La FILEY debe ser peninsular

Paul Antoine Matos
Foto: tomada de la web
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Martes 31 de mayo, 2016

A sus 55 años, Rodolfo Cobos Argüelles consiguió una oportunidad única en la vida profesional: ser el director de la Feria Internacional de la Lectura Yucatán (FILEY), el evento cultural más grande del sureste mexicano y el tercero en su tipo a nivel nacional, tan sólo detrás de la Feria Internacional de Libros (FIL) de Guadalajara y la de Minería, en la Ciudad de México.

El gestor cultural nació el día del Amor y la Amistad de 1961, en la Ciudad de México. Formado en una familia con valores, de madre capitalina y padre yucateco, a los 15 años, tras el divorcio de ellos, decidió aventurarse a vivir en Mérida, una ciudad que conocida como destino vacacional. Se enamoró tanto del lugar como de quien se convertiría en su esposa a los 20 años. Con dos hijos y 35 años de casados. El abuelo de su esposa, era el historiador, razón por la que se interesó en esa materia.

Estudió contaduría en la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) y durante más de tres décadas ha dedicado su vida a la cultura y a las artes, así como a promover y administrar recintos y eventos. Hasta hace unos días era director del Centro Cultural Dante y hace tres años rescató al olvidado Teatro Fantasio.

La Jornada Maya entrevistó a Cobos Argüelles para conocer más sobre su visión de la lectura en la entidad. Reconoció que si esa visión no hubiera coincidido con la UADY, no habría tomado las riendas de la FILEY.

Afirmó que “es falso que no se lee”, ya que en la entidad las personas sí lo hacen, aunque no sólo es la novela literaria, sino que los jóvenes leen libros relacionados con sus carreras. He tenido pláticas con directores de periódicos yucatecos que se han sorprendido porque las personas en todos los estratos sociales leen sus diarios, declaró.

Ante la irrupción del Internet, las redes sociales conforman otros espacios que acercan a la lectura; los periódicos se han adaptado a ello. “No lo podemos rechazar, es una realidad”, declaró, pero el libro tampoco desaparecerá, sino que se adaptará a la evolución del mundo.
Consideró que si el libro no existiera y se fuera creado en la actualidad “sería un gran invento”, porque la gente podría escribir en él, hacer anotaciones, subrayar frases, saltar y regresar páginas, algo que digitalmente no es posible.


[b]Libros eternos[/b]

“Nosotros somos pasajeros. Los libros son eternos”, declaró Rodolfo Cobos al explicar por qué entre sus prioridades para la FILEY está fomentar la lectura entre los niños. Indicó que a esa edad, se está en plena formación y sus cerebros son como esponjas, por lo que se debe promover a los futuros lectores.

Leer permite un mejor desempeño escolar, facilita el estudio, además de que logra un mejor desarrollo.

los jóvenes se acercan a la lectura también a través del cine; cuando ven una película basada en algún libro, de inmediato quieren leerlo.

“El principal objetivo de leer es el conocimiento, aprender e imaginar” indicó que la cultura y la lectura “llenan el espíritu, porque hacen reflexionar y pensar”, además de que desarrolla la espiritualidad, el sentirse bien con uno mismo más allá de las cosas materiales.

Cobos Argüelles considera que la FILEY ha hecho una buena labor en Yucatán, pero que todo tiene su ciclo. Evita mencionar puntos débiles de las ediciones pasadas para evitar confrontaciones; prefiere enfocarse en el futuro y en las acciones que se pueden llevar a cabo para que la feria se supere. Sabe que, al igual que su antecesor, él también tendrá un ciclo que se acabará y otra persona llegará a tomar las riendas.

Afirmó que la FILEY tiene que ser más que una feria de nueve días, expandirse durante todo el año en diferentes actividades como las tertulias literarias o talleres. Sin embargo, considera que el evento es un imán para atraer a la gente hacia el arte.

[b]Lectura peninsular[/b]

Rodolfo Cobos expresó que la península de Yucatán ha sido abandonada, por tanto la lectura debe crecer hacia los estados de Campeche y Quintana Roo, con el cual se comparte una historia y una sangre en común.

En Campeche hubo un crecimiento de librerías, pero han desaparecido en los últimos años, por lo que debe promoverse. Una situación similar ocurrió en Cancún. La FILEY antes de alcanzar un grado internacional o nacional debe ser peninsular y con la integración de las diversas autoridades, académicos y empresarios socialmente responsables, enfatizó.

Yucatán es un eje de la península, porque acuden a Mérida como turistas o estudian en las universidades de aquí. Es necesario que la FILEY contemple a Campeche y Quintana Roo, aseveró.