Lagalá, poesía arquitectónica y espacio para las artes en Mérida

Kati Rejón
Foto: Cortesía Lagalá
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Viernes 21 de diciembre, 2018

Lagalá es un espacio cultural ubicado en el centro de Mérida que combina las artes gastronómicas, visuales y textiles. Ocupa las instalaciones que antes guardaban una emblemática panadería, con un diseño arquitectónico que se describe como natural, simbólico, femenino y nostálgico que destaca por la belleza de sus detalles.

Ana Carolina Leyva Peralta es una joven empresaria que formó parte de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco) en un programa de Directiva de Jóvenes. Por mucho tiempo, su proyecto Mercadito Bazar, que concentraba marcas mexicanas y productos de diseño y moda, fue uno de los referentes de este formato de comercio en la ciudad. Ahora, en sociedad con Jenaro Mier y Terán decidieron crear un espacio con la misma alma que Mercadito, pero de manera fija.

El espacio fue inaugurado apenas en septiembre de este año y el despacho de diseño arquitectónico de Mérida, FMT Estudio, ganó el Premio Noldi Schreck en la categoría de Interiorismo Comercial por este trabajo. No sólo a los expertos les gusta el sitio, pues en las redes sociales hay cientos de fotografías con georreferencia a este lugar que Ana Leyva traza como “instagrameable”.

“Estaba cansada de que la gente diga que lo cultural no puede tener un target o sobrevivir sin apoyos. Se tiene que poder y mi meta personal era descubrir la fórmula de que fuera rentable para compartirlo con los demás. Sigo en ese proceso de prueba y error, perfeccionando algunas cosas”, comentó Leyva en entrevista.

Lagalá tiene tres galerías que exponen tanto artistas con trayectoria, como emergentes; una boutique con más de 60 marcas mexicanas de mobiliario, prendas, accesorios, y una pequeña librería con editoriales especializadas en viaje y diseño. Su cocina tiene una ventana transparente que da al pasillo de la entrada, es el lugar favorito de algunos niños que se quedan mirando la vitrina mientras los cocineros trabajan.

El menú del restaurante fue diseñado por los chefs Sofía Cortina y Joaquín Cardozo, jóvenes reconocidos internacionalmente, que combinaron las especias e ingredientes yucatecos con recetas tradicionales de comida francesa. También hay una terraza para eventos y un [i]workroom[/i] para talleres o reuniones. El más próximo es el curso de Santiago Arau, un fotógrafo mexicano pionero en la fotografía aérea, con dron.

La frase más recurrente durante la entrevista a Ana era “darle la vuelta”, a los retos, a las innovaciones artísticas, al concepto del lugar. Ella explica que el proceso hasta llegar a Lagalá ha sido natural. Si piensa en retrospectiva, hace diez años no se imaginaba que estaría en este lugar, pero estaría contenta y emocionada de saberlo.

“Si los negocios fueran fáciles, todos tendríamos muchos. Pero lo más importante es planear y tener un propósito claro, conciliar también, compartir nuestros conocimientos. Tratamos como mil proveedores y hay que colaborar de forma consciente de que nuestras decisiones pueden repercutir en todo”, agrega.

[b]Si las paredes hablaran, el equipo de FTM[/b]

Detrás del diseño arquitectónico de Lagalá está la visión profesional de los jóvenes arquitectos Zaida Briceño Ramos y Orlando Franco Carrillo, quienes dirigen el despacho FMT Estudio desde 2014.

“Tenemos una filosofía de vida de la sencillez. No queríamos algo convencional, tratamos de que desde el mobiliario y recorrido el espacio fuera descubriéndose. Aprovechar el espacio como si fuera una comunidad”, explican en entrevista.

Comentan que lo funcional fue más difícil que la parte estética, porque detrás del diseño de interiores, hay un trabajo de restauración muy fuerte. Zaida Briceño platica que la casa tenía arquitectura de diferentes épocas, como todas las casas del centro estaba “parchada” y era difícil la instalación de cables y tuberías.

“El sol y la humedad se comen todo. Construir en Mérida es muy difícil porque, aunque no tienes que reforzar por sismos, las cosas se deterioran muy rápido”, agrega Orlando Franco. Ellos también mencionan la palabra “conciliación” para hablar del proceso de restauración y diseño, al encontrarse con elementos y materiales originales de la casa que fueron integrados de una forma poética dentro del resto de la remodelación. Las paredes de la primera galería son de piedra, aunque no contaban con ese material al estar picando, les pareció coherente y natural dejarlo.

Los diseños con alma, opinan, no tienen vigencia ni necesitan renovarse constantemente. “Lagalá se creó con un alma específica y tiene oportunidad de seguir por más tiempo. Ahora existe una tendencia entre las nuevas generaciones de tener cada vez menos cosas, casas más pequeñas, o espacios con múltiples usos. Pero no pones blanco por la tendencia minimalista, sino porque lo necesita quien lo habita, para no tener en exceso o generar residuos”, expresan.

Aunque han trabajado con muchas residencias y en diseños de interiorismo de un café del centro, Lagalá es su primer proyecto comercial donde pudieron involucrarse al cien por ciento.También el primer premio nacional que recibe el estudio que actualmente trabaja en otros proyectos comerciales y culturales. El equipo también es pequeño pues les gusta dedicarse a los clientes y no descuidarlos, así como involucrarse con todo el proceso.

El trabajo de FMT puede consultarse en sus redes sociales o en la página web https://fmtestudio.com/