Un año de la desaparición de los 43 estudiantes

Paul Antoine Matos
La Jornada Maya

25 de septiembre, 2015

“La desaparición de los 43 normalistas de la escuela Raúl Isidro Burgos la noche del 26 de septiembre pasado dejó en claro que los políticos mexicanos son indiferentes a la situación social del país, o la ignoran”, afirmó el cineasta Xavier Robles durante la presentación del documental [i]Ayotzinapa: Crónica de un crimen de Estado[/i], el miércoles pasado en el Edificio Central de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady).

Mañana se cumplirá un año de la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa. En los últimos 12 meses, los padres de familia han exigido al gobierno de Enrique Peña Nieto la aparición de sus hijos; sus compañeros normalistas han organizado manifestaciones en distintas ciudades del país, de Estados Unidos, Europa y Australia. Las marchas han alcanzado las ciudades de México, Guadalajara, Monterrey, Mérida, Nueva York, Washington, Los Ángeles, Madrid, Barcelona, Londres, París, Berlín, entre otras metrópolis.

“Queda una sensación de dolor y tristeza que no se ha calmado en un año. Una sensación de que el gobierno es insensible a reclamos y demandas populares. El narcoestado, que sigue los dictados de una oligarquía insensible, no oye al pueblo, las demandas, los reclamos de la población y las clases trabajadores. Una sensación de que son ineficaces e ineficientes para gobernar”, expresó el cineasta.

[h1]Ayotzinapa: Crónica de un crimen de Estado[/h1]

El documental de Xavier Robles se proyectó el miércoles en el auditorio Manuel Cepeda Peraza de la Uady. En las puertas del edificio, dos personas de corte militar hablaban entre sí; sin embargo, su presencia no intimidó a los interesados en el documental, que abarrotaron las butacas.

El documental registró los tres meses posteriores a la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, narrados por un estudiante sobreviviente a la represión de la policía municipal de Iguala.

Robles señaló que su intención fue hacer una película reflexiva, crítica y de calidad. “Es una película que ha conmovido a la opinión pública internacional”, opinó el guionista.

Durante tres meses, un equipo de producción de 15 miembros estuvo en Ayotzinapa conviviendo con las familias, estudiantes, activistas y la policía comunitaria. Fueron los normalistas quienes ofrecieron a los cineastas un lugar para dormir, además de comida. “Compartimos experiencias y testimonios. La atmósfera era de lucha, por ello los consideramos coproductores”, añadió.

Tras ser cuestionado sobre las declaraciones del escritor Juan Villoro, quien aseguró que las escuelas normalistas han sido abandonadas por el gobierno para “morir de inanición”, Robles expresó que la de Ayotzinapa apenas recibe 50 pesos diarios por estudiante, los cuales son utilizados para comida y libros. Las instalaciones están deterioradas, con vidrios y ventanas rotas, sin muebles dónde guardar sus cosas. “Dedican una parte importante de su tiempo a conseguir recursos para sobrevivir.

[h1]De Rojo amanecer y Mérida[/h1]

Xavier Robles, reconocido por ser el guionista de [i]Rojo amanecer[/i], película que aborda la masacre de estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, ocurrida en 1968, afirmó que, al igual que la matanza del 2 de octubre, la desaparición de los 43 normalistas es un “golpe generacional contra los jóvenes”, afirmó en entrevista.

“La matanza de Tlatelolco fue un genocidio perpetrado por quien encabezaba el poder, pero la desaparición de los normalistas es un eco aumentado del 2 de octubre”, manifestó.

“Es la misma historia de siempre, pero en forma de caricatura, porque todo ha sido tan burdo, tan estúpido, tan vulgar que no sólo es un eco de aquel 2 de octubre, sino la prueba fehaciente para los mexicanos y para el mundo de que todos los partidos políticos han asumido un pacto de impunidad, en donde se premian los unos a los otros y no se castigan, para ejercer un narcoestado”.

“Ayotzinapa se suma a una larga lista de crímenes y represiones cometidos contra los mexicanos, como Acteal, Aguas Blancas, El Charco, Tlatelolco, Los Halcones del ’71, Ostula, San Salvador Atenco y Tlatlaya”, indicó.

“El gobierno mexicano es indiferente a lo que sucede en el país. Se burla de la sociedad pero no entiende que no es tonta, desconoce que hay descontento nacional, o lo ignora”, afirmó.

“Hay descontento entre los jornaleros de San Quintín, los mineros de Cananea; en Chiapas, en Veracruz, en Michoacán, en Guerrero, en Oaxaca, pero a ellos no parece importarles nada. Su insensibilidad tarde o temprano será castigada por el pueblo y las clases trabajadoras”, agregó.

Incluso el Ejército mexicano, que el gobierno asegura está de su lado, ya se muestra inconforme, reconoció. “En una proyección del documental, un general en activo se acercó a mí y dijo ‘los oficiales del ejército están descontentos por el papel que les está dando Peña Nieto’. Si el sector que supuestamente los defiende ya está descontento, ¿qué están esperando? Deben renunciar y permitir que gente más apta para el diálogo ostente el poder”, indicó.

“La gente no quiere guerra ni revolución. Quiere paz. Pero si insisten en asesinar a los pobres, en negarles la educación, robar el petróleo, el agua, afectar a maestros, sin duda están provocando un gran terremoto del que ellos mismos saldrán damnificados”, declaró el cineasta.

[h1]Mentiras históricas[/h1]

Hace un par de semanas, la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) reveló un informe donde se desmintió la versión oficial y “verdad histórica” sobre lo ocurrido en Ayotzinapa. El informe fue respaldado por la Organización de Estados Americanos.

Xavier Robles declaró que lo revelado por la CIDH evidencia las mentiras del gobierno mexicano, el cual ofreció cuatro versiones falsas, desmentidas en cada ocasión. “El informe es muy puntual, elaborado respetuosamente y claro. Se han demostrado las mentiras y la imposibilidad de la versión histórica ofrecida por Jesús Murillo Karam, procurador de Justicia en aquel momento. Tras las mentiras, los ciudadanos han dejado de creer en el gobierno y sus versiones”, señaló.

Instó a investigar los cuarteles militares y las cárceles clandestinas que tienen el Ejército y la Marina en Guerrero, algo que el gobierno ha impedido a las comisiones de derechos humanos. “Hay acusaciones directas al 27 Batallón de Chilpancingo, pero no se les ha tocado”.