Clavadistas agradecidos

Verónica Camacho Chávez
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya

Mérida
29 de mayo, 2015

Rommel Pacheco Marrufo ha ganado medallas de oro en la plataforma de 10 metros en los Juegos Panamericanos de 2003 y de plata en Río de Janeiro 2007. En los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 terminó en el lugar número 10 de la plataforma de 10 metros y en 3 metros trampolín. En los Juegos Olímpicos de Pekín 200 terminó en la octava posición en las mismas categorías. En 2015 quiere acudir a los Campeonatos Mundiales de Natación en Rusia para conseguir su pasaporte a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, a realizarse el próximo año.

Para el clavadista, la Serie Mundial de Clavados 2015 que se lleva a cabo en la Unidad Deportiva Kukulkán es muy importante porque es el lugar que lo vio nacer como atleta. “Tiene un gran significado estar aquí porque aquí crecí, es mi ciudad y es un orgullo no sólo representar a mi país sino también a mi Estado”, indicó, recordando que México “es el mejor lugar para las competencias locales e internacionales”. Reconoció que en Mérida la gente siempre ha estado interesada en el deporte y que este evento será de gran importancia para darle más impulso a esta pasión deportiva que se vive en la ciudad.

Aunque actualmente reside en la Ciudad de México, cuando está en Mérida le gusta estar con su familia y sus amigos y confiesa que es “muy tranquilo” y que se la pasa entrenando, aunque en sus tiempos libres le gusta ir al cine. Su familia es su mayor tesoro y asegura que le gusta disfrutar de sus ratos libres con ellos porque pasa mucho tiempo sin verlos. Pensando en el futuro, cuando llegue el momento de que su carrera como clavadista termine, a Rommel Pacheco le gustaría ocupar algún cargo público y ayudar a los niños y a los jóvenes a través del deporte. “Regresaré a Mérida para ejercer mi carrera de Administración de Empresas”, declaró. Sin embargo, “ahora estoy concentrado al 100 por cien en los clavados”.

Indicó que ser un medallista que se proyecta a nivel mundial es una responsabilidad porque se convierte en un ejemplo para los niños y los adolescentes, que quieren ser como él. Por este motivo, admite que siempre hay que manejarse de la mejor manera. “Soy muy tranquilo y eso lo reflejo cuando voy camino al trampolín, estoy pensando en los clavados, en los movimientos que tengo que hacer, dejar todo los problemas afuera y esa ha sido en gran parte la clave para dar un mejor desempeño y obtener esto logros, el ser disciplinado”, dijo.

Por su parte, la clavadista, Paola Espinosa Sánchez, originaria de La Paz (Baja California) ha participado en tres ocasiones en los Juegos Olímpicos. En Atenas 2004 quedó en quinto lugar en saltos en sincronizados. En Beijing 2008 ganó una medalla de bronce en clavados sincronizados en la plataforma de 10 metros y en Londres 2012 obtuvo la medalla de plata en la misma modalidad.

Espinosa también participará en esta serie mundial que se desarrollará en Mérida. Recordó que desde pequeña, “por ser hiperactiva”, sus padres siempre la ponían en alguna disciplina deportiva, entre ellas la natación, pero para ella era todo muy aburrido hasta que conoció a una entrenadora cubana que fue la que la invitó a participar en los clavados. “Empecé como un entretenimiento para matar las tardes y los clavados lgraron calmarme. Desde que pude subir al trampolín y sentir esas cosquillitas supe que era lo que quería hacer”, dijo.

Comentó que a los 11 años comenzó en la selección nacional de Baja California y se tuvo que trasladar a la Ciudad de México, donde conoció a Rommel Pacheco. “Hoy en día tengo muchos proyectos. Me encantaría retribuir al deporte todo lo que me ha dado, todo lo que he aprendido. Terminé mi carrera en Ciencias de la Comunicación. Estoy muy feliz, no me puedo quejar de la vida, siempre he querido ser exitosa en cualquier rol de la vida, lo deportivo salió muy bien, aunque con mi familia hemos pasado cosas muy difíciles pero nos hemos levantado y estamos aquí”, dijo. Recalcó que quisiera ser empresaria y, en su momento, crear una familia.

Por último, Paola Espinosa dijo que con estos eventos desea que los niños y los jóvenes hagan deporte. “Si yo pude hacerlo, si pude ser campeona centroamericana, panamericana, doble medallista olímpica, campeona mundial, cualquiera puede hacerlo, lo que no se vale es quitar el dedo del renglón y si tropiezas con una piedra no importa, ni las veces que sea, el chiste es levantarte y aprender de cada una de ellas”.