Maltrato animal en México

Verónica Camacho Chávez
La Jornada Maya

5 de octubre de 2015

México es el tercer país con más altos índices de maltrato a animales, siendo la especie canina la que sufre más violencia, pues de los 18 millones de perros contabilizados en todo el país, sólo 30 por ciento tiene dueño; los demás viven en abandono, peligro, hambre y en las calles, indica el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

De acuerdo con el gobierno de Yucatán existen unos 500 mil perros y gatos, de los cuales 10 por ciento es considerado callejero.

Pese a que en la actualidad se da más importancia a las leyes sobre protección animal, las autoridades no las aplican con rigor y se delega en la sociedad la lucha para combatir el problema, por lo que ésta se ve rebasada en sus labores de proteger y atender a los animales que sufren abandono y maltrato.

Este fenómeno es evidente y constante en las redes sociales, plataformas a las que grupos de rescatistas y asociaciones protectoras recurren para solicitar apoyo en especie y económico para su labor incansable.

Sobre esto platicó con [i]La Jornada Maya[/i] Silvia Cortés, directora del santuario Evolución Animal AC, quien lleva 16 años trabajando a favor de los animales.

“Hace falta tener una visión por el respeto a la vida, en la cual están incluidas las demás especies y que cada día afectamos con diversas acciones. Nos hace falta una verdadera evolución, no biológica ni económica ni tecnológica, sino una evolución humana, para retomar los valores universales, en beneficio de las demás especies del planeta”, expresó.

Por muchos años, explicó, “la gente ha considerado a los animales sólo un recurso, de uso y beneficio en términos económicos, y que al no ser humanos carecen del derecho a llevar una vida digna de acuerdo con su especie y hábitat, por lo que los estamos destruyendo”.

Apuntó que hace falta mucha información para que la gente tenga un panorama más amplio sobre las acciones a realizar para evitar dañar a otros seres vivos y así beneficiar al planeta y a toda la humanidad.

“En México es poco conocido el concepto de especismo, que significa la discriminación contra quienes no están clasificados como pertenecientes a una o más especies determinadas; por lo que es necesario practicar la empatía, ponerse en el lugar de otra persona o especie”, añadió.

Silvia Cortés señaló que las asociaciones no pueden trabajar solas para defender los derechos de los animales, pues es un problema que concierne a todos y se debe resolver en conjunto. Agregó que las agrupaciones tienen proyectos muy específicos dirigidos a las autoridades con quienes buscan apoyo.

“Hemos trabajado con el gobierno y ha dado buen resultado, pero esto no significa que patrocine nuestra labor; cuando llevamos un proyecto factible se obtiene apoyo, quizá no el 100 por ciento, pero sí hay respuesta”, comentó.

Respecto a las adopciones de perros y gatos, indicó que se busca integrar al animal a la familia y concientizar de lo que implica tener una mascota, como cubrir sus necesidades de alimento, higiene, atención a la salud; que tengan un lugar donde no padezcan de lluvia o sol, y asumir que representa un gasto familiar.

“De no ser así, lo que se provoca es abandono y por ende el sufrimiento de los animales, que terminan en la calle, donde enfrentan hambre, enfermedades, sobrepoblación y muerte”, señaló.

Silvia Cortés resaltó que es importante aplicar las leyes, ya que existe apatía y falta de compromiso de la sociedad hacia estas especies, pues no sólo el abandono o abuso de ellas es considerado maltrato, sino también la omisión de alimentación y atención en su salud.

Aseguró que sólo algunas autoridades muestran interés para atender denuncias y orientar a la gente; por lo cual hay mucho trabajo por hacer, tanto en la cultura de la denuncia como en respuesta de las autoridades.

“En Yucatán existen cuatro normatividades: la ley estatal de protección a la fauna, que compete a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente. Casi nadie sabe que ahí se puede denunciar.

“Hay un reglamento municipal de Protección a la Fauna, del que se encarga la subdirección de ecología del ayuntamiento de Mérida, y tampoco satisfacen las necesidades de la sociedad en respuesta a denuncias de maltrato, falta mucha voluntad.

“Está el Código Penal, que desde el año pasado tipifica como delito el maltrato de animales domésticos; éste corresponde a la Fiscalía General del estado, es ahí es donde hemos tenido mejor respuesta, hay más voluntad de los funcionarios que han estado muy abiertos a escuchar y atendernos”, dijo.

Explicó que para seguir evitando enfermedades, abandono y maltrato a los animales es necesario informar, educar, esterilizar y aplicar las leyes.

Otro albergue en la entidad es Evolución Animal, que atiende a un promedio de 270 animales, entre perros y gatos, y cuyos gastos ascienden a 60 mil pesos mensuales, aproximadamente.

Ante esto, realiza actividades para recaudar fondos, visitas de voluntarios para bañar, limpiar y adoptar. La agrupación recurre a la herramienta de Facebook y la página en Internet www.evolucionanimal.org para conseguir más ayuda.

Centro de control canino de Mérida

El Centro de Control Canino tiene capacidad para albergar a unos 160 perros callejeros y llega a practicar al día hasta 10 sacrificios, por medio de una inyección con medicamento especial, para que el animal no sufra.

El centro recibe anualmente más de 4 mil perros callejeros, de los cuales 90 por ciento es sacrificado en el término de las 48 horas que marca el reglamento.

Cada día, el centro atrapa entre 30 y 35 perros, en respuesta a reportes de los ciudadanos, principalmente en zonas como los mercados.

Ante esta problemática, las asociaciones y sociedad civil actualmente programan mesas de trabajo para revisar la actual Ley de Bienestar Animal en Yucatán, e impulsar modificaciones.

Con esto buscan establecer las bases normativas, definiciones, alcances y obligaciones de los habitantes del estado; crear centros municipales de control animal, asistencia y zoonosis, y prevención de rabia.

Brindar refugio, fomentar la adopción y difusión sobre la tenencia responsable, crear un fondo económico para la protección a la fauna del estado, fortalecer la conciencia de trato digno y respetuoso a los animales son otras de las metas.

Las asociaciones intentan inculcar la cultura de la esterilización, adopción y cuidado de las mascotas, además de regular estéticas, clínicas y hospitales veterinarios, entre otros tantos aspectos.