Moneros y cine mexicano

Paul Antoine Matos
Foto: Raúl Anguo Hernández
La Jornada Maya

16 de marzo, 2016

En el 120 aniversario de la llegada del cinematógrafo a México, los moneros decidieron convertir ese hecho en una caricatura, al retratar en el libro ¡Cácaro! la época de oro del cine mexicano y sus máximos exponentes, como Pedro Infante, Emilio [i]El Indio[/i] Fernández, [i]Cantinflas[/i], e Ismael Rodríguez.

A través de sus páginas se muestran 17 películas que retratan, a manera de parodia, esa etapa del cine de México, que abarca de 1934 a 1959. Gonzalo Rocha, caricaturista de[i] La Jornada[/i], fue entrevistado en la Feria Internacional de la Lectura Yucatán (FILEY) 2016, sobre el libro.

Tras dibujar un mono de un Rey Pakal sentado en la redacción de [i]La Jornada Maya[/i], pero pensando en una cerveza Montejo bien fría –cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia-, Rocha explicó que hace 20 años, en el centenario de la llegada del cinematógrafo, él y los coautores, José Hernández, Luis Fernando y [i]Magú[/i] publicaron diversas caricaturas para homenajearlo. Ahora, en el aniversario 120, se decidió retomar ese proyecto, para agregar, en un futuro, otras etapas del cine mexicano. Los textos de Juan Manuel Aurrecoechea complementan las caricaturas.

La decisión de iniciar con la época de oro del cine mexicano, se debe a su importancia para la nación, ya que marcó una etapa prolífica del séptimo arte, expresó. Tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos y Europa dejaron de producir filmes, por lo que el negocio se pasó a México, que contaba con un producto cultural diferente.

“El ranchero y el mariachi mexicanos son diferentes a los estadunidenses, más sofisticados. El mexicano es cantador, lleva una vestimenta característica, llora, es borracho, mujeriego, lleva serenatas; pero el estadounidense es serio y matón. El mexicano tiene una mayor riqueza, seguramente por la tradición de la zarzuela novohispana”, declaró Rocha.

La intención de un libro de este estilo es que sea llevado tanto a ferias de lectura como a festivales de cine, para que se fomente entre la gente el ver películas.

Para realizar el libro, indicó que vieron las 17 películas de nuevo. Comentó que se dio cuenta que el cine y los murales están tan presentes en la vida cotidiana del mexicano, que muchas veces olvidamos dónde hemos visto escenas o pinturas tan arraigadas en la memoria nacional.

Mencionó que la Segunda Guerra Mundial provocó un exilio de cineastas europeos como Luis Buñuel, aunque también llegaron sudamericanos y cubanos, lo que permitió enriquecer la forma de ser del mexicano a través de las películas. Las rumberas mexicanas fueron importadas de Cuba y Buñuel creó en el país comedias surrealistas.

El libro contiene las películas de los personajes encarnados por Pedro Infante, como [i]Nosotros los pobres, Ustedes los rico[/i]s y[i] Dos tipos de cuidado[/i], en la que comparte pantalla con Jorge Negrete, a pesar de que ambos se negaron. “Negrete estaba en decadencia y temía que Infante le quitara su lugar, mientras que Pedro había interpretado un papel más humilde; tuvo que intervenir el presidente Miguel Alemán para juntarlos”, expresó el monero.

También [i]Cantinflas[/i] aparece, con Ahí está el detalle, ya que él fue un personaje que impactó en México, por su forma de expresarse –por algo existe el [i]cantinfleo[/i]- que refleja ese garigoleado superviviente de las castas, con el que la gente intentaba comunicarse con la élite de manera indirecta.

Consideró que el libro es un homenaje involuntario a la revista[i] Mad[/i], la cual fue parte de su formación, por la parodia de películas. El libro se encuentra en Gandhi.