Existe una iniciativa para convertir el cráter en Patrimonio de la Humanidad

Paul Antoine Matos
La Jornada Maya

19 de octubre de 2015

La gran velocidad con la que se contamina el manto acuífero de Yucatán podría llevar a una crisis de biodiversidad en la entidad, poniendo en riesgo a las millones de especies de que existen en la entidad, declaró Xavier Chiappa Carrara, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) especializado en ecología marina y miembro del equipo de trabajo en Sisal.

El día de ayer, en el Festival Internacional de la Cultura Maya (Ficmaya), el tema principal de las ponencias científicas fue la biodiversidad y la extinción. Chiappa Carrara expresó que si la calidad en el agua peninsular se deteriora como consecuencia de la contaminación por plaguicidas, pesticidas y agroquímicos, tendrá un efecto dramático.

Afirmó que, de acuerdo con las últimas investigaciones, Yucatán tiene millones de especies, a diferencia de las miles que se creía. Esas especies, van desde organismos como bacterias, virus, hongos, animales invertebrados y vertebrados, hasta los humanos. Los estudios hechos en la entidad, mediante los cuales se analizó técnicamente el ADN, revelaron la existencia de un mundo más rico de lo que se esperaba.

Indicó que seguir con la tendencia actual que propicia la desaparición de especies a nivel global, en 20 o 30 años se alcanzarán los niveles registrados durante la extinción masiva provocada por el asteroide que se estrelló en Chicxulub, hace 65 millones de años, donde incluso desaparecieron los dinosaurios.

Justamente, el tema del cráter de Chicxulub fue ampliamente abordado en las mesas del festival. Jaime Urrutia Fucugauchi, director del Instituto de Geofísica de la UNAM, ofreció una rueda de prensa, donde explicó los efectos del asteroide sobre el planeta, su relación con la desaparición de los dinosaurios y las ventajas de la exploración del mismo.

Señaló que al entrar a la atmósfera, el asteroide de 14 kilómetros de diámetro –más grande que el Monte Everest, la montaña más alta del mundo– lo hizo con una velocidad de entre 20 y 30 kilómetros por segundo. Eso hizo que se transformara en roca líquida y nunca tocó tierra, sino que la onda expansiva fue lo que provocó el cataclismo que extinguió a los dinosaurios, dejando un cráter de 200 kilómetros de diámetro, y la formación del llamado Anillo de los cenotes, que se encuentran en Yucatán.

El impacto fue tan poderoso que “es posible que haya fragmentos de Yucatán en el espacio”, manifestó.

Resaltó que la Secretaría del Medio Ambiente y Desarrollo Humano, está buscando la posibilidad de que el cráter de Chicxulub se convierta en Patrimonio de la Humanidad, debido a que es el suceso que permitió la evolución de los mamíferos en un mundo dominado por los dinosaurios y, posteriormente, la aparición del Homo Sapiens.

Recordó que fue un yucateco quien descubrió el cráter, el ingeniero Antonio Camargo, durante exploraciones de Pemex en la región.

El cráter de Chicxulub también aporta a la exploración espacial, ya que muchos planetas y la luna presentan cicatrices de impactos de asteroides, por lo que permite la comparación con esos cuerpos celestes, indicó.

El doctor Urrutia Fucugauchi señaló que de acuerdo con el material científico, la península de Yucatán pudo haber formado parte de lo que hoy es África del norte, con países como Marruecos, y el estado de Florida, en los Estados Unidos. Expresó eso debido a las similitudes entre las firmas químicas que se encuentran en las rocas de los tres lugares.

Además, apuntó, la exploración del cráter permitirá conocer los efectos del cambio climático y su relación con las extinciones, debido a que provocó, primero, oscuridad por los escombros acumulados en la atmósfera, después frío, y por último un incremento en las temperaturas. También será posible conocer la reacción de los ecosistemas a cambios bruscos en el entorno e, incluso, pistas para conocer el origen de la vida.