Avanza con lentitud la reordenación del transporte público

Verónica Camacho Chávez
Foto: María Briceño C.
La Jornada Maya

5 de Agosto, 2015

Uno de los principales medios de transporte en Yucatán es el automóvil, y esto se refleja en el crecimiento del parque vehicular: en años recientes, de acuerdo con datos del departamento de control vehicular de la Secretaría de Seguridad Pública, el número de unidades es de 658 mil 550, de las cuales 484 mil 966 (75 por ciento) circulan en Mérida.

El aumento del número de autos se vive en calles y avenidas de la ciudad, pues las “horas pico” del tráfico cotidiano prolongan el tiempo de traslado de un lugar a otro.

La forma más popular en la que se desplazan los yucatecos por medio del sistema de transporte urbano. En Mérida hay alrededor de 215 rutas y mil 400 unidades, entre autobuses, microbuses y urvans; y el sistema es 98 por ciento radial, es decir, las rutas enpiezan y concluyen su trayecto en el primer cuadro del Centro Histórico, de acuerdo con datos del

Sistema Integral de Transporte Urbano (Situr).

En la zona centro hay aproximadamente 30 paraderos y cada vehículo tarda entre 10 y 15 minutos estacionado para el ascenso y descenso de pasaje, lo que provoca cuellos de botella para el flujo vehicular.

En diferentes momentos se han presentado proyectos para cambiar el sistema, pero ninguno ha tenido éxito.

Durante la segunda administración municipal de la panista Ana Rosa Payán Cervera (2001-2004) se intentó reubicar los paraderos para sacarlos del centro, pero el programa se suspendió un día después por la confusión y las afectaciones que provocó entre los usuarios.

En la gestión del alcalde panista César Bojórquez Zapata (2007-2010), el control del transporte se transfirió al gobierno del estado y aún funciona así.

En las elecciones pasadas, los candidatos a la alcaldía y a diputados federales y locales ofrecieron atender las quejas de los usuarios del transporte público.

Ahora, el alcalde electo Mauricio Vila Dosal prometió que impulsará una iniciativa de ley, que promovería por conducto de los diputados, con la finalidad de que el municipio recupere la administración del transporte, propósito difícil de lograr.

En diciembre de 2014 las autoridades estatales anunciaron que se pondrá en marcha el Sistema Integral de Transporte Urbano (Situr) para la capital del estado y la zona metropolitana, con el cual se pretende ofrecer mejor servicio y de más calidad con financiamiento sustentable.

El Situr prevé la adopción de trayectos circulares, transversales y radiales. Entre otros beneficos, se busca reducir el número de transbordos, modernizar el parque vehicular para lograr uno más cómodo, servicios más rápidos y regulares, y uso racional los recursos. El proyecto fue resultado de la asesoría de Adhoc Consultores Asociados SC, que preside Aarón Dychter Poltolarek.

A principios de este año, el gobierno estatal destinó 13 millones de pesos de apoyo a los concesionarios del transporte público con el propósito de que modernizaran sus unidades y mejoraran el servicio.

Sistema integral

El director del Transporte Público del estado, Humberto Hevia Jiménez, señaló que el Situr tiene avances importantes y se han invertido mil 800 millones de pesos con la finalidad de hacer más eficiente el servicio. Explicó que desde diciembre pasado se trabaja en el sistema para la ciudad de Mérida y el área metropolitana con dos prioridades: el
ordenamiento y la modernidad.

Precisó que el sistema fue consensuado y respaldado por un análisis y estudio de movilidad que indicó cómo y hacia dónde se dirigen los ciudadanos que utilizan transporte público.

“En ese análisis se tomó en cuenta la opinión de los concesionarios, la Cámara de Comercio, el Plan Estratégico de Yucatán, grupos estudiantiles, sindicales y la ciudadanía”, dijo.

