Miel y transgénicos

Paul Antoine Matos
La Jornada Maya

4 de noviembre

La Suprema Corte de Justicia discutirá hoy los amparos interpuestos por apicultores de la península de Yucatán en contra de los permisos otorgados a la empresa Monsanto, para evitar la siembra de organismos genéticamente modificados (OGM), o transgénicos, en el sureste mexicano. Entre los temores de los productores de miel de Campeche, Yucatán y Quintana Roo, se encuentran los daños a la salud provocados por los transgénicos, registrados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la deforestación para sembrar el maíz y la soya, y los efectos económicos sobre las exportaciones.

El presidente de la Sociedad Apícola Maya, Miguel Lara Sosa, declaró en entrevista con [i]La Jornada Maya[/i] que la postura de los empresarios mieleros es “evitar la siembra de cultivos transgénicos, sobre todo la soya y el maíz”.

La razón, explicó, es debido a que cuando la abeja va hacia las plantas de los cultivos, obtiene el polen contaminado con OGM’s y lo lleva a su colmena, donde contamina la miel, la cual el mercado europeo se rehúsa a comprar por los problemas de salud que genera en los humanos.

“Si se llega a detectar polen transgénico en la miel de Yucatán, se cerrará el mercado europeo”, manifestó Lara Sosa.

Sussan Müller, de la comercializadora de alimentos Intertek Food Services, cuyas oficinas centrales están en Inglaterra, con presencia en tres continentes y países importadores de productos de abeja como Alemania y Francia, expresó que “la miel que contiene polen genéticamente modificado no autorizado no es comercializable en la Unión Europea, por lo tanto la estrategia es excluir la presencia de OGM’s no autorizados en la miel”.

En un estudio publicado en febrero del 2014 por la revista científica [i]Nature[/i] se indicó que los OGM’s sólo son aprobados por la Unión Europea si el 0.9 por ciento o más del polen en la miel se muestra en la etiqueta, especificando los transgénicos que contiene, aunque no se considera como “orgánica”. Si el producto tiene un porcentaje menor al .9 en el total de la miel, es comercializable sin restricción. Si se detectan OGM’s en la miel, el precio final de venta puede llegar a reducirse en un 12 por ciento, aunque en su mayoría son rechazados.

El empresario apícola reconoció las exigencias del mercado europeo, específicamente el alemán, donde, además de los análisis del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) y La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), los germanos instan a que la miel yucateca sea analizada en laboratorios especiales de ese país. Las pruebas se hacen para detectar 18 probables residuos tóxicos de diferentes químicos, agregó.

[h1]Dulces números[/h1]

En el Censo Agropecuario realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), se señaló que el 72 por ciento de la miel producida por México se dio en la península de Yucatán, con 82 mil 116 toneladas, en 2007.

De acuerdo con una investigación del Centro de Investigaciones Científicas de Yucatán (CICY), la entidad exporta anualmente 10 mil toneladas de miel.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), señaló que la Unión Europea concentra el 52 por ciento de las importaciones de miel a nivel mundial, siendo Alemania el principal comprador.

En 2008, México exportó 29 mil 684 toneladas de miel alrededor del mundo, con un valor de 83 mil 873 millones de dólares, reportó el INEGI. El mercado alemán compró 16 mil toneladas. “Esto confirma que la apicultura es una importante fuente de divisas”, consideró el Instituto.

El estudio indicó que la miel orgánica supera a escala internacional el 30 por ciento del precio de la miel convencional, “por lo que representa una importante oportunidad de negocios para los productores”. En 2009, el país exportó 500 toneladas, generando un ingreso de 1.8 millones de dólares, en un mercado de 6 mil 500 toneladas anuales. El alemán consume 2 mil 500 toneladas de miel.

“La península de Yucatán es una importante región productora de miel a nivel mundial, ya que 95 por ciento se destina al mercado internacional, siendo inclusive considerada dentro de los primeros exportadores y productores de calidad en Europa y Estados Unidos”, indicó el INEGI.

El presidente de la Sociedad Apícola Maya reveló que la empresa exporta el 90 por ciento de la miel y la mayor parte del 10 por ciento restante se utiliza en el mercado nacional. Al año, en promedio, producen tres mil toneladas, añadió.

Miguel Lara Sosa declaró que más de 25 mil familias de la península se benefician directamente de la producción y exportación de la miel y sus derivados, por lo que solicitó a los gobiernos de Campeche, Yucatán y Quintana Roo que “intervengan para evitar que se siembren cultivos transgénicos”.

[h1]Yucatán, decreto antitransgénicos[/h1]

Yucatán ha sido pionero en la protección de los productores apícolas de la siembra de OGM’s. El 10 de mayo de 2012, la entonces gobernadora, Ivonne Ortega Pacheco publicó un decreto en el cual se establecen “medidas para salvaguardar la salud humana, el medio ambiente, la diversidad biológica, la sanidad animal, vegetal y acuícola y solicitar la emisión de acuerdos de determinación de zonas libres de organismos genéticamente modificados en el territorio del estado de Yucatán”.

De igual forma, el actual gobernador, Rolando Zapata Bello, manifestó en 2014 su apoyo a los mieleros de la entidad al apuntar, durante un evento, que “estamos entregando apoyos y realizando acciones que beneficien a los apicultores del estado, porque ellos también están cooperando con recursos y trabajo para mantener a Yucatán en el primer lugar de producción de miel”.

Sin embargo, el temor de empresarios como Miguel Lara Sosa es que la miel pueda verse afectada por los apiarios que se encuentran en la frontera de Yucatán, especialmente la colindante con Campeche.

“Sabemos que en Campeche se siembran grandes extensiones de soya y maíz transgénicos. Al parecer los menonitas tienen muchas hectáreas de esos cultivos. Sabemos que el gobierno de Campeche ha permitido la siembra de esos productos”.

Reconoció que los riesgos también están en el cono sur y el oriente de Yucatán, lugares donde hay cultivos de soya y maíz.