Pago de cuotas es constante, asevera Aepaf

Verónica Camacho Chávez
Foto: Martín Zetina
La Jornada Maya

15 de septiembre, 2015

El cobro de cuotas de preinscripción en las escuelas de nivel básico es una constante, a pesar de que está prohibido y de las declaraciones de las autoridades estatales, señaló Paula Lira Moguel, presidenta Asociación Estatal de Padres de Familia de Yucatán AC (Aepaf).

“Algunas escuelas lo manejan por debajo del agua, pero en otras lo hacen de forma descarada, pues saben que no serán sancionadas, y por eso abusan del poder que tienen sobre los padres”, afirmó.

Habrá planteles en que esto no suceda, indicó, pero en la mayoría de los casos las autoridades educativas se ponen de acuerdo con la mesa directiva de la asociación de padres para hacer los cobros de inscripción o preinscripción.

“Este trámite administrativo no tiene relación con el pago que se solicita a los padres de familia; es ahí donde se ve la complicidad entre el director de la escuela y la mesa directiva, para tener un recurso que se van a dividir”, señaló.

Explicó que en un principio esta irregularidad la cometían únicamente los directores de las escuelas y las mesas directivas sólo eran “pantallas” para hacer el trámite.

“Por más de 10 años la Asociación Estatal de Padres de Familia AC ha realizado cientos de denuncias y las autoridades, lejos de resolverlas, las han disfrazado, pues argumentan que son las mesas directivas las que reciben el dinero, cuando es responsabilidad del director lo que sucede en la escuela”.

Lira Moguel señaló que las mesas directivas no tienen nada que hacer en las escuelas en fechas de inscripción porque es un trámite administrativo, no de asociación de padres de familia; no obstante los tutores desconocen esto y por miedo a que sus hijos sean rechazados, aceptan las condiciones que imponen las escuelas.

Comentó que obligan a los tutores a firmar acuerdos que violan los derechos de los escolares; hay muchas denuncias, no sólo durante las fechas de inscripción, sino todo el año, porque todo el periodo escolar piden apoyos, incluso para el mantenimiento de las escuelas.

“La única inscripción que es legal, es cuando el alumno es de nuevo ingreso, ya sea de prescolar, primaria, secundaria o bachiller; en tercero, cuarto o quinto año no se debe hacer ningún pago porque ya es un derecho, lo que llaman inscripciones es un invento de la SEP para pedir dinero voluntario, que se vuelve obligatorio; esto es una violación grave al derecho del niño”, agregó.

Aclaró que la única forma en que se vuelve a dar un pago para la preinscripción es cuando el alumno cambia de escuela, por motivos como el cambio de domicilio.

Señaló que la autoridad nunca da respuesta a las denuncias, “a veces dan chamarras, uniformes, como para justificar ante los padres que están haciendo algo; pero la ayuda sería que directores, subdirectores, supervisores y jefes de sector no pidan nada, porque finalmente cobran lo que dan en los programas, entonces ¿dónde está el apoyo?”.

Lira Moguel dijo que la asociación sólo está en contra de condicionar con cuotas el derecho constitucional de los niños, que es el acceso gratuito a la educación.

Explicó que cuando inició Aepaf Yucatán realizó las denuncias ante el gobernador en turno, “pero es perder el tiempo. Prefiero asesorar a los padres; todo eso ya lo saben las autoridades, sólo que no hacen nada, al contrario mis denuncias propiciaron que se buscaran otros métodos para cobrar cuotas”.

Recordó que en 2005 fue elegida a nivel estatal, primero como vicepresidenta y luego por renuncia de la presidenta, asumió por pocos meses la presidencia de la mesa directiva estatal.

“Comencé a documentarme sobre los derechos niños, los padres y reglamentos de las escuelas de nivel básico; ahí comprobé que la información que dan los centros educativos no está apegada a derecho, ni al de los alumnos.

“Inicié dando información verídica conforme a la Constitución, a la ley y el reglamento para que los padres sepan cuáles son los derechos de sus hijos y ejercerlos”.

Desde hace 30 años que existe el reglamento para padres de familias, afirmó, éste no ha sido aplicado y manejado por las instituciones educativas, que siempre piden dinero, violando el derecho a la gratuidad de la educación básica.

Desde 2012, el bachillerato es básico y obligatorio y por consiguiente gratuito, pero la realidad es otra en el estado; “es un problema nacional, donde la educación se condiciona y se cobra”.

Indicó que se piden “donaciones” para el mantenimiento de escuelas, por lo que un padre de familia gasta unos mil 500 pesos durante el ciclo escolar, “esto multiplicado por cada alumno, son millones que cada escuela se lleva y nadie sabe dónde o quién se queda con ese dinero”.

“En las escuelas todo es obligatorio y cuando los padres no cuentan con medios económicos, los niños son exhibidos. Las autoridades crean divisiones entre los padres de familia y provocan que los alumnos sean retirados de sus escuelas, para evitar más conflictos”, aseveró.
La presidenta de padres de familia dijo que ha sufrido un sinnúmero de ataques de autoridades estatales, para que deje de hacer su trabajo en favor de los estudiantes.

“Me hicieron sentir una hormiga junto a su poder. Incluso integrantes de la asociación me dieron la espalda; por eso la asociación se volvió una AC, y gracias a esto es se logró la Ley de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes en 2008, donde agregué un párrafo, el cual aclara que no se deben cobrar cuotas en fechas de inscripciones y preincripciones, y aún con la ley, sigue el ilícito”.

Señaló que de igual forma se presionó a la comisión de derechos humanos local para que emitiera una recomendación a la Secretaría de Educación del estado sobre las cuotas de inscripción, pero “este órgano fue muy limitativo, pese a comprobar los hechos en los centros educativos. Es muy desgastante cuando no dan respuesta”.

Lamentó que las autoridades estatales hayan intentando en varias ocasiones desacreditar el trabajo en la asociación, incluso dando información incorrecta a los padres de familia para que no recurran a la asociación.

“Me intimidaron de muchas formas para dejar esta labor, así como a los padres y a los alumnos les crean conflictos en las escuelas; pero más pueden los principios y la convicción en lo que uno hace para seguir adelante con la asociación civil”, sentenció Lira Moguel.