Food Trucks y fiestas de música

Sandra Gayou Soto
Fotos: Raúl Angulo Hernández
La Jornada Maya

Martes 21 de junio, 2016

Iniciamos en el estacionamiento del Centro de Convenciones Yucatán Siglo XXI, donde el Península Food Truck Fest estaba en su punto máximo. 21 food trucks, que normalmente se encuentran repartidos por la zona centro y norte de Mérida, estuvieron en un solo lugar ofreciendo lo mejor de sus propuestas gastronómicas.

Frente a los vehículos se colocaron varias mesas con sillas, ocupadas por familias completas que recorrían lentamente el circuito; los aromas se cruzaban a cada paso. Carne a la parrilla y papas fritas fue el bouqué predominante. Costillas, chapatas, tortas en el New York Fook Truck, Mexquisito, Dioniso, Pap’s pizza & patata Truck; módulos de recarga para celular patrocinados por una popular estación de radio, Truck Chef, ¡Va que va!, Tribu cocina urbana, Angus truck, (sigue oliendo a carne), Agogó, El Burrito, (vamos a la mitad), The Food Truck restaurant, Ícaro ya con tostadas de atún, tacos y sándwiches, mientras de fondo se escuchaba una de las bandas de reggae más representativa de Quintana Roo, Roots & Flowers Collective, presentando su repertorio a los cientos de personas que fueron a comer, cenar, tomar, comprar y pasear a sus perros.

El Curi, con tacos árabes; el Trucknrollmx, Ancora Food Truck y la Monchis con… hamburguesas. Después de este largo recorrido, había que visitar los stands dispuestos al centro del espacio formando dos grandes pasillos. Ahí las marcas de diseñadores locales mostrando sus creaciones en ropa, accesorios para mujer, zapatos, carcasas para celular, plantas, muchas plantas, pequeños cactus, café, tazas, perros chihuahua, collie y otras razas en brazos de sus humanos paseando, lencería, bolsas y uno de los más solicitados “Blend Pop Tails Mérida”, cocteles hechos paleta, literal, piña colada, mojito, blue margarita (muy recomendable), mimosa y una vasta variedad.

Cerrando el circuito, en un truck de la cerveza que patrocinó el evento, a modo de escenario, sonaron 14 propuestas musicales, todas diferentes, todas de calidad, todas oriundas de la región, dándole el carácter de peninsular a este encuentro con grupos de Campeche, Quintana Roo y Yucatán. La gente escuchó, bailó, comió y disfrutó de un esfuerzo colectivo por dar a conocer lo que el estado y la región está produciendo, entre ellos La Jornada Maya, que convivió con los visitantes además de distribuir de manera gratuita algunos ejemplares de este proyecto informativo que está por cumplir un año en su edición impresa.

La noche aún era joven y después de un buen baile de cumbia con la Chancil Tropical, nos dirigimos al Delorean a presenciar uno de los conciertos más esperados del mes por aquellos que fueron testigos de una velada a guitarra y voz con letras que reflejan realidades con Francisco Barrios [i]El Mastuerzo[/i], también baterista de la legendaria banda de rock HH Botellita de Jerez.

He visto a [i]Paco[/i] en numerosos escenarios, en distintos contextos, en universidades, marchas, mítines, cafecitos, hasta formatos más grandes con la Botellita. Esta noche fue diferente; pocos, muy pocos conocían las canciones, pero con una buena respuesta de los asistentes, acudieron puntuales a la cita para escuchar lo más representativo de los dos discos como solista que [i]Paco[/i] tiene en su haber: [i]Podrido[/i] y [i]Prohibido[/i], además del más reciente material con Los Jijos del Maiz.

[i]El Mastuerzo[/i] cantó, platicó, leyó y cotorreó con la banda que escuchó atentamente, que se entregó por completo hasta cantar uno de los coros más representativos del repertorio “Cuando vienes a cagar a la casa”. Entre risas, aplausos y chiflidos, el toquín terminó. Después de una hora, Paco bajó del escenario, más feliz de lo que subió, a convivir y platicar con la gente; que era uno de sus objetivos en esta visita a la ciudad.

Para terminar, ya entrada la medianoche, la calle 56 del centro histórico prometía un gran baile. Largas filas de autos estacionados en las calles aledañas anunciaban la bacanal; el paso cerrado desde la 53 hasta la 55, la Fundación Mezcalería tomó la calle una vez más para presentar su ahora ya tradicional edición de [i]La Fête de la Musique[/i], por cuarta ocasión en la ciudad, en colaboración con la Alianza Francesa y el apoyo de instituciones gubernamentales.

Los músicos invitados a esta tradicional fiesta de origen parisino pusieron a bailar a los yucatecos, el hip hopero Mr. Martínez, el [i]diyéi[/i] de la casa, Tato Gutiérrez, Malafacha Show, batucada con Groove & Drums. Alí Gua Gua de las Kumbia Queers, causó furor en los presentes, después Yadi Cámara desde Guinea para Yucatán, acompañado por los Caribe All Stars, Yadi nos dio una muestra de lo que puede hacer con el balafón en una fusión natural entre África y Cuba.

Para terminar y a pocos días de haberse presentado en el Loolapalooza de Colombia, el [i]diyei[/i] oriundo de Monterrey, Toy Selectah, ex integrante de Control Machete, hizo lo suyo presentando sus mejores mezclas, fusionando cumbia hip hop y reggae, por mencionar algunos ritmos.

Así culminó una de las noches más musicales en eventos organizados por gente para quienes el único interés es mostrar lo mejor hecho en la península así como ofrecer la oportunidad de escuchar propuestas tanto de México como de otros países. El conductor del Uber que me trasladó en algún punto me dijo: “hace mucho que no teníamos una Mérida tan alternativa.”

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[b]Mérida, Yucatán[/b]