Corrupción en sociedades de alumnos

Paul Antoine Matos
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Jueves 3 de noviembre, 2016

Los candidatos a la presidencia de sociedades de alumnos y consejos estudiantiles de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) replican las prácticas de captación de votos y falta de transparencia de los políticos yucatecos y mexicanos, por lo que es necesario que exista una mayor participación del alumnado en las decisiones de la institución, manifestó Manuel Ceballos Pech, integrante de Ciudadanos Universitarios, agrupación que intenta abrir espacios para los jóvenes independientes.

Para Ceballos Pech, coordinador de Ciudadanos Universitarios y estudiante del tercer semestre de la carrera de matemáticas, en la UADY las elecciones y los que ostentan el cargo electo replican las prácticas de los partidos políticos, porque estos los apoyan y se fijan en los candidatos que más atraen a los votantes.

“Son figuras de la sociedad, porque representan a los estudiantes. Entonces los partidos políticos buscan incidir en las elecciones con apoyos para la organización de fiestas”, expresó en entrevista con La Jornada Maya.

Detrás de los candidatos, indicó, por lo general están las federaciones. En la UADY existen dos: la Nueva Federación Universitaria (NFUUADY) y la Federación Estudiantil de Yucatán (FEDY), que aglutinan a los estudiantes postulados, señaló. Cada una de las federaciones recibe aproximadamente un millón de pesos cada año, mencionó.

Esa disputa entre federaciones está presente en los procesos electivos, como el que se lleva a cabo en la Facultad de Medicina Veterinaria, en el que la presidente Larissa Franco Poot quiere imponer a su candidato, afirmó.

El presidente es quien regula las elecciones, saca la convocatoria y rige el proceso de conteo de votos; por tanto no existe un organismo autónomo que vigile el proceso, lamentó.

La sociedad de alumnos es una figura de la UADY. Sin embargo, su presidente es libre e independiente de la Universidad, por lo que “nadie lo vigila, labor que le correspondería a los estudiantes, pero no lo hacen; no se sabe de dónde reciben dinero”, expresó Ceballos Pech.

Por el contrario, la elección del consejero estudiantil está más regulada por depender de la UADY y su Consejo Universitario, abundó. Los procesos de este año para elegir a los dirigentes del período 2017-2018 tienen un porcentaje de participación del 69 por ciento, expresó. En total, hay 34 representantes estudiantiles; dos por cada facultad y preparatoria.

Guzmán Chávez añadió que aunque el proceso electoral universitario dura apenas una semana, entre registro, un día de campaña y las votaciones, los candidatos se posicionan desde meses antes a través de fiestas y regalos, acciones en las que hay corrupción y recursos de terceros, ajenos a la UADY, acusó.

[b]Opacidad[/b]

Detrás de las elecciones y durante las presidencias y consejerías se utilizan recursos cuyos orígenes son inciertos, debido a que las autoridades estudiantiles no están obligadas a rendir cuentas, manifestó Guzmán Chávez.

Ciudadanos Universitarios ha investigado entre algunos consejeros y en el Instituto Estatal de Transparencia y Acceso a Información Pública (INAIP). Según la información conseguida por ellos, el presupuesto anual para las sociedades de alumnos oscila entre los 80 mil y 500 mil pesos al año.

Afirmó que “aunque la Universidad asegura tener el control total de los gastos, el funcionamiento de los representantes estudiantiles no es regulado por ninguna ley universitaria”.

Tal situación, indicó el representante del grupo estudiantil, genera que el dinero se gaste mayormente en fiestas para promocionar a los presidentes y futuros candidatos, y sea poco lo que realmente se invierta en atender las necesidades estudiantiles.

Ceballos Pech afirmó que también se desvían recursos cuando los líderes estudiantiles dan información falsa, facturas falsas, y los mismos proveedores son cómplices, pero ante la falta de transparencia no se puede comprobar esa acusación.

En las precampañas, señaló, los candidatos “se vuelven el amigo de todos” y reparten cosas como chicharrones, esquites, donas, repelentes, para posicionarse entre los estudiantes antes de las elecciones, pero no comprueban la procedencia del dinero para esas acciones.

“Los mantienen contentos con la despensa, que en este caso es el regalo y la fiesta”, declaró. “A la gente de escasos recursos, por sus necesidades, las compran con la despensa, pero nosotros somos universitarios”, añadió.

Guzmán Chávez reveló que para la organización de fiestas, como las novatadas, se traen a bandas nacionales como Genitallica o Allison, o también organizan una feria con juegos mecánicos, marquesitas, incluso en la más reciente, el 30 de septiembre, en la hacienda Chichí Suárez, la cervecería Cuauhtémoc Moctezuma ofreció bebidas alcohólicas.

Aunque algunos estudiantes sí esperan las fiestas, los demás también quieren superarse, aprender y que se utilicen correctamente los recursos, aseguró.

Para las fiestas, indicó Ceballos Pech, las cerveceras y los partidos políticos gastan en los patrocinios, y los boletos se venden en Internet, a través de la página tusboletos.com.

Consideró que “la UADY lo permite así porque los estudiantes quedan calladitos. Se saben los problemas de corrupción, pero están más cómodos si no se habla de ellos”.

[b]Necesidades de la UADY[/b]

Entre las necesidades que tiene la UADY están los apoyos en transporte para aquellos jóvenes que viajan de otros municipios hacia Mérida, el nuevo modelo educativo, MEFI, que ha generado división y para el cual los consejeros en el momento de la decisión no consultaron a los alumnos, facilidades para que los estudiantes acudan a congresos relacionados con su carrera y más ponencias en las facultades, indicó.

Sin embargo, acusó que ni los presidentes ni los consejeros escuchan a los universitarios; por tanto, continuó, es necesario que los estudiantes participen y se involucren en la vida política de la UADY y exijan cuentas claras a sus representantes, porque son un reflejo de la vida democrática mexicana.

“En México el problema es la corrupción y la sociedad permisiva, algo que se replica en la UADY, por lo que se necesita crear ciudadanos para involucrarse más”, señaló.