Refettorio Mérida, comedor comunitario que dignifica a personas sin hogar

Juan Pech Fuentes, persona de la tercera edad que vive en situación de calle, no puede trabajar porque se rompió el brazo izquierdo al caerse de una escalera, haciendo labores de plomería hace un año, ha pasado dificultades económicas pero hoy agradece que pueda probar bocado. Desde las 11 de la mañana se formó en la fila para alcanzar lugar: Es la séptima ocasión que acude al Refettorio Mérida para recibir un platillo de comida, un cambio de rompa y baño.

Juan es uno de los tantos beneficiarios de este comedor comunitario ubicado en el corazón de Mérida, el cual, además de ofrecer comida gourmet a personas vulnerables, las dignifica a través de un trato amable en una instalaciones amenas y bellas. Desde que abrió sus puertas el pasado mes de mayo a la fecha, han donado más de 20 mil platillos, y piensan incrementar el número este año.  

Odette Solís Espinosa, líder de Proyectos de Fundación Palace Resorts en Yucatán, promotores de esta iniciativa, quienes llevan la operación del comedor, platicó a La Jornada Maya, que el Refettorio nació en el 2015, gracias al reconocido chef internacional Massimo Bottura y su esposa, Lara Gilmore. La Idea surgió luego de participar en la Expo 2015 de Milán, donde ambos se dan cuenta de la cantidad de comida que se desperdiciaba, la cual podrían recuperar y volverla en una comida bella y deliciosa, para beneficiar a más gente que no tiene acceso a una buena alimentación.  

A partir de ahí, crearon el primero Refettorio Ambrosiano en Milán, Italia, después fueron replicando esto en Reino Unido, Francia, Brasil, Perú, y el 2020 abrieron el primero en México, el cual se ubica en una casona antigua del Centro de Mérida, específicamente en la calle 60 con 69.  

“Por su gastronomía, su cultura, Mérida era el punto perfecto para poner el primer Refettorio de México”, manifestó.

Por la pandemia tuvieron que iniciar en el mes de mayo repartiendo 180 servicios de alimentos alrededor del centro de la ciudad, a gente en las calles, instituciones, parroquias, sin embargo, el fin era que las personas puedan ingresar a las instalaciones del comedor, que cuenta con todo lo necesario para que desfruten de sus alimentos.  

“Hemos tenido que adaptarnos a lo que la pandemia permite”, confeso.  

Con el paso del tiempo, y conforme a las medidas sanitarias lo permitieron, empezaron a invitar a más personas para que vayan al lugar. Desde el 25 de noviembre del 2020, a partir de las 13 horas, reciben a 30 comensales dentro del lugar al día, a quienes se les da comida gourmet en tres tiempos. 

Además, otorgan otros 40 servicios de comida en la parte del estacionamiento, para quienes no alcanzaron cupo para entrar a la casa. En punto de las 11 de la mañana ya se pueden observar largas filas de gene esperando ingresar o recibir alimentos.

En total son los 70 beneficiados al día, pero, según anunció, en dos semanas duplicarán el número a 140; 100 serían atendidos en el interior. “Nuestro sueño es tener casa llena”, comentó.  

También recalcó que las personas que ingresan al comedor se les desinfecta, además que se les invita a tomar un baño, les ofrecen un corte de cabello cada determinado tiempo, y una muda de ropa limpia.  

Cada día, agregó, apoyan 10 voluntarios en los servicios ya sea en la cocina, en atención en el comedor, a registrar los datos de las personas, entrega de comida y demás acciones; los cuales se van turnando, a veces repiten los mismos, y otras son diferentes personas que ayudan.  

“Lo más bonito es ser luz y esperanza para esas personas. En nuestra filosofía destaca el valor de la hospitalidad, de que se dignifique a la persona en la mesa, a través del trato amable, de la comida y ellos lo sienten, también se crean un vínculo especial con los voluntarios”, expresó.  

Solís Espinosa explicó que la mayoría de los insumos e ingredientes que se usan para los platillos son recuperados, excedentes de la Central de Abasto, otras son donados por personas y comercios, además que trabajan de la mano con el Banco de Alimentos y cuentan con apoyo igual del Ayuntamiento de Mérida que ha entregado despensas como cobijas y ropa.  

No obstante, indicó que ahora buscarán alianzas con restaurantes locales para que no tiren la comida que les sobra y podamos “hacer magia” con la creatividad del chef Ángel Samudio, encargado de la cocina.  

Por otro lado, el menú va cambiando cada día, de acuerdo con los insumos que tengan a la mano, puede ser desde pescado, puerco, res, caldos, sopas, estofados, entre otras cosas.  

Por último, invitó al sector empresarial, restaurantero y hotelero a que se sumen a este proyecto con un voluntariado corporativo, que sus chefs y cocineros puedan ir y cocinar alimentos un día, compartir su creatividad y también parte de su personal.  

Información: www.facebook.com/refettoriomerida, www.instagram.com/refettoriomerida/ o al número 9981318032

Edición: Laura Espejo