Para el escritor y poeta maya, Jorge Miguel Cocom Pech, la presente pandemia de Covid-19 provocó un acercamiento a la familia y la solidaridad humana y, en medio de esto, la poesía fue ese salvavidas que le rescató y le hizo vivir con dignidad.
Durante el confinamiento, Cocom Pech se dedicó a escribir, leer y apreciar la compañía de sus seres queridos.
“La pandemia nos ha dejado una lección: volver a la familia y la poesía nos hace vivir con dignidad. En medio del confinamiento, aprendimos nuevas formas de vida y en mi caso, escribí sobre temas que antes no había prestado atención”, comparte.
Creatividad en pandemia
El ganador de diversos premios por la creación de poemas en español y lengua maya admitió que siempre ha procurado escribir cada día, y en confinamiento se agudizó esta costumbre.
Lamenta que algunas personas no hayan pasado este periodo de la misma manera, pues sin duda hubo preocupación por la situación económica y otras adversidades.
No obstante, en su caso, agradecido con el universo, tuvo una oportunidad para escribir a profundidad, tomar cursos, aprender una nueva forma de vida y redescubrirse como en cada etapa de su vida lo ha hecho.
“En la casa descubrimos que es importante la tolerancia, la solidaridad y que se mantenga la familia unida. Tengo poemas que escribí en este periodo y uno de ellos se llama Amo el adjetivo que te embellece, este es inédito”, compartió.
El autor menciona que también ha vuelto a la raíz de estar solo en este periodo, lo que le ha llevado a reflexionar sobre la nostalgia, incluso aquella que provocan actividades que no volverán a ser las mismas después de esta contingencia sanitaria.
“Por mucho tiempo escribí sobre otros temas, pero ahora veo que pude escribir sobre otras vivencias. Esta etapa fue un ‘encontrarme conmigo mismo’ y en medio de eso escribir lo que me provoca”, añadió.
El poeta, a través de sus letras, ha tenido oportunidad de aportar al arte multidisciplinario, pues por parte de una estudiante de la Escuela Superior de Artes de Yucatán (ESAY) recibió la invitación para que su poema La casa de tu alma fuera musicalizado, así que creó una partitura musical para piano y orquesta.
También, otro joven de Campeche le solicitó autorización para tomar uno de sus escritos y darle sentido de música pop.
Los poemas de Miguel Cocom se han traducido a diversos idiomas, entre ellos el iraní, lo que para él significa un gran orgullo, pues desde la lengua maya, un poema pasa a ser universal.
El también recipiendario del Premio Internacional de Literaturas Indígenas tiene un consejo para la juventud aficionada a la escritura: que no haya silencio entre todo lo que se tiene para decir.
Fluir en la vida
Cocom Pech, con pandemia o sin ella, ha buscado fluir en la vida y reconoce que tuvo la fortuna de encontrar poesía en el canto de las aves, el sonido del viento, en las palabras de su abuelo y en la rebeldía misma.
“Soy un ser que no se conforma con percibir las cosas de la misma manera, sino busca trascender en la vida. Eso me llevó a la poesía. Decía mi abuelo que cuando nací soplaba un viento del norte, justo cuando nací en el campo y mi madre ayudaba a mi abuelo a partir calabazas”, apuntó.
Él nació a los siete meses y ahora confirma que fue porque tenía precipitación por venir a la vida.
“Cuando nací, mi abuelo dijo: este niño no se va a quedar en un lugar, va a ser un vagabundo y he sido un vagabundo en busca de la palabra sagrada que cure. La poesía es la sanación del alma para los hombres y mujeres”, compartió.
Desde la edad de 10 años, Miguel se ha preguntado qué hacer y para tratar de responderle al universo y a sí mismo, escribe.
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