Malos para los números

Paul Antoine Matos
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Viernes 16 de junio, 2016

Sentados a ambos lados del gobernador de Yucatán, Rolando Zapata Bello, se encuentran dos niños de 11 años. Yahir Sánchez Navarro y Sofía Vázquez Lizarraga son los estudiantes más destacados de su generación. Se encuentran en la entrega de los trabajos de Escuelas al Cien, en su escuela, la Vicente Guerrero, acompañando al titular del Ejecutivo estatal. Sofía ofrece unas palabras al público.

Yahir está en esa posición privilegiada por haber representado a su escuela en la Olimpiada del Conocimiento, mientras que Sofía hizo lo mismo en la Olimpiada de Matemáticas. Están en sexto de primaria, pero tienen un mayor conocimiento de las operaciones aritméticas que el 65 por ciento de los jóvenes yucatecos en segundo de secundaria.

De acuerdo con la Medición Independiente de Aprendizajes (MIA), realizada en 2015 por académicos del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), la Universidad Veracruzana y organizaciones civiles, 65.8 por ciento de los alumnos de segundo de secundaria de Yucatán son incapaces de resolver un problema matemático simple; con un nivel de complejidad entre segundo y cuarto de primaria.

Por pocos puntos, Quintana Roo supera a Yucatán. El estado vecino tiene un rezago en el mismo tema de 66.7 por ciento.

Pero para resolver una división, 37 por ciento de los niños en Yucatán fue incapaz de llegar al resultado, mientras que en Quintana Roo fue el 28.9 por ciento.

El MIA se aplicó a 8 mil niños en 234 municipios de los estados de Yucatán, Quintana Roo, Veracruz y Puebla, así como de Campeche y Tabasco, aunque en estas dos últimas entidades los resultados están pendientes.

25 por ciento de los estudiantes de quinto de primaria de Quintana Roo no son capaces de comprender un texto diseñado para alumnos de segundo. Las mismas limitaciones las tiene el 19 por ciento de los estudiantes de aquel grado de Puebla, el 17 de Yucatán y el 14 en Veracruz.

Entre los alumnos de quinto grado de primaria, 82.4 por ciento de los yucatecos sí es capaz de leer una historia con un nivel de complejidad de segundo año, mientras que en Quintana Roo es el 74.3 por ciento. En comprensión de textos, 59.2 y 56.4 por ciento de los estudiantes son capaces, en Yucatán y Quintana Roo, respectivamente.

Más de 2 mil voluntarios fueron a las casas de los niños y les aplicaron unos cuestionarios con el fin de medir si los niños y jóvenes de entre 5 y 16 años de edad saben leer y hacer operaciones matemáticas básicas, como sumar, restar, multiplicar y dividir.

La Secretaría de Educación estatal (Segey) reconoció, en un comunicado, que “las áreas de comprensión lectora y matemáticas son una problemática en los alumnos de educación básica”.

Se indicó que la AMI refleja “las mismas circunstancias y escenarios arrojados por el Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes (Planea)”, aplicado a alumnos de sexto de primaria, primero y tercero de secundaria, que permite ser un instrumento de evaluación.

A través del programa Escuelas de verano, en primera instancia, se reforzarán la comprensión lectora y las matemáticas, anunció la Segey.

Por su parte, Wilberth Chí Góngora, delegado de la Secretaría de Educación Pública (SEP) en Yucatán, afirmó que el programa de Formación Continua permite a los docentes actualizarse a través de cursos para revertir el rezago educativo.

El mayor rezago, indicó, se encuentra en el sur y oriente del estado, por tanto la tendencia es evitar el abandono escolar y mantener una permanente labor con las autoridades educativas para que los profesores acudan a sus clases y la comunidad escolar, incluyendo los padres, participen.

Señaló que “la reforma educativa tiende a una colaboración estrecha entre docentes y padres de familia, para que sean coadyuvantes en el trabajo de sus hijos”.

Felipe Hevia, del CIESAS, afirmó en conferencia de prensa el miércoles en la Ciudad de México que la reforma educativa “no está enfocada en resolver el problema del aprendizaje y si eso no se transforma, no podremos avanzar como país”.

Hevia señaló que “los objetivos son generar información válida, confiable e independiente sobre educación, ampliar la discusión sobre el tema, denunciar los efectos educativos de las desigualdades social, económico, culturales, políticas y geográficas, y desencadenar procesos comunitarios de educación”.