Adolescencia permanente usado como licencia para la mediocridad

Manuel Alejandro Escoffié Duarte
Foto: Ap
La Jornada Maya

7 de agosto, 2015

Los casi tres minutos del tráiler de [i]Pixeles[/i], el más reciente vehículo de Adam Sandler, nos informan que la tierra es atacada por una raza extraterrestre que ha creado versiones, en tamaño gigante, de personajes pertenecientes a videojuegos de los años 80 como armas de destrucción.

En menos de una décima parte de lo que dura la película, este tráiler se las arregla para proporcionarnos todo lo que necesitamos saber y entender de ella. Esto, sin embargo, no es ningún cumplido. Sobre todo considerando que su premisa tiene origen en un cortometraje francés de 2010 que, a pesar de no llegarle a los talones en presupuesto, le encesta un justo golpe de gracia en lo que a sencillez y efectividad se refiere.

Sandler interpreta a un otrora campeón de juegos [i]arcade [/i]encabezando a una brigada de nerds para hacer frente a la amenaza alienígena. Dicho equipo se encuentra conformado por Kevin James en el rol de su mejor amigo de la infancia ahora electo presidente de los Estados Unidos, Josh Gad como un fanático de conspiraciones empeñado en volverse cada vez más irritante que gracioso y un Peter Dinklage que no parece saber muy bien qué hacer para matar el tiempo entre temporadas de “Game Of Thrones”. A ellos se suma Michelle Monaghan, misma que, por obra y gracia de los escritores, cuenta con la conveniente dualidad de ser tanto asesora del presidente como madre divorciada.

Lo primero como una excusa para darle algo importante que hacer; lo segundo para que Sandler pueda ligársela con confianza, mientras ella llora encerrada en un closet y justifica su razón de existir en la historia, mediante diálogos de exposición.

El hecho de que [i]Pixeles [/i]se ufane de ser abiertamente estú- pida no constituye en sí un gran crimen. Si estuviese respaldada por algo genuinamente gracioso, incluso se le podría perdonar. Y haciendo esfuerzo por hallar algo positivo, cada billete de los millones de dólares invertidos en efectos digitales para resucitar a [i]Pac Man[/i] y [i]Donkey Kong[/i], ciertamente puede ser apreciado en la pantalla.

Sin embargo, lo imperdonable reside en la total tranquilidad con la que brinda rienda suelta al desarrollo caprichoso de los acontecimientos, los pueriles diálogos que pretende vender como chistes y la espectacular inverosimilitud tanto en reacciones como en motivaciones de sus protagonistas; todo ello aderezado con la insultante convicción de que tan sólo haber traído de vuelta a iconos electrónicos de la infancia del público al que pretende dirigirse será suficiente para que dicho sector se haga la vista gorda ante tal despliegue de cinismo y mercadotecnia.

[b]Cinta "palomera" [/b]

Como los nerds heroicos que la habitan, Pixeles es incapaz de distinguir entre el amor por la nostalgia y un estado de adolescencia permanente usado como licencia para la mediocridad. Es una cinta “palomera” que se niega a poner un mínimo de esfuerzo para ser tomada lo bastante en serio; incluso en ese mismo término.
Toda comedia, por más inofensiva que sea, debe ganarse las risas con el sudor de su frente. Yo, por mi parte, no pienso regalar las mías. ¿Y ustedes?

[i]Pixeles (Pixeles)[/i] / Dirigida por Chris Columbus / Producida por Adam Sandler, Allen Covert y Michael Barnathan / Escrita por Tim Herlihy y Timothy Dowling / Protagonistas: Adam Sandler, Kevin James, Michelle Monaghan, Josh Gad, Peter Dinklage, Brian Cox y Jane Krakowski / País: Estados Unidos / Duración: 105 minutos