Óscar Muñoz
Ilustración: Chakz Armada
La Jornada Maya

5 de mayo, 2015

Si bien la sociedad requiere de satisfactores materiales, sociales y culturales, por lo general los candidatos a puestos de elección popular siempre ofrecen promesas relacionadas con lo material y lo social, pero casi nunca con el ámbito cultural. Es posible que la mayoría de ellos padezcan de miopía ante las necesidades socioculturales de la población. O en el mejor de los casos ofrezcan formas que contribuyan al desarrollo cultural, aunque simuladas.

Siempre se ha requerido que la educación, particularmente la superior, llegue a los jóvenes de la clase media y la clase trabajadora para que suceda en el país una auténtica transformación cultural, una transformación ciertamente independiente de la dinámica cultural impuesta por el Estado. Sin embargo, muchos jóvenes de estas clases cada vez alcanzan menos la educación superior. Al respecto, ¿qué proponen hacer los candidatos para remediar la falta de potencia transformadora en la cultura, resolver la falta de oportunidades en educación superior?

Efectivamente, en la evolución sociocultural de México, la primera etapa transformadora de la cultura estuvo basada en la importación de formas culturales de Europa, hasta la época de Porfirio Díaz, que culminó con la visión cultural de los científicos. No fue sino con el anuncio de la Revolución Mexicana que vino el aviso de un México cultural por sí mismo: la narrativa de Emilio Rabasa (precursor del realismo mexicano), la poesía de Manuel José Othón (creador de El himno de los bosques), los grabados de José Guadalupe Posada, y muchos otros artistas que contribuyeron con su creación a conformar una verdadera cultura nacional.

La solidificación de esta nueva cultura mexicana aparece en la postrevolución con escritores como Martín Luis Guzmán, Mariano Azuela o Juan Rulfo y con artistas visuales como los tres grandes muralistas: Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco. Más adelante, con el boom latinoamericano, la cultura se perfila hacia el reconocimiento mundial como una forma de ser de México, a través de las obras de Carlos Fuentes o los artistas visuales del movimiento La Ruptura, entre muchísimos más. Ante este proceso histórico de la cultura mexicana, ¿cómo piensan los candidatos reimpulsar el desarrollo cultural de México, particularmente de Yucatán?

Como bien señaló Carlos Fuentes en Tiempo mexicano, “La Revolución, en esencia un paso del no ser, o del ser enajenado, al ser para sí, fue el acto mismo de ese descubrimiento: los actos coinciden con las palabras y la apariencia con el rostro: la máscara cae y todos los colores, voces y cuerpos de México brillan con su existencia real”. En este sentido, ¿cómo han previsto los candidatos rescatar el ser enajenado, o en el peor de los casos el no ser, para investirlo como un ser para sí? ¿Será que quieran disimular una política cultural disimulada, y quieran continuar con el espectáculo, donde los ciudadanos sólo miren y aplaudan, sin ninguna nutrición espiritual?

Habrá que precisar que a partir de la Revolución Mexicana, surgió una doble tendencia en la cultura: por una parte, aparece una forma cultural genuina y propia (lo que favorece el descubrimiento de sí mismo) y, por otra parte, una forma chovinista de la cultura, donde prevalece el aprecio desmesurado por lo nacional y el desprecio por lo extranjero y ajeno. ¿Cuál será la tendencia que se proponen seguir los candidatos en el impulso de la cultura? ¿Una cultura nacional abierta, o nacionalista y cerrada? ¿Por qué una, la que decidan apoyar, y no la otra? Éstas son preguntas fundamentales que deberían contestar los candidatos a la ciudadanía.

Otro aspecto que interviene en todo desarrollo sociocultural es la conformación de la población que habita determinado lugar. Cuenta mucho si son exclusivamente ciudadanos que nacieron y viven en una localidad o si la comunidad se ha transformado en una urbe cosmopolita. Ante esta situación habría que elegir con precisión la visión cultural más conveniente. ¿O es que los candidatos pretenden seguir con las formas folclóricas de la cultura, con apego a sus raíces y costumbres más ancestrales, sin dar cabida a otras formas extrañas y nuevas que enriquezcan el ambiente cultural y satisfagan los intereses culturales de todos?

No es que estén mal colocados la jarana y los trovadores en esta proyección cultural, no, pero estaría equivocado aquel candidato que la prefiera en exclusiva y se niegue a abrirse a la cultura de otras latitudes del país, en este momento de importantes migraciones y de absoluta globalidad. No será posible imaginar una ciudad como Mérida, actualmente cosmopolita, frente a una forma cultural basada tan sólo en el modo cultural de la Mérida del siglo XX. Efectivamente, habrá que revalorar la cultura local en esta nueva dimensión, donde participan muchos de otras partes del país y en tiempos nuevos, y valorar aquellas otras maneras culturales que traen los nuevos vecinos. Entonces, ¿cómo están pensando los candidatos en incorporar la cultural local de tiempo atrás con las nuevas culturas avecindadas en Yucatán, principalmente en Mérida?


Lo más reciente

Conferencia mañanera de AMLO, miércoles 24 de abril de 2024

Condena AMLO prácticas injerencistas de EU

La Jornada

Conferencia mañanera de AMLO, miércoles 24 de abril de 2024

Senado de EU aprueba ley que obliga a matriz de TikTok a vender

Se prevé que la polémica medida de los legisladores estadunidenses enfrente impugnaciones legales

Ap

Senado de EU aprueba ley que obliga a matriz de TikTok a vender

Xóchitl quiere cambiar: ser ella

Astillero

Julio Hernández López

Xóchitl quiere cambiar: ser ella

Oposición bloquearía la ley de pensiones en la Corte

Dinero

Enrique Galván Ochoa

Oposición bloquearía la ley de pensiones en la Corte