Mérida, 36 por ciento de consumidores de pescado reciben un tipo diferente

En Mérida 36 por ciento de las personas que consumen pescado reciben un tipo diferente, que es más barato de lo que están pagando o es de importación; 55 por ciento de los casos se da en las pescaderías y 27 por ciento en los restaurantes, revelaron datos de la investigación Gato X Liebre 2.0: Dime qué pescado comes y te diré cómo te engañaron, que realizó Oceana. 

De acuerdo con el análisis, en la capital yucateca se analizaron muestras de pescado en 32 pescaderías y 34 restaurantes en toda la ciudad.   

La agrupación realizó una investigación para determinar qué tan frecuentemente engañan a las personas tres ciudades de México: Ensenada, Guadalajara y Mérida, reconocidas como destinos gastronómicos internacionales.  

“Realizamos un amplio estudio, en el cual recolectamos 174 muestras de ADN de diversas especies pesqueras, vendidas en restaurantes y pescaderías, para conocer si estas fueron sustituidas. En caso de que así fuera, investigamos por cuáles especies se sustituyeron”, explicaron.   

A pesar de que Mérida fue declarada en el 2019 como Ciudad Creativa de la Gastronomía, por la UNESCO, por lo que la calidad de sus ingredientes en la cocina, incluyendo los productos pesqueros han sido reconocidos internacionalmente, la organización encontró que 36.3 por ciento de las ocasiones que compraron pescado, fueron engañados.   

“A pesar de ser la ciudad con menor sustitución, sigue siendo un porcentaje preocupante, ya que esto implica que más de 1 de cada 3 productos muestreados fueron sustituidos”, indicó.   

El producto con mayor sustitución fue el esmedregal, detalló la investigación, muestreado únicamente en Mérida por su importancia regional en todo el Golfo de México. Asimismo, detectaron altos porcentajes de sustitución en otras especies de gran importancia local como el chac-chi y el mero. Estos fueron sustituidos, en algunas ocasiones, por especies como la basa, la cual es una especie de importación.  

El porcentaje de sustitución en Guadalajara fue de 48.3 por ciento, y de Ensenada, 47 por ciento.   

El engaño, según expuso el estudio, afecta gravemente nuestros bolsillos, dado que en muchas ocasiones estamos pagando altos precios por especies de muy bajo valor comercial, como la basa, especie que generalmente importamos de China y Vietnam. En ocasiones la diferencia de precio entre la especie sustituida y la sustituta llegó a ser de 700 por ciento.  

La sustitución de especies también perjudica la salud de los mares, pues se “consumen especies en peligro de extinción disfrazadas de especies abundantes”, señala Oceana. 

La organización detalló que la estafa puede ocurrir en cualquier etapa de la cadena de valor del pescado, es decir desde que el producto es desembarcado en un puerto, cuando es transportado para llegar a la planta procesadora, durante su procesamiento o en los puntos de venta, como los restaurantes y pescaderías. Esto no siempre ocurre con conocimiento de quien participa en la cadena de valor e incluso se ven afectados por esta situación, en especial los pescadores y las pescadoras cuyo producto nacional es sustituido por especies de importación.   

Oceana es la mayor organización internacional dedicada exclusivamente a la conservación del océano. Está reconstruyendo océanos abundantes y biodiversos, al impulsar políticas basadas en la ciencia, en países que controlan un tercio de la captura de peces salvajes del mundo. Con más de 200 victorias que han frenado la sobrepesca, la destrucción del hábitat, la contaminación y la matanza de especies amenazadas como tortugas y tiburones, las campañas de Oceana están dando resultados.

Edición: Laura Espejo