Paul Antoine Matos
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya
16 de marzo, 2016
Historias humanas para contrarrestar la violencia en México, eso es lo que se cuenta en el libro Huérfanos del narco, escrito por el periodista Javier Valdez, corresponsal de La Jornada en Sinaloa y autor de Miss Bala.
Durante la presentación de su libro, el lunes pasado en la Feria Internacional de la Lectura Yucatán (FILEY) 2016, el periodista que, cubre la violencia generada por el narcotráfico en Sinaloa, declaró que entrevistó a más de 30 niños dañados, de alguna manera, por el mundo de las drogas. Sin embargo, ninguno de ellos le planteó la intención de vengarse o crecer para poder disparar y matar a alguien.
Manifestó que en México existe una actitud de “rendición a la muerte; un déficit de huevos como sociedad, por lo que nos hace falta volver a encabronarnos”.
Indicó que el periodismo tiene que ir más allá de realizar un conteo de muertos, a través de las historias que humanicen a las víctimas de la violencia, con la crónica como un recurso narrativo para contar lo que sucede y que la gente despierte.
Sobre el “narco-entretenimiento” que se observa a través de libros, cine y televisión, expresó que es un “rollo de Hollywood” que muestra algo que no es el narco, sino un espectáculo, pero sería “más preocupante que no haya nada”.
“El silencio en México es un acto de muerte. No nos debe ganar el silencio”, manifestó, por eso existen historias y libros que cuentan los efectos de la violencia de una manera seria y crítica, diferente al entretenimiento hollywoodense.
Expresó que en su vida, tan cercana con el mundo del narcotráfico y la violencia de Sinaloa, debe recurrir, para soportarlo, a terapias, la música, escribir o algún tequila. Señaló que, al terminar una entrevista, se conmueve sin importar si el personaje es un matón o una víctima, porque les trata como personas y con respeto, solicitando el permiso para grabar y ofreciendo el anonimato, para reducir riesgos.
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