Pérdida de la herbolaria

La Jornada Maya
Paul Antoine Matos
Foto Rodrigo Díaz Guzmán

11 de noviembre, 2015

Por dejar sus comunidades para mudarse a centros de trabajo como Mérida, Cancún o emigrar a Estados Unidos, los jóvenes han dejado de lado su identidad; por lo tanto, los conocimientos de medicina tradicional ya no son transmitidos y corren el riesgo de perderse, manifestó Martha Elena Méndez González, representante en México de Tramil, un programa que investiga la medicina tradicional popular del Caribe.

“Se pierde el vínculo de conocimiento de la tierra que tienen los ancianos”, declaró durante la reunión internacional Tramil 2015 “Compartiendo las experiencias de difusión Tramil”, inaugurada ayer en el Centro de Investigaciones Científicas de Yucatán (Cicy). “Los médicos tradicionales fallecen y muchos de ellos no tienen aprendices. Hay que interesar a los jóvenes para que valoren el gran conocimiento que tienen”.

Por su parte, el médico cirujano José Luis Hernández Marín, de Cancún Universalus, centro de medicina Integrativa, señaló que “hemos perdido los recursos propios y naturales, nos vamos con la ilusión de la industria farmacéutica, lo cual no quiere decir que no sirva, sino que hay cosas más valiosas como la propia tradición y los recursos comprobados como útiles”.

Ambos consideraron que la medicina herbolaria es compatible con la homeopática, aunque la primera es más económica y accesible para las comunidades que la utilizan. La representante de Tramil señaló que “no es que una sustituya a la otra, son complementarias. El problema es que no se reconoce la importancia en la salud de las comunidades; hay que revalorarla”.

Expresó que “la medicina tradicional da un respiro tremendo a la medicina homeopática, pues atiende a una gran cantidad de la población. Durante el periodo en que los niños presentan cuadros de descomposición estomacal, son atendidos por las parteras, sobre todo en aquellas comunidades donde los servicios no existen; a veces tienen un médico que se presenta sólo cada semana”.

El médico cirujano apuntó a que “en el mundo moderno hay mucha mercadotecnia y puede parecer más cómodo tomarse una pastilla que prepararse un remedio casero, aunque tenga los mismos efectos. Es ventajoso el uso de plantas porque son accesibles, económicas y tienen una eficacia probada por la tradición y comprobada por la investigación científica”.

“Muchas plantas en sí mismas tienen esas propiedades, se encuentran en casas, comunidades y patios”. Comentó que como médico utiliza plantas y preparados para ayudar a los pacientes, pues la medicina moderna proviene de la tradicional.

En toda la península de Yucatán hay 680 especies de plantas medicinales registradas, 648 de ellas están presentes en la vegetación yucateca, aunque falta mucho por explorar y documentar.

Además, existe en la reserva de Tabi el Centro de Fortalecimiento y Desarrollo de Medicina Tradicional, al cual se le pretende añadir una reserva de plantas medicinales, lo que permitirá a los médicos más experimentados transmitir su conocimiento a los jóvenes, mencionó.

De igual forma se realizó un censo de médicos tradicionales en el interior del estado, a los que se les ofreció una credencial para identificarlos, y se promueve una ley de medicina tradicional para el estado de Yucatán.

Hernández Marín comentó que la tecnología puede incluirse en trabajos con plantas medicinales y como ejemplo puso un equipo que capta las propiedades eléctricas de la chaya, para posteriormente utilizarlo como medicamentos. “Eso hará convivir, en un futuro próximo, la tradición con la tecnología moderna”, añadió.

[h2]Banco germoplásmico[/h2]

El titular de la secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, Eduardo Batllori Sampedro, reconoció el impulso para crear el primer banco de germoplasma de plantas medicinales para conservar el material genético in situ, en la reserva Natural de Tabi, con mil 300 hectáreas.

“Contará con un pequeño vivero que ya se está haciendo, de tal forma que podamos garantizar en un futuro el manejo de la plantas por los médicos tradicionales, pero también a los investigadores, para sus estudios”.

Enfatizó que la medicina tradicional es un “conocimiento que debe ser preservado con el acompañamiento de los centros de investigación más reconocidos del país y con la participación de todos en el trabajo que se realiza día a día”.

Expuso que “el tratamiento con la medicina herbolaria maya, de muchas enfermedades que padecen los pobladores en las áreas rurales, les ofrece seguridad”.