y casualidades
Mario Galván se interesó en Oscar Pinkus luego de convivir toda la infancia con sus murales en el rumbo de Pedregales de Tanlum. Siempre se preguntó quién era Pinkus, ese que dejaba mensajes encriptados en las paredes de la ciudad.
Sus palabras clave le evocaron misterio y llegó a pensar que se trataba de un seudónimo o un “punketo”. Tras leer su libro Soldados de la Libertad, el cual encontró en una feria en los bajos del palacio municipal, comulgó con sus ideas y se dio a la tarea de localizarlo.
Casi por casualidad, un local en renta apareció cerca de su casa y es ahí en donde vio su nombre y número telefónico. La cercanía facilitó las visitas diarias de los cineastas y es así como fue posible rodar la pieza.
El plan de Galván es que, tras el estreno de su primer documental en formato de largometraje, se libere en redes sociales el docudrama sobre la vida de Oscar Pinkus -ya estrenada en 2016- con escenas dramatizadas y plasmar cómo se hace un filme con 5 mil pesos.
El Predestinado será liberada el día de hoy a las 20 horas en el canal de YouTube de Primer Plano, casa productora del codirector Pepe Perruccio. La entrada es libre, pero la cooperación solidaria será bienvenida, para lo que pone a disposición la cuenta 5579 0900 2754 0658 de Santander, a su nombre.
Edición: Ana Ordaz
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