Sindicatos de la península ofrecen modernizar servicio y mayor calidad

Verónica Camacho Chávez
Ilustración: Chakz Armada
La Jornada Maya

7 de agosto de 2015

El Frente Único de Trabajadores del Volante (FUTV) anunció que sostiene pláticas con sindicatos de taxistas de Campeche y Quintana Roo para crear un frente y ofrecer servicios modernos y de calidad mediante el uso de tecnologías digitales, antes de que lleguen empresas como Uber para evitar afectaciones a la economía de cientos familias en Yucatán.

Héctor Fernández Zapata, dirigente del FUTV, señaló que no hay certeza de la llegada de Uber a Yucatán, porque esa empresa busca ciudades con alta densidad de población, pero ellos ya sostienen pláticas con firmas que ofrecen plataformas tecnológicas para que “nuestros clientes puedan pagar el servicio de taxi con tarjeta bancaria, como las recargas telefónicas, los servicios de luz y agua; queremos ofrecer más comodidad”.

Señaló que su gremio, conformado por 2 mil 500 concesionarios, ofrece seguridad porque todas las unidades y los operadores están plenamente identificados y registrados.

[b]Vehículos sin concesiones para brindar servicio[/b]

Humberto Hevia Jiménez, director de Transporte de Yucatán, indicó que la ley del rubro del estado especifica que toda persona dedicada al transporte público de pasajeros debe contar con una concesión, la cual otorga por el gobierno del estado, con el objetivo de ser vigilada, supervisada y sancionada.
“Quien no cuente con ese requisito, ofrecerá un servicio pirata, por lo que al ser detectado será sancionando”, aseguró.

Comentó: “a través de las redes se ha detectado a personas ofreciendo un servicio de transporte público y nos hemos dado a la tarea de sancionarlos: primero se ubicó el anuncio por la redes sociales, se solicitó el servicio y, al verificar que era pirata, se prosiguió a retirarle la unidad y llevarlo al corralón, donde las multas pueden llegar a ser de 25 a mil salarios mínimos. Este año fueron dos casos de este tipo”.

Hevia Jiménez afirmó que en Mérida existe el número suficiente de taxis para cubrir las necesidades de la población.

Ante esta situación, La Jornada Maya platicó con usuarios de taxis para conocer su opinión sobre la calidad del servicio actual, sí conocen la plataforma Uber y si estarían dispuestos a usarla.

Gabriela Keb comentó que usa el taxi de manera frecuente, porque por al padecer de las rodillas se le complica tomar camiones; se dijo satisfecha con el servicio, por lo que no tiene mayor problema.

Fernando López indicó que opta por ese medio por la rapidez para llegar a su destino; sin embargo, reconoció que es caro y en ocasiones los taxistas toman la ruta más larga hacia el lugar a donde va, lo cual eleva el costo. “Se supone que los taxis conocen la ciudad y no deberían dar tantas vueltas hacia los puntos más conocidos. No sé si es a propósito para cobrar más”. Dijo no tener información sobre Uber.

Rosalba Márquez señaló que utiliza poco el taxi, por ser un servicio caro y muchas veces no es fácil encontrar alguna unidad disponible en las calles; podría recurrir a opciones como Uber: “en todo negocio debe haber competencia y no estaría mal que los taxistas la tengan para que mejoren su servicio”.

Uber es una compañía de tecnología que ofrece una aplicación de smartphone, la cual conecta a la gente en busca de un medio de transporte con conductores privados. El servicio está disponible en 300 ciudades de 56 países en todo el mundo.

“Actualmente Uber opera en Monterrey, Guadalajara, Tijuana y La Ciudad de México y tiene planes de llegar a otras ciudades entre ellas Mérida”, dijo Ana Paula Blanco, vocera de la compañía para América Latina, en un cable de la agencia EFE, publicado por la revista Yucatan Times en junio pasado.

En México, la firma comenzó a operar en 2013 en el Distrito Federal. Para Uber esa capital es uno de sus mercados de más rápido crecimiento a escala mundial, con 500 mil clientes y más de 10 mil conductores, de acuerdo con una publicación del periódico El País.

La capital mexicana se convirtió en la primera ciudad de América Latina en regular a los servicios de transporte privado como Uber, al anunciar reglas que incluyen un impuesto de 15 por ciento del costo de cada viaje.

En el Distrito Federal los autos empleados por Uber deben tener un valor mínimo de 200 mil pesos, contar con aire acondicionado y bolsas de aire. Cada vehículo necesita un permiso anual con valor de mil 599 pesos.

La presencia de esta nueva empresa en México ha provocado protestas entre los taxistas. Desde octubre del año pasado los choferes han organizado protestas para denunciar la supuesta competencia desleal de ese servicio privado de conductores. En algunos casos se han dado ataques violentos en contra de los conductores y unidades de Uber.

En América Latina, Brasil prohibió el servicio en abril pasado y en Colombia los taxistas han impedido su legalización. En Francia, la firma anunció su retiro después de violentas manifestaciones y la detención de dos de sus directivos. En España, la aplicación fue suspendida por los tribunales a finales de 2014 y ha sido transformada en un servicio de entregas.

En México, a diferencia de países como Estados Unidos, donde generalmente el conductor es el dueño del auto que presta para el servicio, el uso de Uber ha aportado una oportunidad para que los mexicanos de alto ingreso se conviertan en dueños de sus propias flotillas, sin que paguen permisos como el resto de concesionarios.