Sus maravillosos quince

Cuauhtli Laguna Peraza
Foto: Fabrizio León Diez
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Miércoles 18 de mayo, 2016

Eran las once de la mañana y las puertas continuaban cerradas. Un guardia de baja estatura y sonrisa apacible vigilaba el único acceso al Salón Progreso en el Centro de Convenciones Siglo XXI. Me acerqué y pregunté si podía entrar, el guardia me dijo que no estaban listos, que estaban “instalando” y que regresara en veinte minutos. Cuando regresé las puertas del salón ya estaban abiertas. En la parte superior de la entrada colgaba una manta con letras grandes: EXPO “La Ilusión de tu Vida”, y por supuesto sentí deseos entrar.

Este 14 y 15 de mayo, 50 prestadores de servicios de XV años, bodas y graduaciones, se reunieron con motivo de la 15 edición de esta exposición, para dar a conocer parte de la oferta con que cuenta el estado para este tipo de eventos.

La celebración de los quince años era una práctica de las culturas precolombinas: aztecas y mayas de México realizaban estos rituales para indicar la entrada a la vida adulta. En la actualidad, las fiestas de quince años constituyen un evento religioso y social con el que se marca el inicio de la adolescencia, particularmente, de la mujer.

En el escenario Cantinflas y Elvis intercambiaban secretos y pensé que ese era un momento que nunca iba a olvidar. El castillo de la Bella Durmiente estaba pintado sobre una tela que sirve como fondo en la tarima. Los grupos de chambelanes bailaban y las personas aplaudían. La alegría y el ritmo hicieron que me sintiera un poco quinceañero y motivado, quizá por las ofertas de los expositores. Me acerqué a los stands y pregunté por los servicios y costos. Imaginé que tenía el presupuesto, el consentimiento de mis padres, y que vivía en una sociedad que celebra “la presentación ante sociedad” con igualdad de género.

Un letrero que decía “Toda tu fiesta por 10 mil 200” llamó mi atención. Una niña a mi lado estaba muy entusiasmada, repetía una y otra vez que “le alcanzaba” y saltaba de la mano con su hermana menor. A sus escasos ocho años su sonrisa revela que ya siente el deseo de cumplir quince. Quiere ser la princesa de la fiesta; así se lo mencionó a su hermana

Los paquetes económicos con cena en tres tiempos y sus servicios están desde 250 pesos por persona a partir de 100 invitados. Los paquetes “todo incluido” permiten al cliente elegir el salón, el grupo musical y la mayoría contiene una mesa de postres. Su precio puede ascender hasta 900 mil pesos.

Ricardo Pino, un fotógrafo veterano que presume ser de los primeros en utilizar la tecnología con drones, me confiesa que su trabajo “es noble y competitivo, que se ha abaratado con el tiempo y que ahora cualquiera puede tener un dron” Él cobra entre 15 y 25 mil pesos.

Los costos del entretenimiento y la animación, que puede ser desde un maestro de ceremonias hasta robots en trajes de leds, están arriba de los 10 mil pesos.

Después de escuchar a los expositores y sus propuestas, me acerqué a una multitud.

Lilia visitó la exposición para mostrarle a su hija cómo era una fiesta de quince años. Estaba sorprendida, no tenía idea de cómo se celebran los quince años en la actualidad.

La mamá de Regina tiene como prioridad el lugar, la fecha para la misa y una fiesta con bebidas, pastel y comida. Me comenta que la economía no está para hacer una gran fiesta. Tienen 60 mil pesos. Regina dice sonriente que su vestido será azul. No sabe por qué, pero quiere una fiesta de princesas en dónde se imagina así.

Karla, que pretende celebrar sus XV años el 25 de noviembre, va acompañada de su amiga y recolectan juntas la información necesaria. Tiene 150 invitados y su vestido es color menta, porque es un color que abarca todas las temporadas. Va a bailar un vals y una canción en inglés. No quiso viajar, porque la fiesta, en caso de las mujeres, es un momento para compartir con sus familiares y amigos. Su amiga afirma con la cabeza.

En caso de no querer una presentación formal ante la sociedad, existe la posibilidad de viajar por Europa, los precios oscilan entre los 40 y 50 mil pesos.

Debo confesar que nunca fui bueno con los números. Incluso ahora, imaginando que tengo catorce años y un presupuesto ilimitado me siento ya bastante corto. Al salir de la exposición veo el mismo letrero en letras grandes: La Ilusión de tu Vida, y me pregunto, ¿cuál ilusión?