El proyecto está dividido en cuatro etapas: la primera consiste en poner en marcha siete circuitos, y se iniciará con tres: Circuito Metropolitano; Circuito Poniente, Plazas y Universidades, y Circuito Santa Gertrudis Copó.
Comentó que esta etapa se trabajará con autobuses nuevos, en los corredores se colocará mobiliario urbano, se capacitará a los operadores y se abrirán las oficinas de Situr, en la avenida Reforma por 41 y 43. Esto está próximo a inaugurarse con la finalidad de ofrecer servicios especiales como credenciales a estudiantes, discapacitados y personas de la tercera edad.

Hevia Jimenez dijo que en las siguientes etapas se trabajará con las 200 rutas que existen en la ciudad y la zona metropolitana.

“Un sistema como el que hay en Mérida es radial, en el que todos llegan al centro y transbordan para llegar a otro punto de la ciudad. No es posible hacer un cambio radical de la noche a la mañana, porque el sistema podría colapsar, y hoy estamos desarrollando un sistema con una planeación que nos permita ir modificándolo sin causar problemas.

Queremos que los usuarios estén satisfechos y que más gente lo use porque esté convencida de que es un servicio cómodo, seguro y rápido”, manifestó.

Esfuerzo insuficiente

Hasta el momento estos esfuerzos son suficientes para los usuarios, quienes cada día viven graves dificultades para llegar a sus destinos.

La Jornada Maya realizó un sondeo entre los usuarios de las rutas que usan transporte público principalmente en las horas pico: por la mañana, de 7 a 10, cuando las personas se dirigen a su trabajos o a la escuela; de 12 a 16, cuando la mayoría de estudiantes sale o entra a sus centros de enseñanza, y de 5 a 9 de la noche, hora de salida del trabajo.

Jimena Camacho explicó que sale de su casa a las 6:15 de la mañana para llegar a la secundaria Aureliano Pinto, en la colonia Francisco de Montejo; entra a las 7 horas. “Tomo el Circuito Metropolitano, pero muchas veces los camiones van llenos y no hacen parada, debemos esperar a que llegue otro y por eso algunas veces llego tarde a la escuela”.

Carlos Pech vive en la colonia Bojórquez y trabaja en la sucursal de una ferretería ubicada por Plaza Fiesta, por lo que debe tomar un camión para llegar al centro y ahí otro para acudir a su trabajo, o utilizar la ruta que lo acerca a tomar el Circuito Poniente. “En ocasiones tardo una hora para llegar a mi trabajo, depende del tráfico, y en otras espero que el camión no venga lleno para que haga la parada. Algunos choferes llenan los camiones, amontonan a la gente y lo peor es que se van correteando para ganar más pasaje”.

La señora Rosario Alcocer, de la tercera edad, vive en Chenkú y aborda un camión para acudir a revisión médica a la clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social La Ceiba. Narra que a veces“tengo miedo porque me muevo despacio y subo y bajo del autobús con dificultad, y los conductores todo el tiempo tienen prisa. Termino de bajar y de inmediato aceleran; a veces pienso que puedo caer y no todo el tiempo me pueden acompañar mis hijos porque tienen todos trabajan”.

Jorge López señaló que “en tiempo de elecciones los políticos dicen que van a mejorar el transporte, que lo van a modernizar, pero regresamos a lo mismo: autobuses en mal estado y camioneros que no hacen paradas. Yo tomo el Circuito Metropolitano, que tiene una sola tarifa de 7 pesos, porque tiene aire acondicionado, pero a veces no sirve o no se siente porque además del calor del día vamos como sardinas y uno termina como en una olla de presión. Lo peor es que pasan dos o tres camiones entre las 12 y la una de la tarde y no hacen parada; uno logra abordar el transporte hasta el cuarto camión. No sé si están cambiando choferes o qué pasa, pero he tenido que esperar hasta 30 minutos en el paradero. Las personas que tiene posibilidades se van a tomar otro camión o de plano un taxi, pero los que tenemos el dinero medido sólo nos queda aguantar”.