Culturas Populares y Lenguas Indígenas

Texto y foto: Óscar Rodríguez
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Lunes 25 de julio, 2016

La aplicación de una política vertical para atender las diferentes expresiones culturales populares e indígenas es la principal causa del rezago histórico que se tiene en el país en esa materia, por ello el diálogo emprendido en la octava audiencia pública celebrada en Mérida convocada con miras en formar una nueva ley de cultura, es el la vía para una forma de elaborar los marcos jurídicos que rigen a los mexicanos, coincidieron los ponentes de la mesa Culturas Populares y Lenguas indígenas, en la que destacaron las participaciones de Salomón Bazbaz Lapidus y Mardonio Carballo, productor cultural y director del Festival Cumbre Tajín en México, y actor y productor de Canal 22, respectivamente, quienes centraron su crítica en la política que por años el Estado mexicano ha aplicado a las expresiones artísticas populares e indígenas.

Bazbaz Lapidus consideró que el enfoque dado en las mesas de trabajo celebradas en la capital yucateca y organizada por la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión para la elaboración de una ley de culturas populares y lenguas indígenas parte de un error, debido a las acciones gubernamentales que por años se han aplicado en el país en la cultura y las artes.

“Creo que estamos cometiendo un error que viene de las políticas públicas y es que esta mesa sea de lenguas indígenas y no de culturas indígenas en general. La medición que hace el Inegi es a través de la lengua y deja fuera a toda la cultura, entonces es el problema que la medición es sólo por la lengua, entonces mucha gente que no dice que no habla la lengua queda fuera”, subrayó.

En su exposición, el director del Festival Cumbre Tajín opinó que, de manera contradictoria, el 10 por ciento de la población nacional (considerada como indígena) es, por un lado, la memoria y la preservación de nuestros orígenes, empero, es el de mayor marginación.

“Es urgente reconocer la existencia de estos pueblos-nación, escuchar sus ideas y sentimientos y ampliar el diálogo entre sus instituciones y el Estado. Sobre todo, salvaguardar su cultura”, manifestó.

Cuestionó el actuar de instituciones dedicadas al quehacer cultural dentro del país, al considerar que dejan de lado las expresiones vivas de las artes.

“Ahora piensen en los siguientes institutos nacionales de Bellas Artes (INBA), y de Antropología e Historia (INAH). El primero atiende la herencia occidental que nos llegó con la colonización; el segundo se dedica a la conservación de los edificios y monumentos con valor histórico. ¿Y la cultura viva? ¿Y los múltiples tesoros humanos vivos que tenemos? ¿Y el patrimonio inmaterial que le da sentido a todos los demás?”, cuestionó.

[b]Para enriquecer la cultura[/b]

Por su parte, Mardonio Carballo consideró que es urgente apuntalar el reconocimiento de las lenguas indígenas como lengua nacional, pues si bien, está garantizado en la Constitución, existen aún funcionarios que generan políticas de estado verticales que excluyen a los pueblos originarios.

Comentó que una de las percepciones erróneas de los políticos eS pensar que el generar textos y programas televisivos culturales es “barato”, pues su creación implica un esfuerzo doble debido a la segregación lingüística que por siglos han sufrido los pueblos indígenas.

Lamentó que en México existan 69 lenguas de las cuales sólo una –el español- se promueve, por lo que se condena a las 68 restantes a la extinción, lo que genera también una pérdida profunda de la identidad nacional.

“¿Cuándo vamos a lograr que la multiculturalidad, que la interculturalidad sea lineal y no sea una cosa vertical? Porque siempre que planteamos un país multicultural se plantea de arriba hacia abajo”, fustigó.

Finalmente, instó al diálogo para atender los grandes temas del país como son la educación, la cultura y el desarrollo social, por lo que es necesario dejar atrás la “piel delicada” para trabajar, incluso con el que se considera como enemigo.