México podría ser líder en cría del equinodermo

Paul Antoine Matos parte III y última
Foto: Francisco Martín
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Viernes 27 de mayo, 2016

La acuacultura es un método mediante el cual los pepinos de mar adultos, con capacidad reproductora, se desarrollan en condiciones adecuadas que aumentan la supervivencia de las larvas, para su posterior engorde, explicó Luis Felaco Durán, estudiante de doctorado en recursos del mar por el Centro de Investigaciones y de Estudios Avanzados del IPN Unidad Mérida (Cinvestav), especializado en acuacultura. “Básicamente es lo mismo que se hace con una vaca o un pollo, pero trasladado al área marina. Es una granja”, especificó.

El doctor Jean -Fraçois Hamel, de la Sociedad para la Exploración y Valoración del Medio Ambiente (Seve, por sus siglas en francés), señaló que “posiblemente México se convertirá en uno de los líderes de la acuacultura el próximo año”, aunque no será capaz de colocarse a los niveles de producción de Japón y China, que alcanzan las 200 toneladas anuales.

“México está haciendo bien su investigación; no a la misma escala que los asiáticos, pero está yendo en la dirección correcta”, señaló. Si el dinero se coloca en el lugar exacto, podría desarrollarse una comunidad basada en comunidades mayor que la producción de las islas del Indo-Pacífico o Madagascar, pero no en cantidades industriales como China, sino un punto medio, expresó. Destacó a Mazatlán como un éxito.

Miguel Ángel Olvera Novoa, responsable en investigaciones sobre el cultivo del pepino de mar en el Cinvestav, señaló que la acuacultura yucateca aplicada al equinodermo comenzó en 2007, cuando el gobierno del estado solicitó al centro científico el desarrollo de la tecnología de cultivo.

Desde la solicitud, han pasado por dos de las tres fases para el desarrollo. La primera consiste en domesticar y conocer las características del equinodermo, con el objetivo de establecer las condiciones propicias para su desarrollo. La segunda se enfoca en la producción de crías, su incubación y el manejo larvario. Por último, el cultivo del animal en sistemas controlados, su engorda y la transferencia de tecnología y capacitación, para posteriormente acercarse al sector comercial.

La tercera fase debió iniciar el año pasado, aunque los resultados se verán hasta el 2017, debido a que el pepino de mar alcanza una talla comercial en un período de entre 18 y 24 meses.

Felaco Durán consideró que dentro de un período de cinco años podrían existir las primeras granjas piloto con producción y engorda.

El combate al furtivismo y sus efectos sobre el esquema social costero, así como la reducción de los casos de descompresión y evitar la sobreexplotación del pepino de mar, son los principales beneficios que el sistema de acuacultura generaría para Yucatán.

El doctor Hamel señaló que ante la falta de seguridad para proteger sus productos, países de Asia y Sudamérica han recurrido a la acuacultura.

Felaco Durán coincidió en que la alternativa a la corrupción y la captura ilegal es la acuacultura. A los pescadores deben dárseles las alternativas para desarrollarla, no es una cuestión de prohibir su captura o hacer vedas, afirmó. “Cuando sea más fácil producir un pepino por acuacultura que pescarlo, allí se acabará el problema”.

El doctor Olvera Novoa consideró que la acuacultura abre opciones para que las comunidades pesqueras se desarrollen. En la zona costera mucha hay gente que por su edad no sale a pescar y jóvenes que no encuentran una alternativa en la pesca porque la producción es insuficiente, pero la acuacultura es una opción que podría acompañar a las poblaciones, en donde las mujeres también podrían participar, expresó.

Los pescadores actualmente ganan dinero sólo momentáneamente, pero el introducir la acuacultura podría generar redes de valor y empleos; además el producto tendría su marca propia, afirmó.

Aunque la acuacultura podría ser una alternativa para enfrentar la sobreexplotación del pepino de mar, hay voces que consideran no será una solución total, sino un complemento para la captura.

El doctor Hamel señaló que la acuacultura no es una solución para repoblar, ya que hay ejemplos donde la producción del pepino de mar es insuficiente para cubrir las demandas del mercado y soltar crías. Aligeraría la carga a los océanos, pero también deberá controlarse a los compradores.

Armando Wakira Kusunoki, director del Instituto Nacional de Pesca (Inapesca) en Yucatán, declaró que la acuacultura deberá estar orientada a tener productos de alto valor económico, no en grandes cantidades.

El doctor Olvera Novoa señaló que la investigación del pepino de mar debería recibir más financiamiento por parte de recursos fiscales o federales, así como la participación de la iniciativa privada. Reconoció que el gobierno ha entregado apoyo económico en tres ocasiones, aunque deben asociarse los distintos involucrados para iniciar las etapas de transferencia de tecnología y el escalamiento piloto comercial, tras los resultados positivos que se han dado en el laboratorio.

El doctor Hamel es optimista con lo que se realiza en Yucatán, estado que considera en una buena posición para el desarrollo del pepino de mar, por las características del agua. Incluso se mostró sorprendido por los avances en investigación que han ocurrido en la entidad.

Para mantener alejado el furtivismo y la sobreexplotación, así como proteger las comunidades afectadas por la delincuencia y evitar las muertes por descompresión, se debe poner en marcha el plan de manejo del pepino de mar, publicado en mayo de 2015, pero que ha sido detenido, declaró el director del Inapesca Yucatán, el doctor Wakira Kusunoki, en septiembre se ese mismo año.

En él hay 76 acciones, que tienen objetivo que la captura del pepino de mar sea sustentable, además de que aborde el aspecto social y biológico, apuntó.

Flores Nava, de la FAO, declaró que se trabaja para estructurar el plan rector de pesca y acuacultura en Yucatán, ante la necesidad de abordar el tema del equinodermo por los problemas sociales que se han generado y la alta demanda internacional que afecta el punto de vista biológico.

Señaló que debe trabajarse con los distintos sectores involucrados en la actividad, identificando los problemas y proponiendo soluciones. Posteriormente, dijo, deberá existir una ruta de actividades cronológicamente establecidas y entregarlas a las autoridades encargadas del tema.