Mérida, Yucatán
Jueves 8 de diciembre, 2016
El Grupo San Francisco de Asís anunció el día de hoy la construcción del Centro Industrial de Yucatán (CIDY), un espacio con instalaciones de primer nivel y de uso mixto en materia logística, donde convergerán compañías interesadas en invertir en la entidad.
El empresario Alberto Abraham Xacur comentó que éste se ubicará en terrenos aledaños a la Cervecería Yucateca, en el municipio de Hunucmá, y tendrá una inversión de dos mil 400 millones de pesos a largo plazo y generará en su desarrollo 20 mil empleos.
El titular de la Secretaría de Fomento Económico (Sefoe), Ernesto Herrera Novelo, celebró que la obra sea construida cerca de donde se edifica la Cervecería Yucateca, ya que esto permitirá más armonización y tarea logística entre firmas, principalmente las proveedoras.
De acuerdo con la opinión de Mario Can Marín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), el CIDY traerá grandes firmas que trabajan en la proveeduría, además de que este parque industrial será un detonante que permitirá a la entidad alcanzar nuevos mercados y ofrecer precios competitivos.
El parque industrial refuerza la estrategia para elevar la competitividad económica de Yucatán, a través de la creación de espacios ordenados que favorezcan la instalación de empresas que busquen estándares de calidad mundial y generación de empleos, anunció el grupo empresarial.
En las 500 hectáreas que ocupará, habrá un centro de negocios para convenciones y grandes eventos. Asimismo, una terminal de transporte multimodal, movimiento de cargas, aduanas, zonas de servicio, restaurantes, bancos y un hotel, así como demás elementos básicos que necesitan las compañías, sus usuarios, empleados y obreros.
Jueza adscrita al penal estatal de Chalco amplió a octubre la etapa del cierre de investigación
La Jornada
Unos 3 mil productores serán beneficiados con sistemas modernos y eficientes
La Jornada Maya
Robert De Niro recibirá una Palma de Oro honorífica en el evento
Ap / Afp
Amenazó con suspender bienes y salarios a los más de 10 millones de indocumentados
La Jornada